Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Cuauhtémoc Sandoval Ramírez

Zeferino (candidato a) gobernador  

La masiva participación de los perredistas y sus simpatizantes este domingo 15 de agosto en las votaciones internas donde resultó electo Zeferino Torreblanca Galindo, como candidato del PRD a gobernador es un dato contundente de que los guerrerenses anhelan y desean un cambio en las elecciones del 6 de febrero de 2005 en la conducción del gobierno estatal, hasta hoy monopolizada por los grupos caciquiles que han malgobernado a nuestro estado.

Las cifras son elocuentes: más de 260 mil votantes que acudieron en forma pacífica y ordenada, casi el doble de la votación de las elecciones internas de hace seis años. Casi el 80 por ciento de los votos en todo el estado para Zeferino Torreblanca Galindo quien gana la candidatura de forma legal y legítima. En Acapulco, Zeferino Torreblanca obtuvo el 83 por ciento de votos, en una votación global de 85 mil acapulqueños, casi el 30 por ciento de los votantes.

Estas cifras no serían relevantes, si no fuera por el desconcierto y la confusión creada por la incertidumbre del proceso electoral, ya que se privilegió hasta el último minuto un acuerdo político y fue prácticamente a las 12 de la noche del sábado 14 de agosto cuando se tomó la decisión unánime de ir a las urnas el domingo por la mañana. O sea, que sólo tuvimos las pocas horas de esa noche para echar a andar nuestra maquinaria electoral que con el esfuerzo y dedicación de miles de perredistas hicieron posible esta extraordinaria movilización.

Los resultados de este domingo no se podrían entender sin la contribución que hicieron los cuatro precandidatos inscritos, quienes recorrieron en varias ocasiones el agreste territorio guerrerense en busca de simpatizantes a sus candidaturas y pulsaron la efervescencia preelectoral que existe en todos los rincones de nuestro estado suriano, uno de los más pobres del país.

Félix Salgado Macedonio con su liderazgo indiscutible inició su campaña el domingo 28 de marzo, el día en que terminábamos el Congreso Nacional del PRD en la capital de la república, con una manifestación de 10 mil compañeros en Acapulco. Por su parte el senador Armando Chavarría, con el apoyo del actual alcalde acapulqueño realizó una movilización de quince mil simpatizantes el 21 de mayo en Acapulco y 4 mil en Chilpancingo unos días después. Ángel Pérez Palacios también recorrió varias veces el estado y realizó un sinnúmero de actos de campaña.

El 23 de junio, 35 mil manifestantes invadimos las calles de Acapulco en apoyo a Zeferino Torreblanca Galindo en una manifestación que muchos medios de comunicación la compararon con los cierres de campaña del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y de Félix Salgado Macedonio, hace 12 y 6 años. O sea que el horno estaba caliente para cocinar los bollos. Los resultados de este domingo son la suma y multiplicación de esta movilización.

También ayudó el hecho de que las coincidencias y diferencias entre los precandidatos fueron expuestas a los ojos de todos los ciudadanos, incluso en forma dura y retadora, como ocurrió con el debate radiofónico de hace dos semanas. Como sucede en las telenovelas, los guerrerenses siguieron día con día los incidentes, negociaciones, actos preelectorales de la campaña interna del PRD y las pláticas de café encontraron un nuevo tema de discusión.

En todos los partidos políticos del mundo, las contiendas internas, siempre y cuando tengan un resultado satisfactorio para las partes, contribuyen a calentar el ambiente y favorecen tanto al partido en su conjunto como al candidato ganador. Simplemente hay que recordar la contienda interna entre Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, que a pesar de lo ríspido y difícil del debate, al final contribuyó de manera significativa a posicionar al PRD y a su candidato que ganó la jefatura de gobierno del Distrito Federal.

No se puede dejar de mencionar la gran difusión que tuvo nuestra jornada electoral en los medios electrónicos que siguieron paso a paso nuestro proceso electoral, como la cadena estatal Radio Televisión de Guerrero (RTG) y las principales radiodifusoras, que coadyuvaron a la difusión de la ubicación de las casillas, y a monitorear desde todos los rincones del estado, compitiendo con los juegos olímpicos de Atenas y el referéndum en Venezuela que ganó Hugo Chávez, que acapararon la atención de todo el mundo.

Lo que sigue es convocar de inmediato a todos los partidos políticos guerrerenses que en esta etapa no se han sumado al PRI, para convocar a una alianza electoral en torno al candidato del PRD y un programa de gobierno común. Este pacto electoral debe definir un logotipo así como un nombre de la coalición electoral. En lo particular, me inclino por designarla Todos somos Guerrero, similar a la coalición oaxaqueña.

En el programa de gobierno tenemos que usar nuestra imaginación y nuestras relaciones internacionales. Retomar la ventaja geográfica de nuestras costas y de Acapulco, a menos de 300 kilómetros del DF para canalizar el creciente comercio con la región Asia-Pacífico. Nuestras crecientes relaciones con Japón y China se tienen que traducir en inversiones de infraestructura porturaria. Asimismo, necesitamos relanzar el papel y aportación de nuestros trabajadores migratorios que hoy constituyen el 25 por ciento de los guerrerenses que viven en EU, destacadamente en California, Illinois, Georgia, Texas y Florida.

Para el PRD a nivel nacional, la elección interna en Guerrero trae aires refrescantes, tras el empantanamiento de nuestra candidatura a gobernador en Tlaxcala y la difícil lucha poselectoral en Oaxaca donde el binomio Madrazo-Murat pretende imponer a un nuevo virrey.

Asimismo, constituye un vigoroso impulso a la megamarcha que se prepara en la capital de la república el domingo 29 de agosto, en apoyo al jefe de Gobierno del DF y contra las pretensiones del gobierno de Vicente Fox de desaforarlo y de quitarle su derecho a ser candidato en las elecciones presidenciales de julio del 2006.

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