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Manifiestaron intelectuales y artistas su indignación por los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa

Jorge Ricardo / Agencia Reforma

Ciudad de México

Durante la marcha del miércoles del Ángel de la Independencia al Zócalo, Gabriel Macotela pintó sobre el pavimento los retratos de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos hasta ahora.
“Hartos de nuestros políticos, de sus mentiras, sus abusos, su cinismo”, expresó Macotela, quien no fue el único pintor en la marcha. La indignación social esta vez alcanzó a todos.
Los actores Daniel Giménez Cacho y Ana Colchero, los escritores Antonio Ortuño, Yuri Herrera, Alberto Chimal, JM Servín, Margo Glantz y el fotógrafo Francisco Mata Rosas marcharon o expresaron vía internet su indignación.
“El sólo hecho de que #TodosSomosAyotzinapa haya llenado el Zócalo es, en sí mismo, un triunfo”, escribió en twitter Fabrizio Mejía Madrid.
El historiador Enrique Krauze lanzó en la misma red social: “Absolutamente justificada la movilización estudiantil por Ayotzinapa. Alianza, corrupción política y crimen organizado es el azote de México”.
Sandra Lorenzano, vicerrectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, incluyó en la institución a los 43 normalistas, como lo han hecho la mayoría de las universidades mexicanas. “Los 43 estudiantes de Ayotzinapa a partir de hoy son también estudiantes del @ClaustroSJuana Son nuestros compañeros”, tuiteó.
Pasadas las dos de la tarde del miércoles, el actor Gael García Bernal divulgó un mensaje de audio: “Ayotzinapa somos todos. Mi solidaridad con todas las personas que se están manifestando para que nos los regresen con vida”.
En entrevista vía telefónica, el investigador de la UNAM y sicólogo social Pablo Fernández Christlieb, quien también acudió a la marcha, compartió: La indignación por los 6 jóvenes asesinados –a uno de ellos le arrancaron la piel y los ojos– y la desaparición de otros 43, de la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, levantó el disgusto contenido.
“Se trata de un disgusto ético, de un rechazo a la putrefacción política que ha ocasionado más 120 mil desaparecidos”.
Ayer, durante el Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas, Juan Villoro recordó a esos 43 que eran futuros maestros. “México es un país donde los maestros no sólo no pueden enseñar, sino que son asesinados”.
Por correo electrónico, Jorge Volpi, director del Festival Cervantino, resumió lo sucedido en estos términos: “(Esta movilización deja) Una sensación de esperanza frente al horror. La idea de que buena parte de la sociedad comparte el dolor y la indignación de las familias y los amigos de las víctimas. La convicción de que no podemos ser indiferentes a una tragedia que nos implica a todos”.

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