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Octavio Klimek Alcaraz

Semarnat en la Cámara de Diputados

 El pasado miércoles 29 de septiembre, dentro de las actividades de la Glosa del IV Informe de Gobierno del Presidente de la República Vicente Fox Quezada, se presentó a comparecer ante la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alberto Cárdenas Jiménez, titular de la Semarnat.

Mi impresión como asistente al evento, es que el formato para comparecer es demasiado acartonado y permite escaso tiempo para intervenciones, por lo que no logra generar un verdadero diálogo entre diputados y quienes acuden a comparecer ante ellos. Adicional a esto, por la amplitud de temas se tiende a una dispersión generalizada de ellos, lo mismo se habla del agua, bosques, reforestación, gestión ambiental, pasivos ambientales de Pemex, o la inspección y vigilancia en las áreas naturales protegidas.

Otro asunto triste, es que a pesar de la importancia indiscutible del tema ambiental y de los recursos naturales, los diputados siguen sin apreciarlo así, pues fue notorio que el encuentro inició con buena parte de los legisladores, pero al final quedaban prácticamente menos de diez de los 30 integrantes de la citada Comisión. Acoto mencionando, que los dos diputados del PRD que intervinieron en la comparecencia estuvieron hasta el final.

Las posiciones de los distintos Grupos Parlamentarios tampoco fueron sorpresa, el PAN defendiendo al secretario y su labor realizada; el PRI, PRD y PVEM con distintos matices cuestionando el trabajo realizado. Algunos de estos cuestionamientos se exponen a continuación.

Existe la impresión de que la Semarnat se ha vuelto permisiva en las evaluaciones de impacto ambiental, como si fuera un mero trámite burocrático, cuyo único fin es lograr la aprobación de proyectos de inversión. Cuando desde un principio lo ambiental debería ser parte inicial de cualquier proyecto de desarrollo.

Al respecto, se mencionaron algunos ejemplos donde la Semarnat tiene que ver normativamente en materia de impacto ambiental y que se encuentran sujetas a cuestionamientos por diversos actores de la sociedad.

En materia turística el desarrollo de Puerto Mío, en Zihuatanejo, que ha sido objeto de innumerables denuncias por la construcción de su espigón y se encuentra al día de hoy con un amplio rechazo por los habitantes del Puerto de Zihuatanejo; otro caso similar es la autorización del muelle de Ultramar, en Playa del Carmen, Quintana Roo.

El caso del aprovechamiento de Cerro de San Pedro en San Luis Potosí, sujeto a una serie de cuestionamientos por la legalidad de su autorización.

La autorización de la Planta de reciclaje y confinamiento de residuos peligrosos en el municipio de Chapantongo, en Hidalgo.

Los proyectos de represas de Arceliano, en Jalisco, y La Parota, en Guerrero.

En esa lógica actual seguirá lo ambiental atrás de lo económico. Otro mensaje de favorecer el crecimiento económico de corto plazo sobre lo ambiental, es por ejemplo el pretender cambiar normas oficiales, como la 022 para proteger humedales costeros en zonas de manglar, que permiten destruir estos ecosistemas a través de una “compensación”.

El mensaje es desregular, eliminar “trabas” para la ganancia económica fácil y rápida.

En los hechos hay poco interés en el tema ambiental por parte del Ejecutivo Federal, que se expresan en graves insuficiencias en recursos económicos, materiales y humanos para la Semarnat. La situación se agrava con una disminución del gasto de inversión en el Sector de menos de 33 por ciento y el aumento en el gasto corriente de 14.8 por ciento para el 2005.

Claro ejemplo de dicho desinterés, es que año con año, el proyecto de Presupuesto del Ejecutivo Federal vapulea literalmente a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) –órgano administrativo desconcentrado de la Semarnat– y es el poder legislativo quien le otorga y otorgará más presupuesto a este órgano. Este año la Conanp ejerce 330.8 millones de pesos, en el 2005 se plantea disminuir 59.9 millones de pesos de su presupuesto, lo que deja a la dependencia con 270.9 millones de presupuesto.

Ese es el presupuesto, que se propone para el 9.4 por ciento del territorio nacional. Las áreas naturales protegidas son nuestro seguro de vida para el futuro, son bienes públicos que a todos nos benefician y no a un grupo en específico, como por ejemplo los banqueros. Es obvio que las prioridades ambientales deben reformularse.

En medios de comunicación se han hecho acusaciones públicas de desmontaje técnico del Sector, preferenciando en mandos medios a nuevos servidores públicos por su origen partidista, o compromisos personales, más que por su experiencia, trayectoria, capacidad y conocimiento en los temas ambientales y de los recursos naturales.

El problema no es el origen partidario, sino que a dos años del fin de este sexenio, se siguen incorporando en el sector de la Semarnat personas en mandos medios, que difícilmente van ha sacar adelante el Programa Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2001-2006. Es más, me atrevo a decir que muchos no conocen ni sus metas, o peor ni siquiera lo han leído.

Aunque existen agendas ambientales para el sector medio ambiente y recursos naturales, también hay problemas de coordinación en el Sector, para elevar la eficiencia y productividad de la gestión del medio ambiente y de los recursos naturales en las distintas regiones y entidades del país. Se observa un sector central débil, frente al poder de los recursos presupuestales, de instituciones de su sector, como la Comisión Nacional del Agua y la Comisión Nacional Forestal.

Al mismo tiempo, la oferta de descentralización de la Semarnat hacia los gobiernos estatales, se ve lenta. Con el Programa de Desarrollo Institucional Ambiental, no se observan a dos años de terminar el sexenio, los avances que se requieren para un nuevo federalismo ambiental.

Aunque Cárdenas Jiménez argumentó durante su comparecencia que hay avances en cuatro años, y que los enormes pasivos ambientales son heredados del antiguo gobierno del PRI. Mi reflexión es que lo mejor para el medio ambiente y el país, es que el titular de la Semarnat                                   y su equipo de colaboradores, revisen en calma los diversos cuestionamientos de los partidos de oposición, pues lamentablemente hay mucho de verdad en ellos. Sería una lástima, el próximo año volver a escuchar lo mismo. A dos años del final de este sexenio, es posible siempre corregir lo que se haya hecho mal y fortalecer las cosas buenas.

P. D. Ojalá que muchos de los que están opinando sobre La Parota, vuelvan a releer el Estudio de Impacto Ambiental de la UNAM con más detalle, en especial sobre los costos y beneficios del proyecto. Parto de que todos los guerrerenses estamos por el desarrollo sustentable de nuestro estado.

Sin embargo, son demasiadas las partes afectadas e interesadas, lo que a menudo implica diferentes interpretaciones y visiones sobre lo que es el desarrollo sustentable. Lo que debe predominar es la tolerancia entre todas las partes y la capacidad de dialogar y concertar entre ellas. Nadie es dueño de la verdad absoluta, por lo que sugiero se escuchen entre todas las voces.

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