Llama el rector a respaldar a Ayotzinapa en el 54 aniversario de la huelga por la autonomía

*En el acto participa el padre de uno de los normalistas desaparecidos, quien exige justicia y que se le informe sobre el paradero de su hijo

Conmemoró la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) el 54 aniversario del inicio de la huelga que emprendieron universitarios, para conseguir la autonomía total de la máxima casa de estudios. En el acto, el rector Javier Saldaña Almazán llamó a la sociedad a apoyar a los padres y estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
El líder del movimiento estudiantil en 1960, Jesús Araujo Hernández, criticó al gobierno de Ángel Aguirre Rivero.
Durante el acto solemne, que en el monumento a Los Caídos del movimiento estudiantil por la autonomía de la universidad en 1960, en la alameda Granados Maldonado, el rector hizo un llamado a las personas que detuvieron y desaparecieron a los 43 normalistas durante los hechos violentos en Iguala el 26 y 27 de septiembre, para que los liberen.
“A quienes los tengan, que nos los regresen con bien y permitan que se reúnan con sus familias, el sufrimiento de los padres tiene que acabar, así como la situación en la que se encuentra Guerrero”, expresó.
Manifestó que debido a la situación por la atraviesa el estado, “debemos estar unidos” e invitó a los presentes a solidarizarse con los normalistas, así como con el resto de la ciudadanía, de manera que se pueda llegar a un nuevo nivel social en el estado. “Nunca olvidemos nuestro origen, Guerrero necesita que todos nos quitemos las playeras de cualquier organización y nos unamos”.
Indicó que al inicio, la universidad contaba únicamente con 2 mil 300 alumnos y en la actualidad la comunidad universitaria ascendió a 81 mil personas, entre trabajadores y estudiantes, que conviven diariamente. Puntualizó que los estudiantes, no sólo normalistas o universitarios, sino todos, merecen el apoyo y respaldo de la sociedad.
Durante su mensaje hizo una pausa, para pedir a los presentes que dedicaran un minuto de aplausos en honor de los normalistas de Ayotzinapa, al igual que hicieran los universitarios en 1960, que luchan por mejorar las condiciones educativas y laborales de todos los estudiantes en el estado.
Además intervino el padre de uno de los 43 normalistas desaparecidos, Fernando Martínez, quien informó que a casi un mes de que ocurriera la masacre, el 26 y 27 de septiembre en Iguala, aún no tienen noticias de lo que sucedió con sus hijos.
“No hay palabras para expresar el dolor que nosotros, como padres, sentimos. El gobierno le quita a los estudiantes el derecho de estudiar, de ser alguien en la vida, quizá por temor a que nazca otro Lucio Cabañas, un Genaro Vázquez. Yo vengo a exigir y pedir justicia, que nos entreguen a nuestros hijos, ya basta”, dijo.
Manifestó que como padre, se encuentra destrozado y sólo puede limitarse a continuar con su lucha por justicia, de manera que pueda volver a ver a su hijo, así como al resto de los familiares de los 43 normalistas desaparecidos.
La intervención de Fernando Martínez fue aplaudida por los presentes, quienes también gritaron la consigna: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Jesús Araujo Hernández declaró que actualmente se vive bajo “una anarquía e ingobernabilidad” en Guerrero, sin embargo, la universidad cuenta con la ventaja de que los universitarios tienen lealtad hacia la misma, por lo que considera que no se encuentra bajo ningún riesgo.
Indicó que el gobernador Ángel Aguirre no ha sabido manejar la situación en el estado y debería separarse de su cargo, para que los hechos ocurridos en Iguala puedan ser esclarecidos, tal y como dictan las leyes del estado.
“Desde el ejercicio anterior, Ángel Aguirre Rivero ya había cumplido su meta, ya no tenía sentido que repitiera esa calidad de gobernante, sobre todo porque las condiciones actuales son distintas”, expresó.
Puntualizó que el arroyo de sangre que corre por el estado, le da una lección de vergüenza a Europa y América Latina, además de que países extranjeros le reclaman a México que aplique la justicia que se perdió bajo el gobierno de Aguirre Rivero.