Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Dan el segundo premio relevante de Cannes a la cinta mexicana Después de Lucía

DPA

Cannes

México se llevó ayer en el Festival de Cannes otro premio a casa: Después de Lucía, la segunda película de Michel Franco, fue distinguida con el premio de la sección Un Certain Regard (Una cierta mirada), la segunda más importante del certamen francés.
El actor y director británico Tim Roth, que presidió este año el jurado de Un Certain Regard, dijo que tanto él como el resto de los miembros del jurado se dieron cuenta de que se trataba de una película extraordinaria. “Es una obra maestra”, aseguró.
Franco, antes de agradecerle el premio a Roth, le reclamó que casi le hizo llorar con sus palabras. “Es una felicidad tremenda que me den el premio con unas palabras tan conmovedoras. Me anima mucho a seguir filmando”, aseguró el realizador, quien quiere dedicar el premio al trabajo realizado.
El director mexicano, que llegó a Cannes hace dos años con su debut Daniel y Ana, comentó que siempre que uno está en competición tiene la ilusión de ganar, pero que ese no era su objetivo primario. “El premio es un sueño, un reconocimiento absoluto al trabajo”, añadió el realizador, que ahora tiene pendiente de estreno Los ojos, que codirigió junto a su hermana y busca un foro, un festival apropiado para exhibirla.
Con una cámara casi imperceptible, Michel Franco (México Distrito Federal, 1979) narra en Después de Lucía la historia de un padre (Hernán Mendoza) y su hija adolescente (Tessa Ia). Tras la trágica muerte de la madre en un accidente de tráfico, padre e hija se trasladan al Distrito Federal, donde la menor sufrirá el acoso de sus nuevos compañeros de colegio (bullying).
Después de Lucía es el quinto largometraje para Mendoza y el segundo para Tessa Ia, que debutó de la mano de Guillermo Arriaga en The burning plain.
Ahora Michel Franco, que ya está escribiendo el guión de su próxima película, tan sólo quiere volver a filmar y no le importa dónde. “Lo único que quiero es seguir haciendo mis películas ya sea en Estados Unidos, Panamá, Colombia o Yugoslavia. Uno está al servicio de las ideas”, explicó.
Y no le diría que no a Hollywood. “Si es interesante (la película), ¿por qué no? Lo que hice no es una película de arte, es una película para el público más amplio posible”, comentó el director, que ya tiene vendida la cinta a ocho países y espera cerrar mañana otros 15 países más, “sobre todo después de las halagadoras palabras de Tim Roth”.
El jurado de Un Certain Regard rompió este año la tradición y concedió sendos premios de interpretación a dos actrices debido a la gran cantidad de buenas actuaciones femeninas y prescindió del galardón masculino. La belga Emilie Dequenne por À perdre la raison, de Joachim Lafosse, y la canadiense Suzanne Clement, por Laurence anyways, de Xavier Dolan, fueron las galardonadas.
Por su parte, Le grand soir, dirigida por Benoît Delépine y Gustave Kerven, se llevó el premio especial del jurado; mientras que Djeca (Enfants de Sarajevo), de la bosnia Aida Begic, se llevó una mención especial.
Después de Lucía competía junto a otros 18 títulos en esta sección, en la que también figuraban Elefante blanco, de Pablo Trapero; La Playa D.C, del colombiano Juan Andrés Arango y el filme colectivo 7 días en La Habana, impulsado por Benicio del Toro, entre otros.
De una u otra forma, México lleva tres días recogiendo premios. Primero fue el español Antonio Méndez Esparza que se llevó con Aquí y allá, una historia sobre la inmigración rodada en México, el premio de la Semana de la Crítica.
El viernes No, del chileno Pablo Larraín, se alzó con el premio de la Quincena de los Realizadores. No es una coproducción con México que protagoniza Gael García Bernal (Amores perros).
Habrá que esperar a mañana domingo para saber si el buen desempeño del cine mexicano en Cannes continúa con la entrega de premios en la sección oficial, donde Carlos Reygadas opta a la Palma de Oro por Post Tenebras Lux.

468 ad