Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

CARTAS (Los policías municipales de San Jerónimo son prepotentes y autoritarios, señala)

Señor director:  

La inseguridad es de los males que más lacera a la sociedad, las estadísticas reales y las maquilladas diariamente ocupan los titulares de los medios de comunicación, secuestros, robos, asesinatos, son el pan de cada día a tal punto que la propia sociedad civil ha manifestado su preocupación en las calles y lo que más ofende es que muchos delincuentes son inmediatamente liberados a cambio de fuertes cantidades de dinero que sólo las instancias responsables de aplicar la justicia conocen su paradero.

Pero la inseguridad del ciudadano no es únicamente la que proviene de los delincuentes profesionales. Hay otro tipo de inseguridad que proviene de los propios cuerpos policiacos, que en lugar de infundir sensación de seguridad, propician todo lo contrario por sus actuaciones arbitrarias y prepotentes como las que caracterizan a la policía municipal de Benito Juárez (San Jerónimo) y policías estatales que actúan en coordinación con ellos.

Hay que tener cuidado con estos dizque servidores públicos responsables de la seguridad del ciudadano porque su prepotencia es tan enorme que se sienten intocables y dispuestos a golpear o quizás disparar al ciudadano que les reclame por atentar contra sus derechos constitucionales. Que lástima que un Ayuntamiento supuestamente democrático cuente con este tipo de guardias de la ley que detienen al ciudadano común con lujo de violencia, con insultos y amenazas como si estuvieran ante un delincuente de alta peligrosidad, mientras a los verdaderos delincuentes no les hacen nada, tal vez hasta estén confabulados puesto que nunca se ha sabido que detengan a ningún secuestrador de los innumerables plagios que ha habido por esta región.

El doctor Jaime Torreblanca, presidente perredista de San Jerónimo, debió tener como prioridad el haber conformado un eficiente y bien preparado cuerpo de seguridad porque los policías que reclutó en lugar de dar una buena imagen a su gobierno, lo desprestigian y le restan simpatía. Me gustaría dar nombres pero estos sujetos ni siquiera tienen el valor de dar sus nombres cuando hacen una detención, al contrario te amenazan y te privan el derecho elemental de hacer una llamada telefónica para consguir un abogado defensor. Peor aún es que actúan de la misma manera con las mujeres, como ocurrió con una jovencita a la que detuvieron en días pasados sólo por reclamarles su arbitrariedad en una detención, eso lo consideraron como “un grave insulto a la autoridad” y la encerraron sin miramientos. Así actúa la policía de San jerónimo, soy testigo de eso.

No basta con elegir un gobierno diferente,  mientras persistan los cuerpos de inseguridad con una preparación deficiente como se puede constatar en los grados de escolaridad de los policías (supongo que habrá honrosas excepciones). No habrá certeza de que la sociedad esté protegida, más bien hay que cuidarse de esos mismos elementos que por su analfabetismo constituyen un peligro latente para la sociedad. Qué lástima para el doctor Torreblanca que si está trabajando en bien de la comunidad de Benito Juárez, su cuerpo de inseguridad le esté manchando la buena imagen que puede tener; debe voltear los ojos hacia sus colaboradores (sicarios) que piensan que con portar una arma son los dueños del mundo, que son intocables.

Cabe un llamado a los organismos de defensa de los derechos humanos para que no sólo reciban denuncias, sino que investiguen también cuantas violaciones a los derechos elementales de los ciudadanos se cometen en las comandancias de los ayuntamientos.

 Atentamente
Francisco Téllez

468 ad