Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Catean soldados el condo hotel Torres Gemelas y golpean y asaltan a un turista

*El gerente de la hospedería, Manuel Romero, señaló que los militares llegaron el sábado y sin orden de cateo se metieron a tres habitaciones, registraron vehículos, tomaron fotografías e intimidaron a los huéspedes. Se queja de que a un visitante de Puebla lo llevaron a otra habitación y lo golpearon. Ya se presentó la denuncia ante el MP y la CNDH

Karla Galarce Sosa

Sin presentar orden de cateo, unos 20 soldados encapuchados catearon tres habitaciones del hotel-condominio Torres Gemelas y golpearon a un turista de Puebla y le robaron sus pertenencias, denunció el gerente del condominio, Manuel Romero Plata.
En conferencia de prensa en una sala del hotel, Romero Plata explicó que tras el cateo los soldados no encontraron nada. Allí se presentó el turista agredido, quien solicitó la omisión de su nombre, y mostró los golpes que le dieron los efectivos después de que lo encerraron en un cuarto.
El turista indicó que ya presentó la denuncia en el Ministerio Público por robo y lesiones y ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El gerente Manuel Romero contó que los soldados llegaron el sábado pasado al condo hotel a las 2 de la tarde y solicitaron las llaves de tres habitaciones, que también registraron también vehículos, tomaron fotografías a las personas e intimidaron a los huéspedes, lo que desató quejas de los visitantes que aseguraron que nunca volverían a Acapulco.
Éste es el tercer cateo que fuerzas federales realizan en ese inmueble: el primero lo hicieron policías federales el 28 de mayo de 2009, sin hallar nada. El segundo cateo lo hicieron en conjunto soldados y policías federales en enero de 2011 y detuvieron a dos hombres.
El gerente dijo que “fue un verdadero acto de molestia, los soldados se presentaron sin previo aviso, desde luego con una supuesta llamada anónima buscando a personas. Se les solicitó una orden de cateo y sin mayor empacho dicen que no hay tal y que así harían la revisión”.
Derivado de eso, continuó, “tuvimos muchas quejas de huéspedes porque fueron molestados dentro de las habitaciones que habían ocupado”.
“Detuvieron a una persona que fue llevada a otra habitación y no permitieron que personal de seguridad de este lugar los acompañara, después nos dimos cuenta de que esta persona había sido golpeada dentro de la habitación y violentaron todos sus derechos humanos”, señaló.
Dijo que los soldados salieron sin decir los resultados de la operación.
Consideró que los cateos e intromisión de los soldados fuertemente armados en hoteles y condominios es una agresión a la actividad turística y que las consecuencias se verán reflejadas en la ausencia de los visitantes.
Solicitó a los tres ámbitos de gobierno no agredir a los turistas. “Necesitamos mejorar nuestra actividad económica en Acapulco, creo que ya estamos pisando fondo, no podemos seguir con esta situación. Hoteles, condominios, discotecas, restaurantes, no podemos seguir pagando agua, teléfono, empleados, porque no tenemos más clientes ¿qué es lo que buscan? Se colapsa Acapulco, que es el municipio que provee de mayores ingresos al estado”.
De acuerdo con una copia fotostática de la averiguación previa que fue entregada a los reporteros, el turista poblado fue amarrado de pies y manos y le cubrieron la cabeza.
Indica que los soldados le preguntaron a gritos dónde había dejado las armas y para quién trabajaba y al no obtener respuesta lo golpearon hasta dejarlo inconsciente tirado en el suelo. Que los soldados le advirtieron que no dijera nada de lo ocurrido a nadie porque tenían ubicada a su familia.
“Tengo miedo de lo que pueda suceder, ya que mi identificación y mi teléfono, aunque ya reporté mi teléfono para que lo suspendan”, se puede leer en el documento registrado bajo el número de averiguación TAB/TUR/03/261/2014, señaló el agraviado.
Mencionó en su declaración que dejó el hotel ese mismo sábado por la tarde.
En declaraciones a reporteros informó que ayer volvería a Puebla y no regresaría a Acapulco nunca más, pues había llegado al puerto para festejar su cumpleaños y fue agredido y robado.

468 ad