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Octavio Klimek Alcaraz

En defensa del maíz nuestro

El próximo 27 y 28 de septiembre se llevará a cabo en Chilpancingo en la Rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero, un evento de gran importancia, el Foro En defensa del maíz nuestro. Su objetivo, conforme a la convocatoria, es dar a conocer a los distintos actores de la sociedad guerrerense, en especial los relacionados con el medio rural, “los riesgos que representa el maíz transgénico para los maíces criollo-nativos y definir estrategias de acción para defender nuestro maíz, la agricultura campesina y la soberanía alimentaria, en el contexto de la coyuntura política actual del país y de su relación con el resto del mundo” (sic).

La importancia de Guerrero como centro de origen del maíz es crucial, y por tanto mantenerlo libre de variedades de maíz transgénico es fundamental. Existen trabajos de investigación recientes sobre contaminación genética que señalan a Guerrero como uno de los cinco centros independientes de domesticación del maíz, misma que inició hace 9 mil años en la cuenca del río Balsas.

Lo deseable sería, para el éxito del Foro de Chilpancingo, que haya una amplia participación de organizaciones sociales, comunidades campesinas, especialistas en el tema, y ciudadanos interesados, cumpliendo así con su objetivo primordial, y que los resolutivos y declaratoria del Foro contribuyan en particular a la defensa del maíz en Guerrero. Con el propósito de que los ciudadanos guerrerenses asumamos la defensa activa de nuestro maíz, que forma parte de nuestro legado cultural y biológico.

Antes del foro en Chilpancingo, se tuvo la experiencia en Oaxaca de un evento similar con el nombre En defensa del maíz, en marzo del presente año, donde distintas organizaciones sociales y comunidades campesinas expresaron su rechazo a la contaminación transgénica del maíz nativo tanto en Oaxaca como en buena parte del territorio mexicano. El evento del vecino estado se realizó un día antes al simposio público organizado por la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) de América del Norte (en el mismo estado) para discutir e iniciar el proceso de redacción de conclusiones y recomendaciones del informe Maíz y biodiversidad, efectos del maíz transgénico en México de la propia CCA.

En dicho Foro fue suscrito el manifiesto Defender nuestro maíz, cuidar la vida, mismo que continúa como movimiento social, por lo que las organizaciones y comunidades campesinas siguen organizándose para defender el maíz de México. Claro ejemplo, es que también las comunidades de Puebla y Oaxaca suscribieron un manifiesto en el marco del Foro Sin maíz no hay país en junio del presente año, en los días anteriores a la a Undécima Reunión de Consejo de Ministros de la CCA, celebrada en la ciudad de Puebla, ambos manifiestos son recomendables leer y seguramente serán base para los trabajos del Foro de Chilpancingo.

En estos Foros, la contaminación transgénica del maíz se ha denunciado como una verdadera agresión al pueblo de México y su soberanía. El maíz es un elemento central de la cultura y vida de la mayoría en nuestro pueblo, por lo que es necesario proteger con el maíz, un modo de vida, que nos ha distinguido de otras naciones.

El reporte del Informe de la CCA presentado en Oaxaca reconoce aspectos fundamentales, como son que: la contaminación transgénica de nuestro maíz es un hecho; la contaminación sigue ocurriendo y se propagará si no se toma medidas inmediatas al respecto; no se sabe nada sobre los impactos ecológicos y a la salud humana de la contaminación genética de nuestro maíz.

En los foros de Oaxaca y Puebla para proteger nuestro maíz de la contaminación transgénica, se han demandado diversas acciones, como son: un No a los cultivos transgénicos de maíz; mantener la moratoria a la siembra y liberación del maíz transgénico en México; detener las actuales importaciones de maíz transgénico; oponerse a que se apruebe por la Cámara de Diputados el actual texto del proyecto de la Minuta de Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), aprobado ya en la Cámara de Senadores, que además no debe expedirse hasta que se conozcan públicamente las recomendaciones del Informe Final de la CCA. Esperamos en este Foro de Chilpancingo, que el movimiento de Guerrero, impulse y fortalezca estas acciones.

