Marchan más de mil ciudadanos de Tixtla a la Normal de Ayotzinapa; manifiestan su apoyo y entregan víveres

Alina Navarrete Fernández

Chilpancingo

Ma? de mil ciudadanos de Tixtla marcharon desde La Villita, a unos metros de la Comisaría Municipal, hasta las instalaciones de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, para demandar la presentación con vida de los 43 normalistas detenidos-desaparecidos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre en Iguala, en donde también fueron asesinadas seis personas y 25 heridas.
Cerca del mediodía, unas cien personas se reunieron en La Villita para dirigirse hacia la Normal Rural de Ayotzinapa. A pesar de que el clima era nublado y llovía ligeramente, varios ciudadanos acudieron a la invitación para recolectar fondos económicos que entregarían a las familias de los normalistas heridos y desaparecidos hace 25 días.
La marcha la encabezaban dos jóvenes que portaban una manta en la que se leía: “Marcha por la esperanza, ¡vivos los queremos! Todos somos Ayotzinapa”. Le seguían tres grupos conformados por dos adolescentes cada uno, quienes cargaban tiras de papel en las cuales colocaron ampliaciones de las fotografías de los 43 normalistas desaparecidos.
Además resaltaba entre las mantas y carteles, una lona que de fondo mostraba la imagen de tres madres de familia que lloraban. Sobre la imagen se encontraba la leyenda: “En las fosas clandestinas, en las calles que los vieron caer, en los pasos de quienes los buscan, en el llanto de los que los esperan…En Ayotzinapa y todo México resuena un eco que grita ‘Justcia’”.
Los manifestantes portaban globos blancos y caminaban gritando consignas como “Va a caer, va a caer, Aguirre, va a caer”, “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Algunas de las personas que participaron en la movilización llevaban botes sellados de manera similar a una alcancía, pues durante la marcha iban pidiendo a los vecinos, que salían a apreciar la acción, una cooperación voluntaria.
La movilización comenzó a las 12:30 de la tarde y mientras el contingente avanzaba, al mismo se fueron integrando familias completas, hasta que se llegó a una cifra de más de mil personas que recorrieron las calles principales de la cabecera municipal hasta llegar a la parroquia San Martín de Tours, a la misma ingresaron los jóvenes que portaban las fotografías de los 43 normalistas desaparecidos, acompañados por algunos adultos.
Dentro, el sacerdote Ignacio Muñoz González, portaba la hostia sangrante (una reliquia que apareció en Tixtla de una hostia que tiene marcas de sangre) con la que bendijo las fotografías de los normalistas una por una. Mientras tanto, el resto de los protestantes permanecieron inmóviles afuera de la parroquia, hasta que las personas que portaban los retratos, salieron a reintegrarse a la manifestación.
Una vez que la marcha retomó su curso en dirección a las instalaciones de la Normal Rural, el sacerdote Muñoz González permaneció alzando la imagen de la hostia sangrante, hasta que la gente dejó de pasar frente a la parroquia.
A las 2 de la tarde, en la Normal Rural de Ayotzinapa, el contingente fue recibido por una comisión de estudiantes y padres de familia que se quedaron en la misma, debido a que ayer el resto de las personas que actualmente viven en la institución asistió al Distrito Federal a una misa en la Basílica de Santa María de Guadalupe.
Los manifestantes se aglutinaron en la cancha de basquetbol y se llevó a cabo un breve mitin en el que participaron los normalistas Ernesto Guerrero Cano y Uriel Alonso Solís, junto con el representante del comité de padres de familia de la Normal Rural de Ayotzinpa, Noé Cipriano Catarino.
Ernesto Guerrero agradeció la presencia de los ciudadanos de Tixtla en su escuela y el hecho de que por primera vez, los mismos se organizaran para manifestarse en solidaridad con los normalistas, quienes han sido calificados por la sociedad como “vándalos” y “escandalosos”.
“Sinceramente cuando escuché el ruido de las consignas, me encontraba en la casa de activista, decidí salir y ver qué era lo que pasaba. Sinceramente no contaba con que fuera tanta gente la que viniera a apoyarnos, no tengo palabras para agradecerles todo el apoyo que nos han demostrado día con día. Me da mucho gusto, muchas gracias. Esta Normal no es sólo de nosotros es de todos como ciudadanos”, expresó.
El representante de los padres de familia, Noé Cipriano, dijo que todos estaban consternados y agradeció la comprensión y la marcha que la ciudadanía del municipio mostró ayer por la tarde. “Gracias al pueblo de Tixtla, gracias, con ustedes, con esta fuerza que estamos recibiendo de ustedes vamos a atacar el gobierno, unidos trabajaremos mejor y nos organizaremos, tenemos que luchar por nuestros hijos. Como padres nos duele lo que están sucediendo”.
Por su parte el normalista Uriel Alonso informó que desde los hechos violentos en Iguala el 26 y 27 de septiembre, a pesar de las varias reuniones que han mantenido con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y con el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava, no hay resultados de la búsqueda para encontrar a los 43 desaparecidos.
Dijo que un día recibieron información en la que se aseguraba que sus compañeros estaban retenidos en Huitzuco y por el rumor, “a ciegas”, tanto los normalistas como los padres de familia trataron de localizar el lugar en donde supuestamente se encontraban los desaparecidos pero “no nos dejaron llegar”.
“Ahorita se han estado haciendo actividades que continuarán para poder encontrar a nuestros compañeros, de los 43 no ha aparecido ninguno”, precisó.
Finalmente, la ciudadanía de Tixtla hizo entrega a los normalistas del dinero que recolectaron durante la marcha así como de paquetes de aguas y jugos. Se declararon a favor de la lucha de Normal Rural de Ayotzinapa y aseguraron que mantendrán firme su respaldo hasta que se esclarezcan los hechos violentos en Iguala.
Luego de las dos horas que duró la marcha y cerca de 40 minutos que permanecieron en las instalaciones de la Normal Rural de Ayotzinapa para entregar víveres a los normalistas y padres de familia, los ciudadanos de Tixtla se retiraron.