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Son “chavos tranquilos y humildes”, dicen estudiantes de Xalpatláhuac de sus amigos desaparecidos

Mariana Labastida

Omar y Ángel viajaron de Xalpatlahuac, municipio de Tecoanapa, para estar en la mega marcha en Acapulco para exigir la aparición con vida de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa; tres de los desaparecidos son de su comunidad, los hermanos Jorge Luis y Dorian González Parral, y Jorge Anibal Cruz Mendoza.
Salieron a la 1 de la madrugada rumbo a la Normal y de ahí se trasladaron al puerto en uno de los autobuses donde viajaban los normalistas.
Omar es estudiante de secundaria, dijo que decidió participar porque sus amigos están desaparecidos y quiere, al igual que los otros doce jóvenes que se trasladaron de Xalpatlahuac a Acapulco, que aparezcan con vida. Recuerda a Dorian y su hermano Jorge Luis González Parral, y a Jorge Aníbal Cruz Mendoza, tres de los cuatro jóvenes que son de su localidad y que se encuentran desaparecidos, como chavos tranquilos y humildes.
Una mochila y una gorra lo acompañan en su viaje; el grupo traía botes con agua para todos, los cuales iban rolando para descansar de la carga de los galones de agua; también llevaban algunos alimentos.
Omar dijo que conoce a los desaparecidos, que eran tranquilos y que tenían la esperanza de tener una mejor vida, por eso se fueron a estudiar a la normal rural de Ayotzinapa. Él quiere ser ingeniero, espera que sus padres lo puedan apoyar, su padre se dedica al campo y su madre es ama de casa.
Ángel es también de Xalpatlahuac, dijo que decidieron sumarse al movimiento de protesta porque son cuatro los estudiantes de esa comunidad que están desaparecidos, “son paisanos, somos del mismo pueblo y queremos que aparezcan vivos”.
Durante la marcha, gritaron consignas siguiendo a otros grupos, se mantenían unidos por ser un contingente pequeño, para asegurar su regreso a Xalpatlahuac, aunque no sabían si podrían volver ayer mismo, porque aún no se decidía si los diferentes grupos y organizaciones que integran la Asamblea Nacional Popular se quedaban en plantón o se regresaban a su lugar de origen.
Durante la marcha, jóvenes de Acapulco se solidarizaron al paso del contingente con cartulinas en las que se leía “yo soy estudiante, soy Ayotzinapa” y “43 con vida, Ayotzinapa”, repitiendo las consignas que coreaban los contingentes e incluso levantando el puño en señal de apoyo.
Algunos turistas también dieron muestras de solidaridad al paso de la marcha; mientras que muchos acapulqueños sólo esperaban que terminara la marcha para que se reactivara el servicio de trasporte público y todo volviera a la normalidad.

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