Humberto Musacchio

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Murió Luis Reyes de la Maza

El viernes falleció en la ciudad de México Luis Reyes de la Maza, a quien debemos relevantes estudios sobre el teatro mexicano del siglo XIX. Licenciado en letras españolas, este escritor nacido en San Luis Potosí en 1932, fue investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y profesor del Instituto Andrés Soler. Hizo una larga trayectoria en el sector público y la empresa privada, pues fue consejero para la administración de los teatros del Seguro Social, director fundador del Museo de Arte Teatral del INBA, jefe del Departamento de Supervisión Literaria de Televisa (1972-80), director de Radio y Televisión de la Secretaría de Gobernación y asesor literario de TV Azteca. Entre 1997 y 1999 presidió la Sociedad General de Escritores de México. A lo largo de su vida colaboró en los principales periódicos del Distrito Federal, y además de sus valiosos ensayos históricos sobre la escena mexicana incursionó en la narrativa con cuentos y novelas. Escribió las obras teatrales Dalila, Peluquería y La hermana Carmela y su parentela.

Adiós a Álvarez Garín

En el Distrito Federal, donde nació en 1942, murió Raúl Álvarez Garín, miembro del Consejo Nacional de Huelga durante 1968, lo que le costó estar casi tres años en la Pe-nitenciaría de Lecumberri y varios meses exiliado en Sudamérica. Estudió físico-matemáticas en el Politecnico y cursó la maestría en investigación de operaciones en la UNAM, instituciones de las que fue profesor. Cofundador del grupo Punto Crítico y director de la revista del mismo nombre (1976-90), co-fundador del PRD y diputado federal por ese partido (1991-94). Pre-paró y coordinó los libros Los procesos de México 68 (1971), Tiempo de hablar. Alegato de defensa, procesos de México 68 y La estela de Tlatelolco (1998). Presto a discutirlo todo, fue sin embargo generoso con los veteranos del movimiento de 1968 que años después acabaron sirviendo al régimen que ordenó el crimen colectivo. Su mérito mayor fue impulsar el esfuerzo colectivo para aclarar las responsabilidades de los ex presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría en la ma-tanza del 2 de octubre en Tlatelolco, lo que permitió sentar al segundo en el banquillo de los acusados, lo que tiene un enorme mérito.

La demolición del pasado

Una verdadera fiebre se ha desatado en la ciudad de México. Numerosos inmuebles de valor artístico o histórico son demolidos o alterados a favor de la especulación urbana. En la esquina de Chilpancingo y el Parque México se echó abajo el interior de uno de los mejores edificios Art-deco de la zona, en Narvarte, donde estuvo la Octava Delegación de Policía. Se procedió –sin permiso del gobierno capitalino– a la destrucción del inmueble sin considerar que en el predio hay vestigios prehispánicos y restos del viejo convento de la Piedad, y así por toda la capital del país. Casos como esos los hay por muchos rumbos de la urbe. No hay inversión, dicen, pero de algún lado sale dinero para construir. Igual sucedió en Colombia durante el auge del narcotráfico, pues ya se sabe que la construcción permite la entrada de divisas negras a la circulación legal. Las autoridades hacendarias deberían prestar atención a ese fenómeno y parar de ese modo la destrucción de nuestro patrimonio arquitectónico.

The National College & Cinvestav

The Center for Research Advanced Studies, IPN Cinvestav and El Colegio Nacional, have the honor to invite you to the celebration First 80 years of Professor Pablo Rudomin, 25-26 September “Arturo Rosenblueth” Auditorium… El anuncio anterior apareció en el diario La Jornada el pasado miércoles 24. La redacción en inglés tiene quizá la intención de recordarnos que con la reforma energética estamos cada vez más sometidos a poderes extranjeros y que lo mejor –pensarán los miembros de The National College–, es que nos vayamos acostumbrando a emplear la lengua del imperio. Por lo demás, resulta muy merecido el homenaje a don Pablo Rudomín por sus primeros 80 años, como dice el anuncio de marras. Ojalá que para cuando cumpla los siguientes ochenta años haya algún hispanoescribiente en la docta institución. I hope so.

La Medalla Bellas Artes

Como un reconocimiento al medio siglo consagrado a las letras mexicanas, René Avilés Fabila recibirá la Medalla Artes de manos –suponemos– de la generosa María Cristina García Cepeda, quien reparte la corcholata con gran liberalidad. A René, dice el boletín de Bellas Artes, se le premia también por el desarrollo de un trabajo artístico “con un claro impacto en beneficio de la promoción y la difusión de las artes en el país”. El acto será a las 19 horas del miércoles primero de octubre en la Sala Ponce del Palacio de Bellas Artes. El acto, suponemos, forma parte de las celebraciones por el octogésimo aniversario del Palacio de Bellas Artes, que incluye conciertos, teatro, títeres y la publicación de un folleto a todo color en el que se hace el elogio del desastre que significó la “remodelación” interior del recinto –misma que dejó sorda la sala principal–, en la idea, tan grata a la ignorancia de los gobiernos panistas, de que lo nuevo, aunque charro y fraudulento, es preferible a lo viejo. ¡Y que viva el fulfe de fiña y la fiesta de la fultura!

La Historia Mínima en cómic

Para mayor provecho de niños y jóvenes, la Nueva Historia mínima de México de El Colegio de México ahora se puede conseguir en la versión en historieta que apareció con el sello de Editorial Turner. Se trata de una visión seria, profesional, de nuestro pasado; una adaptación de la ya muy célebre obra de varios historiadores del Colmex, empastada y a todo color, que comprende, hasta donde sabe el autor de esta columna, seis tomos que son: El México antiguo, La Conquista, Las reformas borbónicas, La Independencia, Del Imperio al triunfo de la Reforma y La Revolución, volúmenes que con debida adaptación están basados respectivamente en los textos originales de Pablo Escalante Gonzalbo, Bernardo García Martínez, Luis Jáuregui, Josefina Zoraida Vázquez (La Independencia y Del Imperio al triunfo de la Reforma) y de Javier Garciadiego. Esperemos que esta edición tenga éxito y que después se edite en rústica y se haga circular profusamente.