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Es un “crimen de Estado” lo ocurrido en Iguala, señala la coordinadora memorial del 68 en un foro

Esmeralda Reynoso considera que las autoridades castiga la disidencia.  En el acto organizado por el Ayuntamiento llaman a los jóvenes a  “perderle el miedo a las instituciones”

 

Aurora Harrison

La coordinadora memorial del 68 del Centro Cultural Universitario Tlatelolco UNAM, Esmeralda Reynoso Camacho, opinó que los hechos ocurridos en el municipio de Iguala en el que fueron asesinados estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa es un “crimen de Estado”, porque las autoridades no permiten que haya disidencia.
En el acto que se realizó en sala de Cabildo Juan R. Escudero, en representación del alcalde Luis Walton Aburto, el secretario de Desarrollo Social, Rodolfo Monreal Ávila, lamentó los hechos sucedidos en Iguala, por lo que se guardó un minuto de silencio. Precisó que estos hechos no deben seguir ocurriendo.
En su participación en el foro Octubre del 68, voces permanentes, que organizó el Instituto Municipal de la Juventud Acapulco, Reynoso Camacho, dijo que la intención de participar en esos foros “es la de transmitir a los jóvenes que se puede luchar de manera pacífica, que cuestionen a los gobernantes porque han hecho un trabajo espléndido para tenerlos dormidos”.
“No ha cambiado mucho sigue, (sigue) habiendo muertos, desaparición, represión, mientras la élite de poder no entienda que tiene que escuchar al pueblo, que no está nada más para votar por ellos, sino también para ver qué hace. Mientras la élite de poder no se de cuenta está latente la violencia y los levantamientos sociales”, dijo la coordinadora memorial.
Agregó que los movimientos sociales son cíclicos, porque la población aguanta hasta que se “hartan”, y el miedo a lo que sucede hace que se tranquilicen las conciencias y “a este país le han metido un miedo espantoso… porque un país con miedo es más fácil de controlar”.
Consideró que los hechos ocurridos en  Iguala “son un crimen de Estado, tal cual. Toda la actuación de los estudiantes fue absolutamente pacífica y lo que recibieron a cambio, (fue) represión y muerte, por lo tanto es un crimen de Estado”, y dijo que la revolución lo que pretendía era modificar las cosas y que no hubiera una élite que tuviera todo el poder y todo el control.
“Este país ha estado recortando los recursos para la educación y cuando hay levantamientos de muchachos sobre todo de las normales rurales, lo que hacen es desaparecerlos, cuando lo que buscan es más recursos para sus escuelas, y mejorar la educación”, dijo, y eso es porque las autoridades no permiten que haya disidencia o movimientos sociales.
Da la movilización del gobierno estatal que puso a funcionarios y empleados a buscar a los normalistas desaparecidos, dijo “suena raro, que den tantas facilidades y tantas cosas y dudemos de todo y mientras no sepamos bien dudemos porque eso nos hará estar más alerta y ver que está sucediendo, porque son discursos paralelos”.
Al preguntarle las políticas públicas de ese entonces a la fecha, dijo, “intentaron hacer algo. Dieron la ciudadanía a los 18 años, crearon los institutos de la Juventud, y ahora los chicos que se parten el lomo para estudiar una carrera, lo más probable, es que no consigan trabajo, es una obligación del estado que haya el trabajo suficiente para los jóvenes”.
Criticó que actualmente la autoridad quiera devaluar la educación. Mencionó el caso de los estudiantes del Politécnico Nacional, es “porque quieren hacer que sus carreras, que son de licenciatura sean técnicas, para que puedan cobrar menos para las grandes empresas internacionales, porque ya no gobierna el Gobierno sino el Fondo Monetario Internacional, son las tendencias de derecha que están manejando todo”.
Por su parte, el director de la Juventud, Ignacio Orbe López, dijo que no se puede coartar la forma de expresión de los jóvenes mucho menos de una manera violenta y mortal como ha sido este caso. “Por parte del instituto rechazamos ese tipo de actividades, estamos preocupados por saber cómo se resuelve, estamos dándole seguimiento”, señaló.
Abundó que este gobierno está preocupado por este sector, tan es así que realizó el foro de lo que ocurrió en aquel octubre del 68, “el Ayuntamiento está interesado en acercar a los jóvenes y que mejor hacerlo en su mismo lenguaje”, que participen sin utilizarse la violencia.
Se le cuestionó sobre cómo pedir que participen si el gobierno reprime los movimientos, a lo que respondió que “en el caso de Acapulco está preocupado por darles espacios, por darles el micrófono para que lo hagan por las vías institucionales, sin afectar los derechos de terceros”.
El funcionario detalló que muchos jóvenes no conocen lo que pasó en ese entonces y por eso es que se buscó a alguien que lo narrara y que “mejor que alguien que vivió los acontecimientos” y que lo cuenten. En su participación hizo una remembranza de los hechos de ese entonces, y los exhortó a “perder el miedo a las instituciones”.
“Estamos preocupados porque la participación política de los jóvenes es mínima, por eso es importante que sí el día de mañana los jóvenes queremos levantar y alzar la voz para exigir primero se tiene que hacer participe, y no podemos exigir nada sino participamos. Les invito a que pierdan el miedo a las instituciones”, puntualizó el director.
En el foro también participó la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Ondina Rentería, quien habló sobre la participación de la mujer en el movimiento del 68. También se sumó a la petición de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, que es que localicen a los responsables de los hechos de Iguala y que aparezcan los otros normalistas.
Recordó que de noviembre de 1963 a julio de 1968 en el país se dieron más de 53 movimientos estudiantiles, y en ese entonces eran pocas las mujeres que estudian en las escuelas y facultades, era muy reducida la matrícula; pero después de esas movilizaciones se abrieron más espacios para las mujeres que participaron como un “miembro más, no como acompañantes de los estudiantes que participaron en el movimiento”, finalizó.

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