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Lamenta el obispo de Altamirano el asesinato del párroco de Totolapan

El obispo de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez Miranda, lamentó el asesinato del párroco de la iglesia de San Miguel Totolapan, José Ascensión Acuña Osorio, y rechazó estos actos contra la vida humana, el mejoramiento de la sociedad y la labor evangelizadora que diariamente hacen los sacerdotes, y agregó que la diócesis está consternada y herida.
Sin embargo, dijo que seguirá luchando por “el reino de Dios que es de paz y amor, reconociendo que sólo Jesucristo es el juez supremo que vendrá a juzgar a vivos y muertos según sus obras”.
El lunes, Acuña Osorio fue encontrado sin vida en el cauce del río Balsas, en la comunidad de Santa Cruz de Las Tinajas, en la región de Tierra Caliente, y el jueves El Sur informó que el hermano gemelo del sacerdote reveló que hace tres meses fue levantado por un comando y liberado después de ser torturado, bajo la amenaza de entregar 300 mil pesos al grupo delincuencial La Familia Michoacana.
En un breve comunicado fechado el jueves, el obispo expuso que están consternados por la muerte del padre y “por aquellos que han perdido el sentido de la vida y viven en la cultura de la muerte, que es violencia y toda clase de pecado”.
Agregó que la iglesia católica lamenta y rechaza rotundamente estos actos, que no tiene palabras para expresar su “preocupación y pena” por el asesinato del sacerdote de la diócesis de Ciudad Altamirano.
Finalmente, Martínez Miranda invitó a la oración por el descanso del párroco y los responsables de su asesinato, “para que el Señor transforme sus corazones que son de piedra, en un corazón de carne”, y pidió que el hecho fortalezca la fe de la comunidad católica. (Redacción / Acapulco).

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