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Con música y homenajes despiden al ganadero y a los niños asesinados en Colorada

 Vecinos, familiares y habitantes acompañan los cuatro féretros hasta el panteón. Es el primer caso de esta naturaleza que veo en este lugar, pero queda en manos de la PGJE, dice el director de Seguridad Pública

 Teresa de la Cruz Chilpancingo  

Con un homenaje, banda de guerra, música de viento, rostros consternados, llantos y reclamos de justicia, fueron sepultados la tarde de este lunes, en el panteón central de Tierra Colorada, los cuerpos del ganadero Víctor Pastrana Santalella, Saúl Pantaleón Morales, de 19 años, y los menores Edgar Eliuth Cruz Calixto, de 13 años; y Félix Alberto Atrisco Chino, de 12 años, quienes fueran ejecutados el domingo, por tres desconocidos que huyeron.

El domingo fueron ejecutados a balazos los menores Félix Alberto Atrisco Chino, Edgar Eliuth Cruz Calixto, Saúl Pantaleón Morales y el ganadero Víctor Pastrana, cuando se encontraban en el rancho de este último, ubicado a dos kilómetros de la salida de Tierra Colorada.

El primero murió en un hospital de Acapulco, mientras que los tres restantes fallecieron de manera instantánea en el lugar de los hechos.

Y ayer por separado, cerca de las 4 de la tarde, los féretros fueron trasladados a la iglesia y otro a la escuela donde estudiaba; allí los esperaban sus compañeros para hacerle un homenaje.

El cuerpo de Saúl Pantaleón Morales, de 19 años, del que poco se hablaba en Tierra Colocada, fue sepultado –según algunos vecinos– casi a las 2 de la tarde, también por separado.

Con música de viento, y reclamos de “justicia” de los familiares del menor Félix Alberto Atrisco Chino, quien cursaba el sexto años de primaria, el cuerpo fue trasladado a su casa y de allí a la iglesia central Tierra Colorada, en donde se celebraría una misa.

Por la mañana fue homenajeado por sus compañeros y maestros de la primaria Vicente Guerrero.

A la misma iglesia llegó acompañado de familiares, así como de las canciones de un trío, el cuerpo del ganadero Víctor Pastrana Santaella.

Mientras celebraban la misa para Félix Alberto Atrisco Chino y el ganadero, el cuerpo de                                 Eliuth Cruz Calixto, quien cursaba el segundo año en la Escuela Secundaria Técnica 10, fue homenajeado por sus compañeros y maestros, quienes durantes los discursos coincidían en calificar el hecho como “lamentable” y producto de “mentes perversas”.

El cuerpo de Eliuth Cruz Calixto fue escoltado por la banda de guerra de su escuela hasta al panteón.

Quienes formaron un solo contingente fueron los familiares de Félix Alberto Atrisco Chino y del ganadero: el primero escoltado también por la banda de guerra de su escuela primaria, así como una banda de música de viento, en tanto que el segundo cuerpo era acompañado por un trío.

En los sepelios se veía a niños de primaria con uniforme, estudiantes de secundaria, hombres, mujeres, ancianos que sin ser familiares cercanos dejaban rodar lágrimas de indignación.

“Queremos justicia”: familiares

De los familiares sólo la tía de Félix Alberto Atrisco, Gaudencia Chino Pérez, pidió al procurador Jesús Ramírez Guerrero “que haya justicia, queremos justicia” para el caso de su sobrino, “él era muy trabajador, era muy listo en la escuela, si alguien tenía cuentas pendientes pues a ellos les debían cobrar, no a mi niño”.

Chino Pérez indicó que ocasionalmente el menor le ayudaba al ganadero Víctor Pastrana “no trabajaba con él como peón, sólo cuando se lo pedía porque era muy acomedido, muy trabajador”.

Mientras que la directora de la primaria donde estudió Félix Alberto Atrisco dijo que él era “un excelente alumno, tenía promedio de 9.5, era muy inquieto, acomedido, no sé cómo fueron a hacerle esto”.

Don Víctor, el ganadero, era una persona tranquila, dicen vecinos

En el caso del ganadero los familiares no hicieron comentarios, pero algunos vecinos tomaron el caso con “asombro”, porque aseguraban que “Don Víctor era una persona muy tranquila, siempre pasaba y nos saludaba, aunque sí era un poco reservado”.

Fernanda Solano, quien tiene 35 años viviendo en Tierra Colarada, consideró que el asesinato de las cuatro personas “nos provoca cierto miedo, es algo que nunca habíamos visto por aquí, bueno yo lo había visto sólo en televisión, con esto ya los campesinos no van a estar seguros en el campo”.

Otra vecina, que es dueña de una tortillería también localizada sobre la misma calle en que vivía el ganadero y que no quiso dar su nombre, coincidió en que Víctor Pastrana “era una persona tranquila, y respetuosa, no sabemos porqué le pasó eso”

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