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CARTAS (Los mitos de Manuel Añorve son de carne y hueso, señala)

 

Señor director:

Para mayor divertimento del señor Manuel Añorve –que dijo que es un mito la intervención del PRI en la elección del PRD (ver El Sur del martes 31)–, me tomaré el atrevimiento de compartir lo que sucedió el pasado 15 de agosto en el poblado de La Concepción, municipio de Acapulco.

Sucede que los vecinos de estos rumbos se dieron a la cita de elegir al candidato del PRD al gobierno del estado y … ¡sorpresa!, como salidos de un fantamagórico agujero empezaron a emerger de una y otra calabaza, perdón, camioneta, los seccionales priístas. Entusiastas receptores de mitos, usted sabe: despensas, láminas de cartón, comilonas y demás fantasías añorvistas, todos ellos comandados por Cecilia Ávila, ser exquisito, poseedor del don de la ubicuidad, que un día reparte despensas en Apanhuac para ser candidata del PRI en el distrito 28, y otro día organiza la votación de sus congéneres a favor de Armando Chavarría, pero claro la superstición estaría incompleta sin el comisario municipal de Cacahuatepec Filiberto Casimiro y el ex comisario del mismo lugar, Eloín Navidad, acompañados de Emilio Tornés Gallardo y Pedro Carmona, dirigentes priístas de La Concepción y de Lourdes Elacio Cruz , delegada municipal de Rancho Las Marías.

Una joya del acarreo es Eloín Navidad quien se da el lujo de depositar en la mesa de casilla alrededor de cuarenta credenciales de elector mientras otros tantos priístas sumisamente se forman. Sin embargo, no todo es ternura, Lourdes Elacio Cruz, temeraria delegada municipal de Las Marías, encara a los perredistas que le reprochan su militancia tricolor y el estar induciendo el voto a favor de Armando y es que los consecuentes ciudadanos que la acompañan no conocen a Chavarría por lo que les tienen que decir: “Voten por el primero, por el número uno”, y es ahí que ante la presión perredista, la envalentonada delegada revira que la elección es libre, que tienen derecho a votar, y que en la constitucional “también les vamos a dar”.

Como en todo fraude electoral –o mito, dixit Manuel dixit– que se respete, no podía faltar la comilona después de “votar” y para ello hubo moles en la casa de Pedro Carmona y barbacoa de pollo en la casa de Augusto Melchor Cruz; por supuesto, cerveza y refrescos a cargo de ¿el erario? ¡bah!, ese es otro mito que ya ningún mapache cree. Quien sí pudiera darnos alguna pista sobre el mitológico origen de los recursos gastados es la señora Cecilia, ya que sus asistentes estuvieron pagando las camionetas que contrataron una semana antes por la módica cantidad de mil pesos.

PD 1: Los datos anteriores forman parte del acta de incidentes de la casilla 269-BIS que se ubicó frente a la Comisaría de La Concepción, municipio de Acapulco.

PD2: Por ahí andaba Augusto Brun, chavarrista, profesor universitario quien entre plática y plática me decía que sería ingenuo no pensar que Armando utilizaría los recursos de la UAG en su beneficio personal, por aquel mito de la imprenta ¿se acuerdan?

PD 3: Otro que andaba por ahí era Fernando Terrazas, perredista a quien Los Yopes le dieron una madriza hace ya algunos años, pero que ese domingo 15 andaba muy contento supervisando a las huestes de René Juárez.

¿Mito, divertimento, bomba, cinismo?

Manuel Añorve sabe perfectamente que sus mitos tienen nombre y apellido, que son de carne y hueso, pero nosotros también lo sabemos.

 Atentamente
Martín Hernández González

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