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Llevan cinco meses sin el subsidio de la Cdi, se quejan parteras de San Luis Acatlán

Misael Damián

San Luis Acatlán

Las promotoras y parteras que dan vida a la Casa de la Mujer Indígena Nellys Palomo Sánchez ubicada en esta cabecera municipal, desde hace cinco meses lo hacen sin el subsidio del gobierno federal, lo que hace más difícil la tarea que realizan, pues necesitan sostener a sus familias.
El auxiliar y uno de los fundadores de la Casa, Jorge García Vázquez, denunció que a pesar que se presentó el proyecto a la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Cdi), ésta ha hecho caso omiso, por lo que tanto parteras y promotoras de salud de las diferentes comunidades del municipio han estado trabajando sin recibir un peso, ello afecta a sus familias pues con la poca ayuda que le brinda la tarea de la salud llevan el sustento a sus casas, “de enero a la fecha todas y todos están dando servicio social, sin recibir ni siquiera para sus pasajes, ni para sus comidas”, lamentó el dirigente.
Dijo que el retraso de la ayuda de la Cdi afecta a la ciudadanía en general que pide servicios de la Casa de la Mujer Indígena, pues en caso de que la partera no tenga para trasladarse a un lugar y así atender al paciente simplemente no lo hace, y ello puede llegar a lamentaciones precisó Jorge García, quien dijo que ante la problemática algunas de las comunidades se han solidarizado con las parteras y promotoras pero que no es suficiente.
Pese al problema Jorge García dijo que se siente satisfecho porque la Casa que empezó a funcionar el 4 de mayo del año pasado, hasta el día de hoy ha cumplido con su encomienda, “en este año no ha se presentado ninguna muerte materna”. Dijo que a diferencia de años anteriores hoy las familias indígenas se sienten más protegidas con el funcionamiento de la Casa de la Mujer Indígena.
Planteó que el gobierno no debe de dejar abandonada a la Casa, pues pudiera pasar como en otros años, como en 2005 cuando San Luis Acatlán se llevó el primer lugar en muertes maternas, lo que originó la creación de la Casa de la Mujer Indígena que hoy se encuentra en el olvido por parte del gobierno federal.
A diferencia de las clínicas y hospitales, la Casa de la Mujer Indígena Nellys Palomo, se practica el parto vertical: el producto es expulsado manteniendo a la madre parada. Dijo que por experiencia, este tipo de parto (que se daba por los ancestros) ayuda a la persona que vaya a dar a luz, pues en esta posición la pelvis (huesos) se abre haciendo que la expulsión del producto sea más rápido; también ayuda la oxigenación del producto y que así no tenga ningún problema al nacer; evita que estas madres vayan a parar en cesáreas tradicionales y que la sangre circule con más rapidez hacia el producto.
La Casa de la Mujer Indígena que se ubica en esta cabecera municipal, tiene a su disposición a nueve parteras y seis promotoras de salud, y desde que empezó a funcionar ha atendido alrededor de 300 mujeres; y aproximadamente 17 se han aliviado con la práctica de parto vertical.

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