Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

“Tú sí tienes sensibilidad social”, le dicen a Astudillo en el Zócalo de Chilpancingo

“Por ahí dicen que me quieren ver enfermo para no dar el kilo en la campaña”, dijo el candidato a un joven que le preguntó si le gusta correr

 Chilpancingo

“Tú eres el mejor”, afirmó el profesor Salomón Juárez Bernardino a Héctor Astudillo Flores en pleno Zócalo.

–¿Sabes por qué? Porque además de que no tienes cola que te pisen y de tu experiencia como servidor público, tú sí tienes la sensibilidad social que quiere la gente, la sensibilidad humana que necesita la gente de este estado pobre y rezagado –agregó.

El actual senador inclinó la cabeza para escucharlo mejor entre más de 50 personas que ya lo rodeaban al cruzar la histórica plaza central Primer Congreso de Anáhuac, que está de plácemes en este mes de la Patria.

–Eso significa que sabrás aplicar mejor los recursos –dijo en un saludo de apenas 30 segundos el docente de Tixtla entre una que otra porra.

El ex presidente municipal de Chilpancingo respondió con un “muchas gracias”, y siguió su paso. Tardó poco más de una hora en atravesar el jardín central para abordar su automóvil, conducido por él mismo en dirección a Acapulco, y que se hallaba estacionado frente a su oficina de gestoría social, a un costado de “las aguas frescas”.

Había caminado desde la alameda por la calle Zapata ante cierta sorpresa de vecinos, comerciantes y transeúntes. Frente a la papelería Casa Anzaldúa se detuvo y se aseó los zapatos, acompañado sólo por Juan Carlos Robledo, el dirigente municipal del PRI. Eran las 12:45 horas.

“Usted es el mero mero gallo”, le dijo el bolero apenas se había sentado el legislador, y expresó también que “toda mi familia está con usted, señor”. Platicaron quedito, sólo entre ellos. Apenas se alcanzó a escuchar al aseador del calzado decir que “está jijo el calor, señor”.

El dueño de la farmacia y sus dependientes, paleteros, viedrieros, ambulantes, voceadores, médicos y enfermeras de una clínica, propietario y chalanes de una florería, boleros, globeros, peluqueros, fruteros y, sobre todo, jóvenes estudiantes –hombres y mujeres– se acercaron para saludarlo.

En otros casos, el propio candidato a gobernador fue hasta ellos para estrechar su mano. En un estudio fotográfico se encontró con el presidente municipal de Cualac, Fortunato Sánchez, que es del PRD, y se saludaron sonrientes. El edil le presentó a su esposa, y con ella también se saludó. Hasta se tomaron una foto para dos o tres reporteros.

En el café de la esquina de Zapata con Madero, el senador se tomó una taza del aromático invitado por dos empleados que ya estaban ahí.

La mayoría se acercó para felicitarlo, y otros para pedirle su intervención en la solución de problemas de su colonia o personales. Unos jóvenes de la colonia Margarita Viguri le comentaron del estado de salud “muy grave” de una vecina, y se ofreció para entregarles más tarde algún apoyo económico “porque ahorita no traigo”.

–Oiga, y a usted ¿le gusta correr? –le preguntó uno de los casi diez jóvenes que lo rodearon.

–Sí, desde luego. Tengo la costumbre de correr desde muy joven, y lo seguiré haciendo mientras el tiempo lo permita para mantenerme en forma, aunque por ahí dicen que me quieren ver enfermo para no dar el kilo en la campaña.

Astudillo iba vestido de manera informal: pantalón y camisa de mezclilla. Parecía que sus colaboradores y dirigentes priístas le habían hecho caso a su expresión de que “no soy dado a los guaruras ni andar con una cola de gente”, hecha horas antes en una entrevista radiofónica.

“Invítese las nieves, mi licenciado; que no se diga que es codo”, le dijo un estudiante como si no quisiera que lo escuchara, e invitó. El nevero agotó en menos de cinco minutos sus 70 paletas que le quedaban.

Los voceadores salieron de sus puestos de revistas y periódicos para saludarlo. Una señora de las “aguas frescas” le gritó: “Oye Astudillo, aquí está tu agua de sandía que tanto te gusta”, y se la acabó. “El es ya el gobernador, porque estoy con él, y no soy priísta”, aseguró.

También fue saludado entre los ambulantes instalados a un costado del Tribunal de Justicia. Unos le regalaron artesanías, y otros discos compactos con música “de la buena, mi candidato, música andina”.

Al llegar a su automóvil ya lo acompañan, entre otros, Manuel Añorve Baños y Abel Eloy Velasco, coordinador general y coordinador operativo de su campaña electoral, y el diputado local Joel Eugenio Flores.

468 ad