El primer reporte del informe Maíz y biodiversidad, efectos del maíz transgénico en México de la CCA de América del Norte presentado en la ciudad de Oaxaca, aún sin las conclusiones y recomendaciones finales del grupo asesor de la Comisión, presenta información valiosa para tener una política pública basada en los principios de precaución y prevención con relación a los OGM.

Los doctores Turrent y Serratos –autores del primer capítulo del informe de la CCA– citan diversos trabajos, que señalan a Morelos y el norte de Guerrero como uno de los cinco centros independientes de la domesticación del maíz y que esta domesticación a partir del teocinte comenzó en la cuenca del río Balsas hace alrededor de 9 mil años.

Ante esto, los posibles riesgos potenciales por la introducción de variedades de maíz transgénico son revisados por el doctor Thompson en el segundo capítulo del mismo informe, cito del resumen de su capítulo: “Los peligros ambientales comprenden efectos negativos en organismos no-objetivos, así como el empobrecimiento de la integridad de los ecosistemas naturales y agrícolas. El impacto en la seguridad alimentaria incluye efectos adversos en la salud humana y animal. Los factores socioeconómicos incluyen pérdidas económicas u otras formas de inestabilidad para los hogares y comunidades campesinas, repercusiones en la confianza del consumidor respecto del sistema alimentario y profundos cambios culturales en las comunidades rurales o en todo sistema alimentario que podrían considerarse adversos”.

Ante estos riesgos se debe actuar con prudencia y cautela. Las nuevas tecnologías transgénicas sólo tienen unos cuantos años de existir, los trabajos de la agricultura campesina mexicana para domesticar el maíz criollo-nativo desde Guerrero, cuando menos 9 mil años. Por simple sentido común no es posible tomar tantos riesgos y perder variedades de maíz, que tienen miles de años de ser utilizadas.

Sin embargo, es conocido y así lo han señalado diversas notas de medios de comunicación que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá han presionado y cuestionado el Informe Final de la CCA, que incluye las recomendaciones del grupo asesor, compuesto por académicos. No quieren que se haga público, pues al parecer recomienda entre otros aspectos: que México mantenga la prohibición a las importaciones del maíz transgénico; que se evite que los campesinos mexicanos utilicen semillas contaminadas; que para ello se impulse un programa de difusión y educación entre los propios campesinos sobre los riesgos y supuestos beneficios de este tipo de maíz; igualmente se recomienda etiquetar los productos transgénicos para consumo humano. Los gobiernos mencionados al parecer se sienten dañados en sus intereses comerciales, en especial por el posible incumplimiento de obligaciones pactadas con México ante el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y con la Organización Mundial de Comercio.

Lamentablemente el gobierno de México está cediendo ante estas presiones al no impulsar mediante la Semarnat, la pronta presentación pública del Informe Final de la CCA.

Otro claro ejemplo de estas presiones, es la  firma del acuerdo trilateral entre Estados Unidos, México y Canadá a fines de octubre del 2003 que señala que un cargamento para consumo humano, alimentación, forraje o procesamiento no es transgénico si contiene hasta un 5 por ciento de OGM y por lo tanto no necesita ser identificado y documentado como tal. En la práctica es aceptar la entrada de maíz transgénico sin ninguna evaluación de riesgo, lo que viola el espíritu y diversas disposiciones del Protocolo de Cartagena, del que México es signante.

En consecuencia, el diputado federal perredista Omar Ortega Álvarez presentó denuncia penal contra el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Javier Usabiaga Arroyo, y el Coordinador de Asuntos Internacionales de la dependencia, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, al permitir mediante dicho acuerdo el ingreso ilegal de maíz transgénico a México.

 

P.D. En dos anteriores artículos de un servidor se ha escrito sobre el tema de los organismos genéticamente modificados o transformados, los OGM o mexicanamente OGT, los artículos al respecto se pueden consultar en El Sur del 21 de febrero y 26 de junio del presente año.

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