Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

El constante tránsito por los eclécticos senderos de la creación artística

Mercedes Bautista y Gabriel Hernández

Claudio Viveros Hernández Taxco de Alarcón  

A la española Mercedes Bautista y al taxqueño Gabriel Hernández el arte los unió. Desde hace poco más de dos años se dieron a la tarea de crear, viajar y experimentar en espacios de Taxco, ciudad de México y otros foros en España. Su esfuerzo creativo los ha llevado a conjugar pintura, poesía, escultura e instalación en las que trasladan su visión, individual o a dúo, y dejar a la libre mirada y sensaciones del espectador.

Una de sus muestras recientemente fue montada por ellos mismos en el Centro Cultural Taxco-Casa Borda. Mirar hacia dentro es una instalación que atrajo la atención de los visitantes y conocedores de las nuevas propuestas y expresiones artísticas en dos salas de la casona histórica.

En una de ellas se aprecia una interconexión con el conjunto arquitectónico y el espacio a través de hilos que tienen como corazón una figura creada con una pequeña estructura multiforme de alambre forrada con papel china de colores, aparentemente sin más.

En la otra, en una especie de coraza al interior de un gran cuadro de tela transparente se observa al centro un vestido blanco, como de novia, con una esfera de tela de colores bordada a mano, en tanto que en una de las paredes aparece escrito con lápiz en forma de espiral un poema que complementa el impacto visual con la luz de la sala.

Ella es madrileña, pintora egresada de la Universidad Complutense de Madrid y ha participado en varios cursos especializados en Historia del Arte, Estética y Arte de Vanguardia. Él cuenta con algunos estudios de arquitectura, se ha desempeñado como ayudante de albañil, oficio del que no reniega, sino que lo muestra como parte de su crecimiento humano, y durante los últimos ocho años incursionó en el estudio y práctica de la escultura y la joyería en la técnica de cera perdida, entre otras vivencias.

Ambos artistas se conocieron en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, Extensión Taxco, y además de sus exposiciones individuales y colectivas han obtenido distinciones y reconocimientos tanto en su país y su ciudad natal, como en el extranjero. Desde Taxco han proyectado una nueva manera de unir, contagiar y compartir sus sensibilidades hacia el mundo.

“Quisimos expresar otro tipo de cosas y sensaciones; que la obra provocara introspección, por eso la ilación de ideas, no tanto la contemplación del estar. Es un intento de estar juntos en el espacio”, expresó Mercedes Bautista, también ganadora en este año del Certamen Internacional de Poesía de la Revista Centro Poético y seleccionada para la exposición colectiva XIV Premio de Artes Plásticas Villa de Rota en Cádiz, España.

A su vez, Gabriel Hernández apunta: “Realizamos algo conjunto que no siempre se da en el medio y tiende a ser individualista. No es fácil, es vital el respeto al otro, ya que en otras propuestas el trabajo es sólo contigo. Lo interesante es la presentación del trabajo que aquí ha tenido un sinnúmero de interpretaciones, pero también existe el riesgo de que muchas veces no plasmes las sensaciones que tú quieres que lleguen a la gente”.

Su obra en Casa Borda

En la Casa Borda taxqueña los creadores corrieron el riesgo de levantar una instalación, que es tan distinta a un trabajo de estudio donde se puede rectificar, corregir o volver a comenzar. Aquí no. La instalación se creó de un sólo intento: entre la transformación del espacio y su idea tuvieron varias opciones y sólo les quedó una en definitiva: “Es más emocionante, ese es el riesgo y al final los espectadores forman parte de la obra”, dicen.

Gabriel Hernández, seleccionado en el Segundo Premio Nacional de Plata Hugo Salinas Price, en la ciudad de México, y como expositor en el Certamen de Pintura Abanto-Ciervana en Cádiz, al igual que en una muestra colectiva en homenaje a Salvador Dalí en Madrid, afirma que en la ambientación de un espacio surgen muchas posibilidades sobre la marcha que enriquecen y “tiene mucho de equilibrio arquitectónico, son vínculos y no hay aislamiento, es la integración de tu trabajo”.

Es aquí cuando ambos coinciden en la idea de que “ese andar en ti mismo te va transformando, cuando crees que el arte tiene una función social, contemplar algo te provoca y sirve para que cambies”, como el efecto y la imagen de una crisálida, ejemplifica Mercedes Bautista.

La atmósfera y el respeto al vacío fueron la clave. De ahí, en los días de la instalación, vino la reacción del público a tal provocación en la que no se descartaron las opiniones escritas de cada persona que quisiera plasmar algo y palabras de aliento, aplausos o dibujos, de manos anónimas o personas identificadas dejadas en el papel de un cuadernillo de visitas.

Entre otras de las experiencias de este dúo español-taxqueño, el año pasado, Gabriel Hernández Jaimes presentó en la Sala de Exposiciones Rigoberta Menchú –en Leganés, España– su propuesta Percepciones, en la que por medio de collages, esculturas e instalaciones creó una disección, una mirada crítica hacia la sociedad de consumo y la rapacidad humana para dejarse envolver en ella, a manera de una reflexión sobre las consecuencias en la sociedad actual y la vida diaria.

Igualmente, apenas el fin de semana, Mercedes Bautista abrió en el Museo William Spratling de Taxco la exposición Mujer árbol, objetos poéticos que el público podrá apreciar como parte de una beca para el proyecto de creación que le otorgó la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

En uno de sus textos incluidos, la artista apunta: “Hilo las ideas en el acto de tejer. Probablemente colgaré pensamientos miniaturas aferrados al hilo/ identificando todo con todo/ buscando mi plexo solar/ tejiendo la creación del espacio poético/ para sentarme en él y ser Mujer árbol”.

468 ad