Impiden otra vez que se realice el cambio de autoridades ejidales en Barrio Nuevo

Brenda Escobar

Zihuatanejo

Ejidatarios del núcleo agrario Barrio Nuevo, en el municipio de Zihuatanejo, impidieron de nueva cuenta que funcionarios de la Procuraduría Agraria (PA), encabezados por el delegado de esa dependencia, Ezequiel Zúñiga Galeana, llevaran a cabo la asamblea para elegir a las nuevas autoridades del ejido, la cual es ordenada por un juez de distrito.
Un grupo de campesinos encabezados por el actual presidente del comisariado ejidal, Santos Valencia Blanco, se encerraron en la comisaría ejidal para impedir que se llevara a cabo la asamblea, lo que así ocurrió de nueva cuenta.
Unos 25 ejidatarios encabezados por Santos Valencia, entre ellos, el director del Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo (Fibazi), Joaquín González Ramírez, quien es integrante de ese ejido, se encerraron en la comisaría ejidal con cadenas y candados una hora antes de que llegaran los funcionarios de la PA para llevar a cabo la asamblea ordenada por el Segundo Tribunal Colegiado de Materia Penal y Administrativa del 21 Circuito con residencia en Chilpancingo y no en Acapulco como se había venido informando.
Al mediodía, llegó el delegado de la PA, Ezequiel Zúñiga, acompañado de abogados y visitadores de esa dependencia con la intención de llevar a cabo la asamblea, pero se encontró con que Santos Valencia y sus afines ya estaban encerrados en la comisaría ejidal mientras que el resto de los ejidatarios que han venido demandando el cambio de las autoridades ejidales estaban afuera esperando a que el funcionario federal actuara en consecuencia.
Durante casi cinco horas, Zúñiga Galeana se enfrascó en una plática que a ratos se tornaba ríspida con Santos Valencia, quien lleva ocho años ocupando el cargo de presidente del comisariado ejidal de Barrio Nuevo, así como con el resto de los ejidatarios que estaban encerrados con él para convencerlos de que le permitieran entrar a la comisaría para llevar a cabo la asamblea “porque así me lo está ordenando un juez federal y no acatar una orden de un juez se convierte en desacato y eso amerita cárcel”, incluso, en su preocupación, el funcionario les dijo que de no llevarse a cabo la asamblea, “está de por medio mi trabajo”.
En todo momento, Santos Valencia y los campesinos que lo apoyan expresaban que no podía llevarse a cabo la asamblea porque hay un amparo por un juicio en el Tribunal Unitario Agrario número 52 para anular el padrón de 144 ejidatarios pues ellos sólo reconocen un padrón de 91 ejidatarios y aunque Zúñiga Galeana contestaba que sobre ese asunto ya habían sido oídos y vencidos en juicio y por esa razón el juez federal estaba ordenando el cambio de las autoridades ejidales, este grupo mostró cerrazón al diálogo.
A medida que avanzaban las horas y el calor agobiaba a los ejidatarios, el delegado de la PA determinó que se redactaría un acta de no verificativo en la que se citó que no se pudo llevar a cabo la asamblea porque Santos Valencia y el resto de las personas que lo acompañaban, se encerraron en la comisaría ejidal para impedir que se llevara a cabo.