Acabó la Gendarmería con el ambiente de terror que impuso la policía, comentan algunos vecinos de Iguala

*También los policías ministeriales crearon miedo, denuncia un ciudadano. Un par de horas después de que comenzaran a operar, los gendarmenes hicieron su primera detención, decomisaron medio kilo de mariguana a una pareja de jóvenes

Alejandro Guerrero

Iguala

La Policía Municipal de Iguala generó un ambiente de terror en la población, y los habitantes de este municipio lejos de sentirse seguros con su presencia, vivían con miedo.
“Que ya no se vayan”, se escuchó decir a ciudadanos de Iguala cuando llegaron más de 400 policías federales de la Gendarmería Nacional, quienes generaron un ambiente de tranquilidad y seguridad entre la población, tras los ataques de policías municipales y sicarios del grupo delincuencial Guerreros Unidos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre.
La impresión de la gente es que los efectivos federales y de la Gendarmería Nacional “sí imponen respeto”, por el tipo de armas, uniformes y aditamentos que portan.
“Es otra cosa, hasta parecen de telenovela de Televisa”, dijo una comerciante de alimentos en el centro de la ciudad, en referencia al porte y el perfil de los agentes federales, lejos de la imagen del policía “mal encarado” y obeso.
“Anoche por fin ya pudimos andar en el centro con ellos patrullando la ciudad, algo que no podíamos hacer desde hace muchos meses, los policías federales inspiran confianza”, expresó un expendedor de revistas y periódicos.
Varias de las personas consultadas señalaron que los policías municipales de Iguala lejos de generar confianza “daban pavor, principalmente en la noche porque te levantaban sin deberla, al verlos no sabías si mejor correr, mejor se quedaba uno serio y sin decir nada, si te detenían era tu palabra contra la de ellos y difícilmente les ganabas porque si decías algo para defenderte te acusaban de ofensa a la autoridad y te iba peor”.
Las personas consultadas respecto a la Policía Municipal y la detención de 22 de sus agentes, celebraron el hecho y manifestaron que “lo tienen bien merecido”.
En los casi dos años de la actual administración perredista, que estuvo bajo el mando de Abarca Velázquez, infinidad de ciudadanos se quejaron de los abusos de autoridad de la Policía Municipal y de agentes de Tránsito, quienes en contubernio “realizaban operativos” y detenían a ciudadanos sin motivo alguno, los multaban con cantidades de 800 a cinco mil pesos “según el delito”, con la complacencia del alcalde, quien nunca frenó los abusos denunciados.
Javier Ortega, un ciudadano de Iguala recordó que además de los policías municipales también los ministeriales crearon esa situación de terror, y recordó que él fue detenido en su vehículo en un retén policiaco porque le dijeron que tenía un reporte de robo, le cobraron cinco mil pesos para liberar la unidad, a pesar de que se confirmó en el Sistema Plataforma México que en ningún momento existió reporte de robo.
La llegada de los más de 400 efectivos federales y de la Gendarmería Nacional generaron un ambiente de tranquilidad y de calma entre la población, la gente realiza sus actividades con normalidad y los establecimientos ya se encuentran abiertos incluso en la noche, lo que no sucedía desde que empezó esta administración municipal.
Los policías de la Gendarmería platican con los ciudadanos, quienes los saludan e incluso se toman fotografías con ellos, armados o junto a las patrullas, en algunos casos son los policías quienes toman las gráficas a quienes posan para sus teléfonos celulares.
La vigilancia de las fuerzas federales se ve en toda la ciudad y de manera permanente en el centro, donde ayer se les vio resguardando el Palacio Municipal, la plaza pública de las Tres Garantías, el atrio de la iglesia de San Francisco de Asís y el Zócalo.
La noche del lunes, un par de horas después de que comenzaran a operar, los gendármenes hicieron su primera detención, fue una pareja de jóvenes a quienes les decomisaron medio kilogramo de mariguana, por lo que los detenidos, Manuel Gutiérrez López de 19 años y Alicia Águila Alonso de 21, fueron puestos a disposición de la Fiscalía Regional.