Desalojan policías a familias indígenas de El Veladero a petición de la Profepa

 Advierte la dependencia federal que demandará a los responsables de la deforestación de la zona

 Karina Contreras y Raquel Santiago

A petición de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa) policías del Estado desalojaron a varias familias de indígenas que ocuparon unos predios dentro de la reserva ecológica del parque nacional El Veladero.La Profepa anunció que interpondrá demandas penales contra los responsables de la deforestación en la zona.

El desalojo se dio este viernes a las 9 de la mañana en la parte alta de la colonia Hermelegildo Galeana, del fraccionamiento Altos de Costa Azul. Luego del desalojo al lugar llegaron inspectores de la Profepa, donde –según la versión oficial– acudieron porque fueron informados por Policías del Estado del retiro de las casas en los lotes colindantes a la colonia Hermenegildo Galeana y el cerro de El Veladero, y supervisaron el lugar.

La dependencia agregó que como resultado de la inspección, se constató el desmonte de la zona que es reserva ecológica, y además, del cambio de uso de suelo, y la ocupación de la zona por casas.

Por estas irregularidades, se anunció que la dependencia elaborará actas contra los presuntos responsables, y agregó que hasta el momento se desconocía la medición exacta de la zona invadida.

Aunque la dependencia se quiso deslindar del desalojo, un policía que participó, señaló que éste se dio a petición de la Profepa, porque el lugar es reserva nacional.

Las personas desalojadas, en su mayoría indígenas, quienes estaban a orilla de donde empezaron a construir sus precarias viviendas, manifestaron que “alguien” los invitó a tomar predios en esa área, y que aceptaron porque son personas de escasos recursos que no tienen casa propia, y las cuales rentan hasta en mil pesos mensuales.

Con un pobre español, Eugenia del Olla Díaz, dijo que la mayoría eran originarias del Río Balsas, y que se dedican a vender como ambulantes artesanías como collares que ellas hacen.

Mientras que Graciela Sánchez Avílez, acusó que durante el desalojo fueron jaloneadas por la policía, y posteriormente, quemaron –según dijo– las láminas y madera con que hicieron sus viviendas. “Nos robaron lo poquito que teníamos”, señaló.

Refirió que son personas que no tienen casa propia, y por eso tomaron esos predios para vivir. Pidió al alcalde Alberto López Rosas que los ayude, pues son personas que no tienen dinero y no saben leer.

En el desalojo participaron alrededor de 20 policías al mando del comandante Carmen Alfredo Marín Espíndola, quien negó que hayan actuado de manera prepotente, pues pidieron a las personas que se retiraran del lugar, y así lo hicieron. En el predio se derribaron alrededor de 10 casas que habían construido de lámina de cartón y madera.