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El desalojo no es represión, sino aplicar la ley, dice el arzobispo

 

El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, al ser cuestionado sobre el desalojo violento contra maestros de la Ceteg el viernes pasado por antimotines del estado, manifestó que se tiene que tener en cuenta que “cuando se castiga o se restablece el orden social quebrantado, esto no es represión, no es violencia propiamente dicha, es la aplicación de la ley para toda la comunidad”.

El viernes pasado maestros e indígenas fueron desalojados por antimotines, policías de la Federal Preventiva cuando boqueaban la Autopista del Sol al sur de la ciudad de Chilpancingo en protesta por las reformas al IMSS y por las posibles reformas al ISSSTE, así como la exigencia de una audiencia con el gobernador René Juárez Cisneros.

Al terminar su tradicional misa dominical, Aguirre Franco fue abordado por los medios de comunicación, quienes le preguntaron su opinión sobre el bloqueo de maestros y su desalojo a lo que respondió: “es otra de las muestras de que no se respeta muchas veces el derecho de los demás, el derecho de vía, y es un delito que debe ser castigado”.

Añadió que cuando se restablece el orden social quebrantado, eso no es represión sino la aplicación de la ley, y deben ser penalizadas aquellas personas que interrumpen la vía pública.

Dijo que las organizaciones que tienen algún propósito ya no deben recurrir a esos medios (el bloqueo) que son irracionales, porque no hay razón para hacerlo, no hay un motivo realmente de razón para llevar a acabo una alteración de ese tipo.

Aguirre Franco pidió que no se siga denigrando más esas instituciones, porque podrán ser muy legítimas sus propuestas, pero hay formas más legítimas de conseguirlas.

Añadió que los castigos –al igual que los premios– son pedagógicos para una sociedad que debe de aprender a vivir en el orden, democracia y libertad.

Sobre el conflicto del hotel Emporio, el arzobispo Felipe Aguirre llamó para que no se siga quebrantando el tejido social, porque es ilícito y de todo punto inmoral defender los derechos de unos pocos a costa del bien de toda la comunidad, y agregó que todavía es tiempo de que se restaure la imagen deteriorada en un Acapulco que no sabe recibir a sus visitantes.

Durante la misa el arzobispo Aguirre Franco pidió por todas las propuestas que hay para bien de la patria y que los mexicanos dejen a un lado toda la desidia, inercia y pereza, y que estemos más dispuestos, solícitos y responsables del bien de todos los demás. También pidió por los países que han estado padeciendo ciclones y donde ha habido masacres.

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