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Ayer por la madrugada fue demolido el kiosco del Zócalo; repudian ciudadanos la acción

Karla Galarce Sosa

El kiosco del Zócalo fue demolido ayer en la madrugada, al igual que las fuentes que se encontraban a sus costados, lo que generó el disgusto de vecinos y ciudadanos que por allí transitan.
Comerciantes del lugar y ciudadanos repudiaron el hecho y consideraron que de haberse efectuado la demolición durante el día la habrían impedido.
Como se había informado, el proyecto del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) planteaba el retiro del kiosco y dejar una amplia explanada en el área remodelada, modificar las fachadas de los negocios que circundan el Zócalo y colocar pórticos de madera.
La lucha emprendida por ambientalistas no pudo evitar la destrucción del kiosco y uno de los opositores a que éste se quitara, Domitilo Soto González, indicó que el rechazo a la demolición fue generalizado y que a pesar de que se reunieron poco más de 2 mil 500 firmas de ciudadanos que pedían su permanencia los ignoraron las autoridades.
“Lo que se necesitaba era una remodelación y no que lo demolieran el kiosco”, comentó un estudiante de preparatoria que no dio su nombre.
Mientras que un maestro de primaria señaló que “quieren darle más auge al turismo pero el quiosco se podía haber mandado a cualquier colonia, tenía más de 40 años este kiosco”.
Algunos comentarios de paseantes después de que fueron colocadas láminas galvanizadas que impidieron el paso por el centro de la plaza Juan Álvarez, fueron: “Ya le dieron en la madre”, o “se acabó el problema mira, ya ni la chingan”.
El señor Amado Suárez Íñiguez manifestó: “está muy mal lo que hacen, no sabemos cómo decidieron demoler algo tan importante, de tanta tradición para Acapulco, creo que todas las ciudades del mundo tienen un kiosco, cómo es posible que hayan tirado este, de tantos años”.
Reprochó que las autoridades no tomaran en cuenta las peticiones que hicieron él y su familia en la libreta en la que los ambientalistas solicitaron el apoyo para impedir que el quiosco fuera demolido.
“No tienen porqué hace esto, la verdad, no sé porqué lo derribaron, mis hijas vinieron a firmar para oponerse a esta situación, algo tan bonito no debieron haberlo tirado, debieron consultar a la ciudadanía, pues no es de ellos, es de todos los acapulqueños”, señaló.

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