Hoy llega el último cadáver de los indígenas de Metlatónoc que murieron en el desierto

Aún hay otros cuatro que permanecen en el hospital debido a las quemaduras que recibieron al intentar cruzar a Estados Unidos, informa el director general de Atención a Guerrerenses en el Extranjero, Héctor Barenca. Niega que el Ayuntamiento de Metlatónoc se hiciera cargo de los gastos

 Teresa de la Cruz Chilpancingo

El director general de Atención a Guerrerenses en el Extranjero, que depende de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Héctor Barenca Martínez,  aseguró que hoy llega a Guerrero el último cadáver de los cinco indígenas de Metlatónoc que murieron por deshidratación en el desierto de Phoenix Arizona, en su intento por cruzar la frontera.

Asimismo dijo que hay otros cuatro guerrerenses hospitalizados por quemaduras y uno más está desaparecido.

El funcionario negó que el gobierno del estado no haya aportado recursos para el traslado de los cinco cuerpos, ello en referencia a la denuncia que hiciera el secretario general del Ayuntamiento de Metlatónoc, Jesús Hidalgo Ramírez, en algunos medios impresos: “hemos depositado los recursos, casi 30 mil pesos, para trasladar los cuerpos por avión, y cinco mil para los repatriados”.

Barenca Martínez, consultado vía telefónica, dijo que el 9 de agosto, 10 indígenas de la comunidad de San Juan Ahuezapa, municipio de Metlatónoc –que guardan cierto parentesco familiar– intentaron cruzar la frontera hacia Estados Unidos, atravesando el desierto de Arizona.

Pero en el intento, y tras permanecer varios días en la zona desértica de Gilla Bend –según Barenca Martínez– cinco de ellos murieron por “deshidratación” y otros cuatro fueron rescatados por la patrulla fronteriza para después “hospitalizarlos en Arizona, por lesiones de quemaduras en la piel y para recibir atención psicológica”; uno más se encuentra en calidad de desaparecido.

Indicó que luego saber lo acontecido, la Secretaría de Relaciones Exteriores pidió al gobierno del estado realizar los trámites correspondientes para trasladar los cinco cuerpos de los migrantes, y para repatriar a los cuatro hospitalizados.

El funcionario estatal dijo que “para cada migrante fallecido se aportaron 3 mil dólares –mil 500 el gobierno federal y mil 500 el gobierno del estado– y el traslado a sus comunidades se hizo a través de la funeraria Chilpancingo. No es cierto que el Ayuntamiento de Metlatónoc haya aportado algún recurso”.

Y para los cuatro migrantes que sobrevivieron, Barenca Martínez señaló que a petición del Consulado de México en Phoenix Arizona, el gobierno del estado envió 20 mil pesos –cinco mil pesos por migrante– “para poder repatriarlos hacia su lugar de origen, así como para recibir ayuda psicológica”.

Precisó que el 20 de agosto, a las 11 de la mañana llegaron los cuerpos de Félix de la Cruz Flores, de 21 años, y Jesús García Mendoza, de 28 años; el sábado llegó el cuerpo de Margarita Vázquez García, de 29 años, y Serafín González Amado, de 30 años, en tanto que para este martes llegará Catarina Mendoza Pinzón, de 40 años.

Los migrantes sobrevivientes, quienes permanecen con “visa humanitaria”, son Gerardo Gálvez Ramírez, de 27 años de edad; Cristina Ramírez Peñaloza, de 18 años; Wilfrido Gálvez Ramírez y Justo García de la Cruz, de 16 años de edad.

El indígena extraviado es Palemón García de la Cruz, de 49 años de edad, quien es esposo de Catarina Mendoza Pinzón.

Aseguró que también para los familiares de los cinco migrantes fallecidos el gobierno del estado donó cinco mil pesos, ”pero ello una vez que el cuerpo está en la comunidad” y prometió que si los indigenas tienen hijos “se les incluirá en los programas de becas para ayudar al sustento de su familia”

Al preguntarle el porqué de la demora del traslado de los cuerpos, Barenca Martínez respondió que el motivo es porque “los recursos tardan”.

Sobre el número de migrantes guerrerenses que a diario intentan cruzar la frontera, el funcionario estatal aseguró no tener un número exacto, pero que en promedio “intentan emigrar a hacia Estados Unidos, entre 50 y 60 guerrerenses”.

Barenca Martínez añadió que la cifra actual de los guerrerenses radicados en Estados Unidos, entre ilegales y nacionalizados, “hay poco más de 950 mil”.