La autonomía en el desarrollo educativo en el país, condición para la soberanía: Didriksson

Aurelio Peláez

En el último día de trabajos del Congreso Internacional de Sociología y Ciencias Sociales (ALAS), el investigador Axel Didriksson criticó la llamada “currícula de competencia” con la que se enseña en el sistema educativo mexicano, pues dijo que ésta no ha servido para el desarrollo del país. Es un sistema que, señaló, ha eliminado además el lado “humanístico” en la educación.
Ya en la rondad de preguntas y ante estudiantes e investigadores del país, y luego de lo que refirió como “el balconeó” que lo ubica junto con el ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, entre las cabezas en la Secretaría de Educación Pública en el gabinete del candidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador –en caso de ganar éste la presidencia– Didriksson advirtió que ese programa educativo, “lo vamos a quitar”.
Durante la mesa redonda, Los retos de la universidad latinoamericana ante el Siglo 21, el ex secretario de Educación en la ciudad de México en el gobierno de Marcelo Ebrard, criticó lo que definió como “visión chata” de la educación del gobierno de Felipe Calderón,
Dijo que el nuevo sistema educativo en el país se debe elaborar “por encima de intereses particulares”, porque lo urgente del mismo es tanto tener autonomía educativa, como una soberanía en su desarrollo científico y tecnológico.
La currícula de competencia, explicó, sólo enseña a los estudiantes el “cómo” resolver las cosas, “un médico sabe cómo aplicar una medicina, un ingeniero cómo construir un puente”, pero después de ello ya no tienen otra visión de la profesión. Por ello, destacó lo necesario de tener un sistema que les permita seguir aprendiendo fuera de la escuela.
En la sesión, realizada en un hotel de la avenida Costera de la ciudad, Didriksson exhortó a “los universitarios” a intervenir en la política, a apostar por el cambio, a no hacerlo “por los Gordillo, por los Lujambio… por los Peña Nieto”, lo que provocó aplausos de los asistentes.
Antes, criticó el proyecto de evaluación educativa que pretende realizar el gobierno del presidente Calderón a los maestros del país, pues dijo, “no sirve, es solamente una prueba”, pero no un seguimiento del proceso educativo.
En su intervención, el investigador panameño Marco Gandásegui, ex presidente de ALAS, destacó la necesidad de que los gobiernos en América Latina apuesten por la educación pública. Sostuvo que los gobiernos deben analizar qué tipo de desarrollo quieren para sus países, y dijo que éstos deben apostar por su propio desarrollo tecnológico, citando el caso de la experiencia china, que tras dos décadas de desarrollar su propia tecnología, hoy se encuentran disputando a Estados Unidos la primacía en el desarrollo tecnológico y el control de los mercados.
En la mesa participó Alberto Bialakowsky, investigador argentino y también ex presidente de ALAS, quien también resaltó la necesidad de apostar por la inversión en las universidades públicas.
En esta sesión, el rector de la UAG, Ascencio Villegas Arrizón, destacó el apoyo que se da en la entidad a los estudiantes indígenas. Contó que la universidad ha acordado reservar el 10 por ciento de los espacios en sus unidades académicas a estudiantes indígenas, “para que compitan entre ellos”, pero que una vez dentro de la institución, se les dará seguimiento a su proceso educativo, porque no se trata sólo de que entren, y que una vez dentro de la escuela los expulsen por no poder acreditar las materias. Explicó que para ello ya se creó una oficina de apoyo en Chilpancingo, y que en los próximos días se inaugurará otra en Acapulco.
El rector anunció además que la UAG apoyará a las universidades interculturales, que tienen entre su planta de estudiantes a una mayoría indígena.
En la sesión de la tarde se instaló la mesa redonda, Crisis global, inequidad, pobreza, desigualdad y exclusión, en donde el investigador de la UAM Xochimilco, Armando Bartra, presentó la ponencia La Crisis desde el sujeto.
En ella señaló que “las crisis multinacionales que desde enero de 2011 sacuden el norte de África y el Oriente Medio son, no las primeras, pero si algunas de las más claras expresiones sociales de la debacle civilizatoria”. Y el movimiento de Los Indignados, Los Ocupas, y en el caso de México, Yo soy 132, han puesto en evidencia esta crisis.
Dijo que los países que han vivido estas revoluciones son aquellos que han vivido reformas agrarias, pero luego fueron revertidas. Estas reformas truncas agravaron además el precio de los alimentos.
Contó que la crisis alimentaria global es inseparable al cambio climático, pero que además los recortes a los subsidios las han agravado.
Bartra destacó no obstante que el cuidado al medio ambiente es un asunto medular de la nueva institucionalidad que se empieza a imponer en los gobiernos latinoamericanos.
“Paulatinamente los pueblos y algunos gobiernos están asumiendo el recambio civilizatorio como su desafío”.
Y es que, dijo, detrás de los descalabros del neoliberalismo está la crisis del capitalismo como modo de producción, “porque detrás de los desórdenes ambientales está el agotamiento del modelo civilizatorio urbano industrial, porque detrás del descreimiento político y la anomia social está el desfondamiento del progreso y la modernidad como paradigmas”, y por ello en lugar de resolver esta crisis con aspirinas, es necesario atender el cáncer.

Homenaje a Gomezjara

Al final del evento el Congreso rindió un homenaje al desaparecido sociólogo Francisco Gomezjara, prestigiado investigador y profesor de la UNAM, quien falleció en 2001, quien entre otros aportes donó a la UAG sus fichas de trabajo con la que escribió Bonapartismo y lucha campesina en la Costa Grande de Guerrero (Editorial Posada, 1979), y Benita Galeana y María de la O, precursoras del movimiento feminista en Guerrero (UAG, 1986).
La investigadora Herminia Foo Kong, de la UAG y coordinadora del Congreso, destacó la aportación de Gómez Jara a la sociología. Recordó que Gómez Jara fue el creador de la llamada Sociología de la Intervención, Esto implicaba “trabajar directamente con los grupos sociales, con la gente de la calle, con los hombres y mujeres de carne y hueso, éstos eran su objeto”. Recordó que visitó burdeles y tugurios cuando hizo su Sociología de la Prostitución, y que frecuentó calles y alcantarillas buscando acercarse a los jóvenes y pandilleros cuando escribió Las Bandas en tiempos de crisis, y que los hacía participar en un proceso de autorreflexión. Además, fue el creador del concepto de sexoservidoras y sexoservidores.
En el acto estuvo el rector Ascencio Villegas Arrizón.