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Venían de recorrido los judiciales emboscados, dice el comisario de San Ignacio

 

 Niega Jesús Rosales que los habitantes del lugar hayan disparado contra los policías. Los judiciales son los que vienen y asaltan a los pobladores con el pretexto de que andan armados, acusa

 Brenda Escobar Zihuatanejo  

El comisario de San Ignacio, municipio de Zihuatanejo, Jesús Rosales Pascacio, indicó que el sábado 31 de julio, fecha en que tres policías ministeriales fueron emboscados, éstos llegaron hasta el poblado y le quitaron dos armas. “A mí me dijeron que andaban en un recorrido de vigilancia, no que efectuarían una orden de aprehensión”.

Ayer, Rosales Pascacio acudió al Ayuntamiento de Zihuatanejo para recuperar su rifle calibre 22 y su pistola calibre 9 milímetros, que los policías judiciales Armando Reyes Quintana, Benito Gatica Alcocer y uno más –que la Policía Ministerial de Zihuatanejo omitió el nombre, “por cuestiones de seguridad”– que le quitaron cuando él regresaba de trabajar en el campo.

Dijo que el encuentro con los agentes ocurrió cerca de las 2 de la tarde, “me quitaron mis armas, yo les hablé del comandante (Francisco Javier Cortés) Osorio y me dijeron que ya está otro, no me detuvieron porque les mostré mi acreditación como comisario y me dijeron “nomás porque eres ley, y ve por ellas allá (a sus oficinas en Zihuatanejo)”.

Agregó: “se fueron recio en el Tsuru, de regreso y ya cuando iban bajando por Pie de la Cuesta fue cuando les dispararon, pero no es cierto que haya sido en El Mamey”.

Ante el planteamiento oficial de que las víctimas iban a El Mamey a ejecutar una orden de aprehensión, el comisario aclaró “no, ellos me hubieran presentado la orden porque yo les pregunté y no me mostraron nada, dijeron que nada más era un recorrido”.

Rosales Pascacio descartó que de ser cierta la emboscada les dispararan habitantes de esa región, “a veces sube gente desconocida, pasan por ahí y ellos sí cargan buenas armas, los que yo conozco de por ahí traen todo el tiempo (armas calibre) 22, escopetas, pistolas, pero cuernos de chivo, no”.

“Son personas que salen de otras partes o andan de un lado para otro, como las personas que andan haciendo males. Pueden ir a San Ignacio, La Puerta, así nomás andan, no fueron gente de ahí ni de San Ignacio quienes les dispararon”, aseguró.

Jesús Rosales aseveró que tanto los habitantes de San Ignacio como de esa zona “le piensan para hacer las cosas, no estamos para tener dificultades con el gobierno, si no se portan mal pues tampoco, aunque ellos (los policías ministeriales) sí se han ido a portar mal pues nomás encuentran a uno y le quitan todo lo que traiga”.

Explicó que los policías de Zihuatanejo y de La Unión “suben seguido” desde hace un año a buscar a presuntos secuestradores, “pero allá no hay, realmente donde se aparecen los delincuentes es en la entrada de Pantla y sobre la carretera a Vallecitos de Zaragoza (Zihuatanejo-Ciudad Altamirano)”.

Atribuyó el abuso de los policías ministeriales a que “la gente de esta zona nunca les tira y si agarran a alguno sin armas le achacan alguna cosa pa’ sacarles billetes”.

Citó el caso del señor Rafael Sánchez Sánchez, campesino que no tiene tierras ni ganado, por lo que alquila su fuerza de trabajo para mantener a su familia, en fechas recientes fue a Pantla a conseguir dinero prestado para llevar de comer a su casa y en el entronque de la carretera hacia Vallecitos de Zaragoza lo acotaron policías ministeriales, “y le quitaron los mil 200 pesos que había conseguido”.

También al campesino Omar Cruz Miranda, que fue detenido por policías ministeriales de La Unión y se lo llevaron a aquel municipio, y allá les cobraron mucho dinero para dejarlo libre.

Añadió que todos los habitantes de esa parte de la sierra de Zihuatanejo viven temerosos por la continua presencia policiaca “que no sube a cuidarnos, sube a intimidarnos y a allanar nuestras casas, ya nomás si un vecino ve en la madruga las luces de un carro nos avisamos rápido para estar alerta, porque no sabemos a qué casa van a meterse”.

Refirió que este hostigamiento lo viven desde hace más de un año, cuando el entonces comandante Federico Peredo Jiménez y sus agentes allanaron sus casas en busca de presuntos secuestradores, “pero ellos saben quiénes son y donde están y ellos mismos les avisan que van a subir para que al llegar ya no los encuentren”.

“En San Ignacio no hay gente mala ni delincuentes, los únicos que andan haciendo males son vecinos que de vez en cuando se emborrachan y andan en las casas pidiendo alcohol, pero somos gente pacífica, por eso queremos que el procurador de Justicia, Jesús Ramírez Guerrero, frene ya tantos abusos de los judiciales”, expresó.

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