CARTAS (No intentó hacerse pasar por sicoanalista, responde Salvador Aguilar)

Señor director:

Ojalá me conceda espacio para contestar a algunos lectores.

“El que se lleva se aguanta”; el que publica, se mete de político o de actor, también. Por el nivel de nuestra sociedad y nuestros medios de comunicación, los personajes públicos no tienen vida privada (miren lo que le pasó a la pobre de Michael Vieth).

No me quejo de cómo quieran interpretar los lectores mis artículos; están en su derecho de sacar de aquellos las conclusiones que deseen. Sólo creo que, entre menos plañidos, mejor se puede debatir. No encontré en las cartas ningún argumento que rebatir, pues parece que ninguno de los dos críticos ha leído a Santiago Ramírez, pero sí debo hacer algunas aclaraciones

Jamás intenté hacerme pasar por sicoanalista, sólo como un lector atento de Santiago Ramírez (quien desgraciadamente murió en 1989 y ya no me puede reclamar, señor Padilla Fierro), al que leo desde hace años y, basado en él, intenté hacer un pequeño ensayo para usarlo en el análisis político, si les molestó me disculpo; pero no a todos les cayó mal el intento; me llegaron tres cartas de lectores desconocidos para mí, que lo comentan favorablemente y me dieron más bibliografía. Dicen que, según Max Horkeimer (Historia, escepticismo y metafísica), Maquiavelo fue el primer estudioso de la política que se apoyó en elementos psicológicos para analizar el poder, aunque ya antes Plutarco (Vidas paralelas), había insinuado esa posibilidad; así pues, no se enojen conmigo señores, culpen al griego y al florentino, por querer hurgar en el alma de los poderosos.

Es ingenuo pensar que la sección de lectores de El Sur es el reflejo exacto de las simpatías por los candidatos; en mi correo electrónico hay muchas cartas de lectores que manifiestan sus coincidencias conmigo, que he ofrecido poner a disposición de quien desee publicarlas.

Afortunadamente, esta etapa del proceso ya se va a acabar el domingo 15 (ojalá no vayamos a salir con nuestro domingo siete). No tiene caso tomar con tanta pasión las críticas; ¿para que ganar tantos enemigos, sólo por una gubernatura?; al fin y al cabo, sólo está en juego el futuro de la sociedad guerrerense; terminado el proceso interno, si el triunfador quiere ganarle al PRI, tendrá necesidad de restañar heridas, y en la medida que sean más profundas, será más complicado. ¿Por qué no nos serenamos y asumimos los costos de la democracia?, que es la crítica y el debate, el triunfo y la derrota.

 Atentamente
Jorge Salvador Aguilar