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Incendia la CETEG el Ayuntamiento de Chilpancingo y protesta en el Congreso donde choca con policías

*Los maestros piden a los empleados del Palacio Municipal que abandonen el edificio antes del fuego. Al medio día, forcejean con antimotines que impedían la entrada del recinto legislativo, donde queman lonas. Los uniformados les lanzan piedras y lesionan a dos cetegistas. Luego van a manifestarse a la PGR?y a la caseta de la autopista y exigen la presentación de los 43 desaparecidos

Redacción

Chilpancingo

Integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG ) incendiaron el Palacio Municipal, protestaron en el Congreso local, la Procuraduría General de la República (PGR) y tomaron la caseta de Palo Blanco, en demanda del esclarecimiento de los hechos violentos en Iguala, la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, así como castigo a los autores intelectuales y materiales de la masacre.
El dirigente estatal de la CETEG, Reyes Ramos Guerrero, declaró que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) “pudo haber evitado” los ataques que sufrieron normalistas y civiles a manos de la Policía Municipal de Iguala, durante la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre. Agregó que los maestros valoran la posibilidad de que miembros de la organización se unan a la búsqueda de los desaparecidos.
A las 6:40 de la tarde fue evacuado el personal de limpieza y de seguridad del Palacio Municipal, por maestros de la CETEG, quienes los previnieron del incendio que provocarían en el sótano del edificio de tres pisos.
Una vez que todo el personal se retiró de las instalaciones del Palacio Municipal, los maestros prendieron fuego a la oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ubicada en el sótano del lado izquierdo, posteriormente a la Dirección de Registro Civil y por último al modulo del Instituto Nacional Electoral (INE).
Además de los incendios, rompieron los vidrios de las puertas de la Secretaría de Finanzas y Administración capitalina, así como de la librería del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Los cetegistas permitieron la entrada de trabajadores de Protección Civil municipal, encabezados por su director, Alfredo Cuenca Marino, para que apagaran el fuego, pero después de que éste fue controlado, anunciaron que tomarían el edificio, por lo que cerraron sus puertas y sacaron las bancas de madera que hay en el recinto principal.
Por su parte, el alcalde capitalino, Mario Moreno Arcos, informó que para evitar confrontaciones no se reforzará la zona con policías de ninguno de los cuerpos de seguridad con los que cuenta la ciudad.
Detalló que en el Palacio Municipal laboran 14 direcciones, donde diariamente mil 500 trabajadores atienden a la población.
Agregó que aún no se define si se suspenderán los labores este martes, pero aseguró que se evitará la confrontación con los maestros.
La estructura quedó dañada en diversos puntos, así como mobiliario y documentos oficiales internos del Palacio Municipal, los que quedaron completamente devastados luego de los incendios.
En la fachada del edificio, los cetegistas escribieron en varias zonas consignas como “Aguirre asesino”, “vivos se los llevaron, vivos los queremos” y “Atoyzi vive”, mismas que se han convertido en emblemáticas para el movimiento en pro de que se encuentren con vida a los 43 normalistas desaparecidos.
Durante el día, minutos antes de las 12, aproximadamente 100 integrantes de la CETEG, encabezados por el miembro de la Comisión Política de la organización, Saturnino García Cordero, arribaron a las instalaciones del Congreso local, ubicado en la calle Trébol, la cual bloquearon momentáneamente, para después distribuirse alrededor de la cerca del edificio.
Adentro, los diputados se encontraban celebrando la sesión solemne para hacer entrega de la presea Eduardo Neri. Unos 200 elementos de la policía estatal, con equipo de antimotines, aseguraron los accesos al Congreso local y resguardaron la entrada al recinto donde se encontraban los legisladores.
Los cetegistas gritaban consignas en contra de los diputados, a quienes calificaron de “corruptos”, “ineptos” y “traidores”, ya que de acuerdo con los protestantes “hacen la ley para sacar provecho”.
Tras unos minutos, los protestantes decidieron tomar las instalaciones, para lo que utilizaron una camioneta y con ella derribaron el portón que se encuentra frente a la explanada del Congreso local y en donde aguardaban los policías para evitar la toma.
Al ver las intenciones de los cetegistas, los elementos de seguridad comenzaron a rociarlos con extintores para replegarlos, pero esto no detuvo a los protestantes, quienes estaban firmes en su decisión de ingresar al recinto en donde se encontraba los diputados, además de otros funcionarios como el presidente municipal Mario Moreno Arcos, cuya camioneta particular fue apedreada por la multitud que rodeaba el Congreso.
Luego de varios impactos de la camioneta contra el portón, éste fue derribado, así como una carpa que se mantenían erguida a un costado de la caseta de vigilancia. Inmediatamente el equipo antimotines roció a los protestantes con extintores directamente en la cara, además de que comenzaron a lanzar piedras en contra de los mismos en distintas direcciones.
