La apatía y la desorganización, enemigos de los foros sobre la violencia, se queja Morlet

Karla Galarce Sosa

“El principal enemigo de las convocatorias sociales es la apatía, la falta de organización y la dificultad para que las organizaciones civiles se empoderen y sirvan de contrapeso a las autoridades para exigirles a las autoridades que hagan su trabajo y se evite con ello la impunidad”, lamentó el coordinador de los Diálogos por la Convivencia y la Paz en Guerrero, Javier Morlet Macho.
Indicó, antes de que comenzara el Foro para Periodistas efectuado en la Gran Galería del Centro Cultural Acapulco, al que acudieron apenas una veintena de personas, que la apatía por participar en foros sociales es grande en el estado, y calificó como mediocre y pasivo al Congreso porque consideró que es el que debería de hacer las convocatorias. “No funciona como contrapeso a las autoridades y entonces tenemos que hacerlo nosotros”.
Los asistentes al Foro para Periodistas propusieron elevar al rango de delito federal las agresiones contra el gremio, certificar y acreditar a quienes viven del oficio mediante la capacitación y la actualización, además de la depuración de las policías, impulsar el arte y la cultura en la población y establecer un diálogo con el gobierno en sus tres niveles a través de los gobernantes.
En entrevista, Morlet Macho dijo que durante los foros regionales de Diálogos por la Paz se hallaron particularidades en las diferentes zonas de la entidad. Mencionó que en la Costa Chica los participantes efectúan acciones para evitar que los hechos de violencia del crimen organizado en Acapulco se repliquen en esa región, pero admitió que sus habitantes señalaron que los brotes ya ocurren con mayor frecuencia.
“El factor común en las regiones donde se realizaron los foros, fue que los participantes están preocupados por la educación porque no se están inculcando valores para darles medidas preventivas que eviten que los niños y jóvenes participen en hechos de violencia, ese es un hecho estructural de la Secretaría de Educación que no se ha preocupado de ese tema y que el sindicato se ha alejado de los temas de seguridad”, señaló.
Hizo referencia a las marchas que hicieron los maestros en Acapulco el año pasado para exigir seguridad al gobierno, pero reprochó que los mismos maestros no participen en los foros; aunque de manera aislada llegaron a algún foro pero que como representación del gremio no ha participado nadie.
Evaluó que en noviembre, cuando comenzaron los Diálogos en Guerrero, en Taxco hubo poca audiencia, aunque con mucho entusiasmo; después en Iguala con poca audiencia se ganaron espacios, la audiencia y la calidad de las actividades.
Admitió que en Tierra Caliente se tuvieron más dificultades para que un grupo de la sociedad civil organizara el foro y expuso que “desafortunadamente el miedo venció a la necesidad de hablar”.
Morlet Macho explicó que en Tlapa hubo muchas propuestas en el foro efectuado en la región de La Montaña, que después lo hubo en Chilpancingo y en Acapulco “con buena participación con un trabajo metodológico de primer nivel; en Zihuatanejo buena aceptación; mientras que en Ometepec fue un hecho inédito con éxito total que terminó siendo una fiesta popular”.
A pregunta expresa de la escasa participación de los ciudadanos en los foros convocados, respondió: “Como ciudadanos tenemos una obligación (que es) participar por una nación mejor, eso significa ir y participar en eventos como éstos, eso le da fuerza a la ciudadanía y le permite que las autoridades sigan con una autoridad pasiva sin hacer esfuerzos para modernizar, cambiar a las autoridades encargadas de la seguridad, pero mientras la gente no proteste y siga en sus casa viendo las telenovelas y el futbol pues seguirán abiertos los espacios para que las autoridades sigan en la hamaca sin que nadie les reclame nada”.
Durante el foro, los participantes guardaron de pie un minuto de silencio por los 13 periodistas asesinados en los últimos 15 años en la entidad.
El corresponsal el periódico Milenio, Javier Trujillo Juárez, mencionó que de los atentados y asesinatos que sufrió el gremio periodístico, salvo el atentado contra El Sur en noviembre 2010, los crímenes resueltos no estuvieron vinculados con el oficio profesional.
El foro estuvo moderado por el académico de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Max Arturo López Hernández, quien también integró la relatoría del acto y asistió el delegado en Acapulco de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos, Ramón Navarrete Magdaleno.
El académico acudió en representación del rector de la UAG, Asencio Villegas Arrizón, y aclaró que los Acuerdos por la Paz están en una etapa inicial para promover la paz y la convivencia, además de ser una posibilidad para sumar a más ciudadanos a participar.
Max Arturo López expuso que los estudiantes son los más afectados y el área de Derechos Humanos de la UAG promueve la creación de valores que permitan construir un mejor Guerrero.
José Antonio Rivera Rosas, quien se presentó como periodista independiente, señaló a Felipe Calderón las consecuencias de la guerra contra el narcotráfico, y acusó que las élites políticas son las beneficiadas con el sistema financiero que eso ha desencadenado.
Dijo que el gremio periodístico es uno de los más expuestos al fuego cruzado entre las bandas delincuenciales y al gobierno.
Asimismo “proceder a una restructuración profunda de la PGJE, pues esa labor se esperaba desde el gobierno anterior”, leyó José Antonio Rivera Rosas.

