CARTAS ( Pide a Salvador Aguilar que se defina)

Señor director:

El señor Jorge Salvador Aguilar se pronuncia en su artículo Los trenes no chocaron, por la necesidad de un PRD unido capaz de servir como eje para la conformación de una gran alianza político-social que sea capaz de derrotar al PRI en las elecciones de febrero de 2005. Sin embargo sus comentarios siguen dirigidos en sentido contrario a tal posibilidad al continuar con su campaña de descalificación y denuestos en contra de Zeferino Torreblanca, quien resultó electo para encabezar esta alianza por la gran mayoría del pueblo guerrerense que acudió al plebiscito del 15 de agosto.

En primer término Aguilar dice, sin el apoyo de ninguna fuente o evidencia sólida que respalde sus palabras, que los priístas votaron por Zeferino y no por Chavarría Barrera a pesar de que los reporteros de El Sur corroboraron y publicaron que los dispositivos de vigilancia de los simpatizantes de Zeferino impidieron el voto de priístas en La Venta, La Sabana y Tres Palos, así como en diversos municipios de la Costa Chica.

Luego el señor Aguilar le receta una serie de supuestos consejos al contador Torreblanca para que pueda tener éxito en su objetivo de ganarle al PRI, cuando a todos nos quedo claro que a Chavarría Barrera los consejos de sus simpatizantes sólo le sirvieron para cavar su derrota. Sin embargo en el siguiente párrafo viene la verdadera intención del articulista al señalar que “Torreblanca no está muy dispuesto a la inclusión” y criticar que el candidato perredista a la gubernatura declarara que “las condiciones ahora son distintas a las de la precampaña” para la inclusión de los chavarristas en su gobierno luego de que derrote al PRI.

Se antoja de mal gusto ese comentario cuando faltan siete meses para la elección, lo que corresponderá decidir en su momento de acuerdo con la Constitución del Estado sólo a Zeferino Torreblanca, quien valorará –en función de los graves problemas de subdesarrollo y miseria en que se encuentra Guerrero– los perfiles y la preparación de los candidatos, sin sujetarse a la presión de la corriente que pretenda imponerlos como cuotas de poder, y ya que presume de ser una persona muy leída se sume, utilizando su espacio en El Sur, del que siempre reniega aunque no deja de servirse de él para la reiteración del infundio, con propuestas concretas para la elaboración del plan de gobierno. Asunto éste de vital importancia para los fines de la izquierda en Guerrero y que siempre queda en segundo término para quienes dicen reivindicarla en el estado.

Finalmente quiero decirle al señor Aguilar que no conoce a Zeferino Torreblanca realmente y que lo han desinformado quienes lo han puesto en antecedentes sobre su persona. Convendría que verificara con gente realmente cercana al contador sus repetitivos señalamientos para que confirmara que la mayoría de ellos no tiene sustento en la realidad. Pero si prefiere no hacerlo, ahora que estamos en alerta por la andanada de infundios que en su desesperación preparan los priístas, y continuara diciendo que el PRD debe estar muy unido al tiempo que se va a dedicar como caballo de Troya a golpear desde adentro, mejor que haga un ejercicio serio de introyección y se defina porque en política hay adiciones que suman pero también que dividen y restan.

 Marco Antonio Morales