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Ricardo Camacho Mondragón, nuevo coordinador de la Policía Judicial en El Coloso

 

A pesar de los constantes cambios, no se han esclarecido varios homicidios en esa área

 Jorge Nava  

A pesar de que constantemente han removido a coordinadores de la Policía Ministerial (Judicial) adscritos en El Coloso, varios homicidios no se han esclarecido.

El domingo pasado, llegó a ocupar esa plaza Ricardo Camacho Mondragón, quien sustituye a Gilberto Organista Nava. Los policías informaron lo anterior ayer, pero aclararon que desconocían cuál es la situación de Gilberto Organista.

Anteriormente esa plaza fue ocupada por Humberto Velázquez Salgado, Silvino Rafael Salinas Orbe, Manuel Salvador Castro Magno, y entre los casos no aclarados está el de dos choferes asesinados en esa zona, también el de una mujer asesinada luego de asistir a una fiesta en la colonia La Esperanza, según notas publicadas en El Sur.

El 25 de diciembre del año pasado, Minerva Rufino Galarza, fue encontrada muerta de una puñalada. La Judicial destacamentada en esa zona informó que el miércoles 24 de diciembre, Minerva Rufino, de 42 años, asistió a una cena de Navidad que organizaron vecinos de la colonia alta La Esperanza, cerca de El Coloso, donde la acompañó su esposo Joel Hernández García.

Se detalló que en el transcurso de la noche hubo una riña, tiempo en que el matrimonio se retiró del lugar y a ella la encontraron muerta al otro día, en un terreno baldío de la misma colonia.

El sábado 1 de mayo, el chofer de una camioneta mixta de alquiler fue asesinado de cinco disparos en la cabeza en la comunidad de El Salto. El domingo 2, el comisario de ese poblado, policías preventivos y rurales, acudieron al lugar conocido como El Maguey, donde hallaron muerto a Esteban Ávalos Velázquez que trabaja en un sitio de ese servicio de transporte, ubicado en el bulevar José López Portillo.

Posteriormente el lunes 3 de mayo, encontraron al taxista Aurelio Aguirre Domínguez, de 40 años, tirado boca abajo, un tiro en la cabeza, atado de pies, manos y amordazado con cinta adhesiva color plomo, en un sitio solitario conocido como La Parota, en el poblado Llano Largo.

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