A cuatro días del hallazgo, sigue el hermetismo en torno a las fosas de La Joya, en Iguala

Alejandro Guerrero

Iguala

En el cuarto días de los trabajos de búsqueda y excavación de fosas en el paraje La Joya del cerro Gordo, al poniente de Iguala, el resguardo de policías federales no ha sido retirado y el retén instalado a tres kilómetros de las excavaciones sigue impidiendo el paso a los reporteros de la fuente.
Una versión indica que en las fosas que han sido excavadas sólo se han encontrado tres osamentas humanas, aunque ninguna autoridad ha confirmado la versión ni dado a conocer información de los avances de los trabajos de búsqueda y exhumación de restos humanos hasta la tarde de ayer. Este domingo, en la búsqueda por parte de agentes de la PRG se pudo observar la presencia de dos perros.
Ayer no notamos la presencia de camionetas del Servicio Médico Forense (Semefo), pero sí la entrada y salida de marinos y policías federales que custodian la zona, así como de efectivos de la Policía Ministerial federal que se están encargando de los trabajos de búsqueda, excavación y exhumación de los restos humanos.
En la brecha de terracería que lleva hasta el punto del hallazgo, a unos metros de un pozo artesiano que vecinos del lugar identifican como La Pila, y donde se bañan y lavan ropa a la intemperie, fueron colocados conos color naranja que restringen el paso a todo vehículo particular.
Las medidas de seguridad se han extendido a vecinos de esta zona, a quienes revisan sus pertenencias cada vez que pasan por el retén policiaco, así como a vendedores ambulantes de tortillas que circulan en motocicletas.
En una plática con María, vecina del lugar, recuerda que desde hace un par de años perdieron la tranquilidad que había en la zona, que hasta antes era muy pacífica.
Ella recuerda que gente armada, presuntos sicarios, poco a poco se fueron “apropiando” de esta zona, principalmente en la que fueron encontradas las fosas con restos humanos.
Describe que los hombres armados, a quienes ubica como personas que no son originarias de Iguala, incluso restringieron el paso a vecinos del lugar, ganaderos y personas que sacaban a pastar a sus rebaños de chivos hacia las zonas en las que hallaron fosas.
Menciona que antes del hallazgo de un narco laboratorio en abril pasado, jóvenes entraban y subían hacia el cerro en motocicletas, “regresaban con los zapatos enlodados, y cuando subían llevaban mucha comida para más personas, como si allá arriba tuvieran un campamento”.
Hasta la tarde de ayer, ninguna autoridad había informado sobre el número de fosas que se han excavado ni el número de osamentas o restos humanos exhumados.
Lugareños informan que por la noche los retenes policiacos y de marinos se refuerzan aún más, y que quienes están de guardia pasan ahí la noche.