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Jaime Salazar Adame


Carlos María de Bustamante

El ilustre abogado, político, periodista y erudito historiador Carlos María de Bustamante, murió en la ciudad de México el 21 de septiembre de 1848. Nació en la ciudad de Oaxaca, que en náhuatl significa “lugar donde empiezan a crecer los árboles de guajes”, hoy capital del estado del mismo nombre, el 4 de noviembre de 1774.

El editor de varias obras dedicadas a la historia antigua, como la de Sahagún, dejó sin publicar varios trabajos muy importantes que ahora se encuentran en los archivos, tales como su Diario Histórico que se custodia en la Biblioteca Pública de Zacatecas y muchas otras piezas del Archivo Histórico del Museo Nacional, fue hijo de don José Antonio Sánchez Bustamante, originario de España y doña Jerónima Merecilla y Osorio su segunda esposa, pues contrajo matrimonio cuatro veces.

Perdió a su madre cuando solamente tenía 6 años de edad; cursó su instrucción primaria en su ciudad natal y posteriormente se trasladó a la capital de la República para ingresar al famoso Colegio de San Pablo donde estudió el bachillerato. En el Convento de San Agustín estudió teología, graduándose en esa materia. Pasó a la ciudad de Guadalajara con el objeto de estudiar jurisprudencia y después de haber presentado un brillante examen profesional recibió el título de abogado el 31 de julio de 1801 y ese mismo día fue nombrado Relator de la Audiencia, o sea el encargado de hacer la relación durante los procesos que dicho organismo realizaba.

Como se recordará la Audiencia era el Tribunal Real establecido en Nueva España y su competencia era por decirlo así, universal; la Audiencia del Virreinato ejercía a la muerte de los virreyes y sus miembros tenían derecho de examinar los decretos expedidos por los virreyes e incluso presentarle enmiendas.

Contrajo matrimonio con doña Manuela Villaseñor hija del famoso abogado Ignacio Villaseñor Cervantes. En 1805 Carlos María de Bustamante publicó el primer periódico diario que hubo en Nueva España; lo llamó Diario de México y salvo pequeñas interrupciones circuló diariamente desde 1805 hasta el 4 de enero de 1817. Dicho periódico fue también el primero que existió en Hispanoamérica.

Abogado postulante, le tocó conocer de cerca los incidentes de 1808 que se dieron a raíz de la aprehensión del virrey Iturrigaray y saber de la detención de sus amigos, Fray Melchor de Talamantes y Francisco Primo de Verdad y Ramos; defendió a los conjurados michoacanos de 1809 al simpatizar con la causa de la Independencia; en 1812 se unió al movimiento insurgente en Zacatlán y posteriormente militó a las órdenes del generalísimo José María Morelos y Pavón quien le confirmó el grado de brigadier y lo designó inspector general de caballería; organizó su propio regimiento en su natal Oaxaca.

En plena guerra de Independencia lanzó un periódico llamado El Juguetillo desde cuyas columnas impulsó la lucha libertaria; ello causó el enojo de las autoridades virreinales que procedieron a clausurar su imprenta y perseguirlo en unión de sus colaboradores.

Cuando Morelos instaló en Chilpancingo el Primer Congreso Nacional o Congreso de Anáhuac, Bustamante tuvo el honor de haber redactado el Acta de Independencia Nacional y haber figurado como diputado por la provincia de México.

Después de la aprehensión y muerte de Morelos, el caudillo Ignacio López Rayón lo envió a Estados Unidos de América como su embajador ante el gobierno del país vecino y para que gestionase ayuda. Fue aprehendido al tratar de embarcarse en una playa cercana a Nautla; para salvar la vida, se acogió al indulto ofrecido por las autoridades virreinales, sin embargo, fue enviado a las tinajas de la fortaleza de San Juan de Ulúa, Veracruz, donde permaneció prisionero hasta 1820 en que fue amnistiado.

Bustamante salió del puerto de Veracruz y se unió en Jalapa al general Antonio López de Santa Anna a quien sirvió como secretario. No obstante las amargas experiencias sufridas por atacar al gobierno desde sus columnas de los periódicos, no escarmentó; fundó un semanario al que llamó La Avispa de Chilpancingo (1821-1823) y desde sus páginas señaló a las autoridades sus errores.

Fue hasta 1833 en que temeroso de volver a ser confinado en prisión, el periodista combativo y tenaz publicó una autobiografía a la que dio el sugestivo título de: Hay tiempos de hablar y tiempos de callar, en ella se defendió hábilmente.

Casi en forma ininterrumpida fue diputado el Congreso de la Unión en el año de 1824 hasta su muerte. Sus obras eminentemente históricas y biográficas son muy importantes; entre ellas, la más conocida: Cuadro histórico de la Revolución de la América Mexicana, comenzada en 15 de septiembre de 1810, 1823-1832 en seis tomos, y el Nuevo Bernal Díaz del Castillo o sea la historia de la invasión de los angloamericanos a México. Fue sepultado en el antiguo panteón de San Diego, ya desaparecido.

Según sus biógrafos, Bustamante es un caso especial dentro de la política, el periodismo y la historia porque es muy complejo en todos sus aspectos para poder someterlo a moldes muy simplistas, y tiene que estudiarse precisando sus opiniones acerca de cada una de sus actividades.

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