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Exige el EPR alto a los crímenes contra el pueblo; el grupo FAR-LP llama a ejercer justicia popular

Redacción

Chilpancingo

El Ejército Popular Revolucionario (EPR) condenó la represión, “terrorismo y masacre de estado y lesa humanidad” en contra de los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y exigió un alto a los crímenes contra el pueblo.
En comunicado publicado en el Centro de Documentación de los Movimientos Armados, el EPR pide castigo a los autores materiales e intelectuales del crimen cometido desde la cúpula de la política del Estado mexicano contra los normalistas.
El pasado 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, fueron asesinados seis personas entre ellos tres estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y 43 alumnos que fueron detenidos por policías de Iguala están desaparecidos.
“Lo sucedido el viernes 26 de septiembre contra los normalistas de Ayotzinapa constituye una masacre, es decir, un crimen de Estado planificado por el mando único policiaco-militar, el cual coordina la agresión permanente contra el pueblo”, subraya.
Descarta la tesis de la infiltración del crimen organizado para culpar del crimen de lesa humanidad a la delincuencia organizada, afirma que lo que el gobierno trata de hacer es “una burda maniobra para diluir la responsabilidad del Estado y garantizar impunidad a los criminales materiales e intelectuales”.

Llama las FAR-LP a ejercer
la justicia popular

Por su parte las Fuerzas Armadas Revolucinarias-Liberación del Pueblo (FAR-LP), que surgió en Guerrero en diciembre pasado, llamó a los ciudadanos a ejercer la justicia popular y “si es con las armas adelante, puesto que es la única vía que se le está dejado al pueblo indefenso”.
“A todos nuestros hermanos de lucha, preparémonos para pasar de la defensiva estratégica a la ofensiva generalizada contra el Estado; saben cuáles son los medios para ponernos de acuerdo; no dejemos pasar esto, nuestros hermanos muertos no se lo merecen, es hora de poner en práctica la máxima de Patria o Muerte”.
Demandó la renuncia del gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, “quien vuelve a ensangrentar sus manos en su administración, se doblegó a los intereses y ambiciones de poder, su alianza con la delincuencia organizada y el pago de favores a los amigos que lo llevaron al poder”.

Acusó al presidente con licencia de Iguala José Luis Abarca Velásquez, como un ser “despreciable e inhumano”, que logró ser alcalde con dinero proveniente del narcotráfico y que “es un secreto a voces que forma parte del cártel de “Guerreros Unidos a quienes sirve y lava dinero junto con su esposa María de los Ángeles Pineda Villa”

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