Durante la lluvia de piedras, dos miembros de la CETEG fueron lesionados, uno en la cabeza y otro más en una pierna, aunque no se trató de heridas de gravedad. Ante la agresión de los policías, los cetegistas les gritaban que no deberían “actuar en contra del pueblo”.
Los protestantes se hicieron de mantas y una garrafa de gasolina, con la que empaparon las telas para proceder a incendiarlas justo enfrente de la barrera humana, que los antimotines habían creado con el fin de evitar que el grupo ingresara a las instalaciones.
Los policías intentaron apagar el fuego con extintores, pero recibieron golpes con los tubos del armazón de la carpa que antes se encontraba a un costado de la caseta de vigilancia, y que los cetegistas utilizaron para poder defenderse, luego de que fueran apedreados por los antimotines.
La confrontación duró aproximadamente media hora y culminó con el incendio de la caseta de vigilancia, ubicada en la explanada del Congreso local. No hubo ningún enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre los protestantes y los elementos policiacos, a pesar de que se vivieron minutos de tensión por las piedras que fueron lanzadas en contra de los maestros.
Representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) llegaron al Congreso, para participar como mediadores de la situación, una hora después de que los cetegistas se retiraron en dirección a la PGR.
En este punto, el contingente de la CETEG colocó dos lonas en la barda de las instalaciones, en las cuales expresaban su demanda principal, que es el esclarecimiento de los hechos y la presentación con vida de los normalistas desaparecidos; así como otra lona donde se podían apreciar los rostros de los 43 jóvenes, de quienes se desconoce su paradero a dos semanas de los hechos violentos en Iguala.
Los cetegistas permanecieron en el acceso a la PGR pacíficamente, aproximadamente 40 minutos.
Al lugar llegó el dirigente estatal de la CETEG, Reyes Ramos Guerrero, quien informó que continuarán insistiendo en que las autoridades otorguen resultados con respecto a la búsqueda de los normalistas desparecidos.
Se le preguntó sobre si la organización que dirige confía en que la comisión especial que creó el Congreso local, para darle seguimiento a la búsqueda en Iguala de los normalistas, manejará la situación con criterio amplio para dar resultados, a lo que contestó que “lo que les interesa (a los diputados) es nada más obtener el poder, pero no les interesa lo que pasa en el estado”.
Dijo que valorarán las circunstancias actuales en Iguala, para ver si hay condiciones y la CETEG se una a la búsqueda de los desaparecidos, igual que hiciera la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), que dirige Bruno Plácido Valerio.
Indicó que aún no cuenta con el dato preciso de cuántas escuelas, en las que laboran integrantes de la CETEG, se encuentran en paro laboral como parte de las actividades para apoyar a la demanda de los padres de familia y estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Con respecto a las amenazas emprendidas por delegados en las escuelas de parte de la SEG, que la comisión política denunció públicamente este viernes, Reyes Ramos precisó que “si la SEG anuncia o determina que nos van a quitar las plazas, nosotros vamos a seguir adelante con nuestra lucha, porque es justa, no podemos quedarnos callados”.
Culpó a la SEG de no haber tenido la coordinación necesaria con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para poder dar solución a las demandas de los normalistas, de manera que se evitara llegar al límite de la violencia que se generó en Iguala hace dos semanas.
Añadió que los culpables de estos hechos “se tienen que ir” y en caso de que la SEG reconozca su falta de apoyo a los estudiantes, Silvia Romero Suárez debería dejar su cargo al frente de la dependencia.
“Por falta de interés, responsabilidad, no se evitó la situación. Ahorita con la investigación que se está haciendo si resultan culpables (la SEG), se tienen que ir”, expresó.
Con respecto a la situación de violencia e inseguridad que se vive en el estado, el dirigente de la CETEG dijo que entre la sociedad hay mucha tristeza y coraje, lo que se desbordó desde las muertes de normalistas y civiles.
Concluyó diciendo que los elementos de la Marina, el Ejército mexicano y la Policía Estatal deberían estar “entre los cerros, buscando a los muchachos”.
Después de permanecer durante más de 40 minutos en las instalaciones de la PGR, el grupo de maestros abordó un autobús de la CETEG, que utilizan para trasladarse a los puntos en donde protestan, y se dirigieron a la caseta de Palo Blanco.
Los 100 integrantes tomaron el control de la caseta de cobro y permitieron el paso de los automovilistas, a quienes les solicitaron una cooperación voluntaria, que será destinada a las familias de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, además de entregarles hojas con información respecto al movimiento por el esclarecimiento de los hechos violentos ocurridos en Iguala.
La actividad duró poco más de tres horas, desde las 2 hasta las pasadas las 5 de la tarde, tras lo cual se retiraron hacia el centro de la ciudad para llevar a cabo el incendio del Palacio Municipal, ubicado en el centro capitalino, mismo que mantienen tomado en tanto no se tengan noticias acerca del paradero de los 43 normalistas y la identidad de los responsables intelectuales y materiales de la masacre.

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