“El gobierno de Ángel Aguirre debería de establecer un protocolo de protección para periodistas consistente en un mecanismo de protección y rescate, que opere pronto con la desaparición de un periodista”, propuso.
Otras propuestas emitidas por Rivera Rosas fueron el de la autonomía de la PGJE del Ejecutivo y depender del Congreso; habló también del establecimiento de una tipología de inhabilitación política a los malos gobernantes para castigar el desvío de recursos, abusos de poder y acciones encubiertas por el poder.
Antes, participó el coordinador del Fondo de Apoyo a los Periodistas (FAP) en Guerrero, Andrés Arias Jurado, quien leyó una semblanza de los ataques al gremio periodístico, desde el siglo pasado hasta la actualidad en Guerrero.
Arias Jurado destacó que el más reciente atentado contra periodistas fue la desaparición de Marco Antonio López Solís, ex jefe de información del periódico Novedades Acapulco y criticó la falta de una fiscalía especial para las averiguaciones de asesinatos y reprochó su inoperancia, pese a la existencia de la figura legal. “Los periodistas de Guerrero seguimos esperando a que se nos haga justicia”.
El locutor de Radiorama, Javier Ayala Mata, coincidió en la necesaria cercanía con el gobernador Ángel Aguirre Rivero para evitar que los periodistas sean agredidos por sus guardaespaldas en los actos públicos cuando intentan acercarse a pedirle una entrevista.
“El gobierno de Ángel Aguirre debería de establecer un protocolo de protección para periodistas consistente en un mecanismo de protección y rescate, que opere pronto con la desaparición de un periodista”, propuso.
Otras propuestas emitidas por Rivera Rosas fueron el de la autonomía de la PGJE del Ejecutivo y depender del Congreso; habló también del establecimiento de una tipología de inhabilitación política a los malos gobernantes para castigar el desvío de recursos, abusos de poder y acciones encubiertas por el poder.
Antes, participó el coordinador del Fondo de Apoyo a los Periodistas (FAP) en Guerrero, Andrés Arias Jurado, quien leyó una semblanza de los ataques al gremio periodístico, desde el siglo pasado hasta la actualidad en Guerrero.
Arias Jurado destacó que el más reciente atentado contra periodistas fue la desaparición de Marco Antonio López Solís, ex jefe de información del periódico Novedades Acapulco y criticó la falta de una fiscalía especial para las averiguaciones de asesinatos y reprochó su inoperancia, pese a la existencia de la figura legal. “Los periodistas de Guerrero seguimos esperando a que se nos haga justicia”.
El locutor de Radiorama, Javier Ayala Mata, coincidió en la necesaria cercanía con el gobernador Ángel Aguirre Rivero para evitar que los periodistas sean agredidos por sus guardaespaldas en los actos públicos cuando intentan acercarse a pedirle una entrevista.