Tumba a Ángel Aguirre la desaparición y el asesinato de normalistas

*El gobernador informa que se separa del cargo vía una solicitud de licencia al Congreso del estado

*Su decisión es para “favorecer el clima político”, dice minutos antes de que el CEN del PRD anunciara que le retiraba su apoyo

*Insiste en que avisó con antelación al gobierno federal de la colusión del ex alcalde de Iguala José Luis Abarca con el crimen organizado

Tumba a Aguirre la matanza y desaparición de normalistas; señala responsabilidad federal

*El gobernador informa que se separa del cargo vía una solicitud de licencia al Congreso del estado. Su decisión es para “favorecer el clima político”, dice minutos antes de que el CEN del PRD anunciara que le retiraba su apoyo. Insiste en que avisó con antelación al gobierno federal de la colusión del ex alcalde de Iguala José Luis Abarca con el crimen organizado

Hugo Pacheco León

Chilpancingo

Veintisiete días después de la matanza de Iguala y la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, lo que abrió una grave crisis de derechos humanos con repercusión internacional, y un día después de una gran movilización social de condena de los hechos en decenas de ciudades del país y del extranjero, el gobernador Angel Aguirre Rivero anunció la tarde de ayer que presentaría al Congreso local una solicitud de licencia para separarse del cargo y con ello “favorecer el clima político”.
Al comparecer en conferencia de prensa en la residencia oficial Casa Guerrero, Aguirre Rivero hizo un resumen de las acciones realizadas por su gobierno inmediatamente después de los hechos, y reiteró que advirtió al gobierno federal con anterioridad a los sucesos del 26 y 27 de septiembre pasado de lo que sucedía en Iguala, la colusión del alcalde y su policía municipal con el crimen organizado.
Y subrayó que “estos hechos nos deben llevar a una reflexión nacional que permita construir una nueva estrategia de seguridad efectiva, que evite tragedias como la que sucedió en Iguala y que no se vuelvan a repetir no sólo en Guerrero, sino en cualquier parte del país”.
Acompañado sólo por su staff –el vocero José Villanueva, el secretario particular Everardo García, su asesor y sobrino Ernesto Aguirre, los secretarios de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, y Finanzas, Jorge Salgado Leyva, el subsecretario de Administración, Víctor Huges; y el senador Sofío Ramírez– un Aguirre con rostro desencajado defendió que su gobierno actuó con prontitud tras los hechos y que de eso habla la detención de 22 policías municipales y la ubicación de las primeras cinco fosas en que se encontraron 28 cuerpos.
Y aunque no aludió a las movilizaciones de repudio en el país y ciudades del mundo, ni a la condena de organismos internacionales, Aguirre dio a conocer que elaboró un informe detallado de los acontecimientos, que será entregado al Congreso del Estado, a las Comisiones Especiales del Congreso de la Unión, así como a las comisiones Estatal, Nacional e Interamericana de Derechos Humanos.
Explicó que los hechos en Iguala, “por sus características, obligaron a la intervención del gobierno federal”, y que “de inmediato” había informado a las instancias competentes y solicitado su colaboración “sin que esto significara que dejáramos de trabajar decididamente para castigar a los responsables, para buscar y localizar a los jóvenes desaparecidos”.
Resaltó entonces que compartió oficialmente la información de los hechos “en el seno de la colaboración institucional con las fuerzas federales”.
Dijo que en este escenario de “tragedia”, se negaba a que el debate público se centre en que si debía o no permanecer en el cargo de gobernador, pues la prioridad debe ser continuar la búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos y garantizar que los responsables de “estas graves violaciones a los derechos humanos, sean castigados”.
Recordó que públicamente dijo que si su separación del cargo de gobernador ayudaba a resolver este asunto, no habría objeción en ello y que señaló también que su obligación era asumir con responsabilidad la emergencia, obligación que encabezó incansablemente hasta este jueves.
Por eso indicó “que para favorecer el clima político, que ponga la atención y la solución de estas prioridades, el día de hoy (ayer), con fundamento en el artículo 84 de nuestra Constitución Política del Estado de Guerrero, he decidido solicitar licencia al Congreso del Estado”.
“Será el Congreso del Estado, el que responsablemente decida, a la o el guerrerense que debe encabezar este esfuerzo en los próximos meses”, dijo.
Luego agradeció a todas y a todos los guerrerenses que lo acompañaron en el gobierno, y a quienes le dieron su confianza y apoyo, pero también a quienes no se lo dieron.
A los partido de las coalición electoral que lo postularon como candidato, el PRD, MC y PT y en su gestión de gobierno, les reconoció su solidaridad.
Pero también agradeció al presidente Enrique Peña Nieto su apoyo, “especialmente en momentos difíciles que vivimos los guerrerenses, especialmente con motivo de los huracanes Ingrid y Manuel”.
Y con la voz entrecortada, el gobernador se despidió: “Estoy convencido que esta es una decisión responsable, para seguir sirviendo al pueblo y al estado que me vio nacer, al pueblo que me debo y al que le he dedicado gran parte de mi vida”.
Enseguida se levantó de la conferencia de prensa y se fue entre aplausos de los funcionarios de su primer círculo, guaruras y empleados de Casa Guerrero. De traje azul oscuro y corbata roja el gobernador dimitente iba serio; el ojo derecho le parpadeaba. Unos fotógrafos de medios de la ciudad de México dijeron que le rodó una lágrima. No aceptó preguntas de nadie.
Alrededor de las 4 de la tarde Aguire había llegado en un helicóptero a Casa Guerrero procedente del Distrito Federal. Aproximadamante a esa misma hora, la Dirección de Comunicación Social del gobierno del estado conovocó a una conferencia de prensa en la Casa Guerrero para las 5 de la tarde, y luego la cambiaron para las 6 de la tarde, pero inició 10 minutos antes y fue transmitida en vivo por la televisión de la ciudad de México.
El gobernador se adelantó a la conferencia de prensa, convocada a las 6 de la tarde en la ciudd de México por el presidente del CEN del PRD, Carlos Navarrete, para dar a conocer la licencia del gobernador.
La ruptura del gobernador con el PRD fue evidente. Pero en este partido en Guerrero, el aguirrismo es la fuerza hegemónica. Ya se verá que pasa ahora.