Culpa Mario Moreno a Zeferino por el desabasto de agua en Chilpancingo

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

El candidato del PRI a presidente municipal, Mario Moreno Arcos, acusó al ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo de ser el responsable del desabasto de agua en la capital, pues no liberó los recursos que prometió.
Moreno Arcos es ex alcalde de este municipio y ayer, como parte de su campaña, se reunió con mie,mbros de la delegación 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), a invitación de su dirigente Salomón Cruz Gallardo.
Ahí se le preguntó cómo podría resolver el problema del agua luego de 80 años de priismo en la capital, que no han logrado hacerlo, y respondió: “En el asunto del agua, en la administración que me tocó encabezar, conseguí 50 millones de pesos para una nueva línea de conducción (de agua desde) Omiltemi, tuve muchos conflictos con el anterior gobernador (Zeferino Torreblanca Galindo), no me quería entregar los recursos”.
Luego enlistó los sistemas de agua que se construyeron durante su gestión (2005-2008) y recordó que impulsó una planta ablandadora de agua “que en su momento dejé el recurso en las arcas municipales”.
Prometió que si llega a ganar resolverá de una vez el problema del agua que, de acuerdo a cifras oficiales, llega una vez cada dos semanas para el 60 por ciento de la población. Provoca además, en temporada de estiaje, una protesta cada 15 días con cierre de vialidades.
La solución, dijo, implica una inversión de 200 millones de pesos del gobierno federal y estatal, “para que se inicie el proyecto Azinyahualco-La Esperanza, que es lo que nos va a permitir resolver la problemática del agua por 20 o 30 años en Chilpancingo”.
Reprochó que hace seis años el presidente Felipe Calderón “se comprometió a resolver el problema del agua y es la fecha en que el señor no ha venido ni siquiera a poner un pie en Chilpancingo”.
Se le preguntó su opinión respecto del proyecto del metrobús para Chilpancingo y contestó que en caso de ganar lo aprobaría o desaprobaría mediante un plebiscito, pero consideró que son necesarias “nuevas alternativas y nuevas rutas” para liberar de tanto tráfico a la capital.