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CARTAS (Vicario ve la paja en el ojo ajeno, dice Hernández Gardea)

Señor director:  

Considero que el presidente del PRI estatal Héctor Vicario, al descalificar la elección que celebramos en el PRD el domingo pasado, no hace más que ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio.

Por fortuna para los que queremos el cambio en Guerrero y para desgracia de los que quieren sólo continuismo de políticas fracasadas, los ciudadanos guerrerenses dieron el pasado domingo una muestra de madurez política, pues a pesar de las limitaciones económicas con que el PRD llevó su proceso de selección de candidato a gobernador, acudieron a las urnas más de 250 mil ciudadanos a depositar su voto por los precandidatos perredistas, distribuidos en casi mil 500 casillas, un promedio de 167 por casilla. Tal vez si hubiéramos instalado el número de casillas que instala el IFE sin duda que esos votos se hubieran incrementado.

Hoy el PRD tiene candidato legitimado por las urnas, al contrario del candidato del PRI que fue decidido por un pequeño grupo de caciques encerrados en una casa de Huitzuco, la de Héctor Vicario, y ya quisiera este señor haber contado con un número de votos similar a los que recibió Zeferino Torreblanca, Armando Chavarría o tan siquiera los del compañero Ángel Pérez Palacios para lograr ser candidato de su partido, porque si no mal recuerdo, Vicario aspiraba a ser candidato no presidente del PRI.

El PRD ha salido fortalecido de su proceso electivo, no hay deserciones, por el contrario hay incorporación de muchos ciudadanos y el interés de otros partidos políticos que desdeñan al PRI y que prefieren ir junto con el PRD a conquistar la alternancia en el gobierno estatal, que pasa desde luego por la sustitución de un PRI caduco y enfermo de muerte.

Llama “rara” la elección desarrollada por el PRD, pero Vicario se hace marañas en su cabeza, la viga que no ve es la imposición que se dio en su partido y que ha provocado la desbandada de miles de priístas erncabezados por Carlos Sánchez Barrios; la renuncia de regidores y dirigentes seccionales en Acapulco, la renuncia de un ex presidente municipal en Atoyac y otras futuras que vendrán.

Pero ya no sorprenden las declaraciones del presidente del PRI, pues sólo hay que recordar sus pretensiones absurdas de que querer reclamar las regidurías de quienes renunciaron al PRI en Acapulco y la diputacion al licenciado Sanchez Barrios, lo cual no mostró más que a un Vicario soberbio e ignorante de la ley. Lástima que sea senador.

La sola presencia de Vicario al frente del PRI ahuyenta la simpatía de los ciudadanos hacia ese partido, y no creo que si se atreve a salir en su publicidad diciendo “El PRI soy yo”, pues eso no le acarrearía simpatías a su partido, sino todo lo contrario.

Debía Vicario preocuparse mejor porque su candidato, a pesar de hacer una campaña anticipada, gastarse un dineral en propaganda y hacer actos politicos con recursos del Senado (aclaro de una vez que no me refiero a los de su dieta como senador), no ha logrado concitar la simpatía esperada de parte de los ciudadanos. La gente lo dice: Héctor Astudillo podrá tener buenas intenciones, pero mientras responda a los añejos intereses de quienes han mal gobernado y saqueado Guerrero, difícilmente podra tener credibilidad.

 Atentamente
Juan Manuel Hernández Gardea
Secretario de Asuntos Electorales del PRD estatal

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