CARTAS ( Tenemos memoria, dicen perredistas a Chavarría y Jiménez Rumbo)

Señor director:

Sirva la presente para manifestar nuestro reconocimiento a la labor de informar con objetividad a la sociedad y para solicitar atentamente la publicación de la misma en la sección de cartas de este prestigiado diario.

En los últimos días el equipo de campaña de Armando Chavarría y principalmente David Jiménez Rumbo han emprendido una embestida tendiente a desacreditar los resultados de las encuestas establecidas en la Convocatoria para la definición de candidato a gobernador de Guerrero, por el periodo 2005-2011, señalando expresamente que existe la intención del CEN del PRD de imponer a Zeferino Torreblanca como candidato. Al respecto informamos y opinamos lo siguiente:

Quienes realmente se han impuesto a la mala son precisamente Jiménez Rumbo y su candidato, y como muestra valgan algunos hechos.

Cuando en el PRD se decide integrar a los jóvenes como parte del Comité Ejecutivo Estatal y Nacional en Guerrero realizamos un Congreso de Jóvenes para organizar el movimiento y designar a quién nos representaría en el Comité Ejecutivo Estatal del PRD en Guerrero; en dicho Congreso David Jiménez se impuso a la mala con acarreados de las casas del estudiante para obtener ese espacio desplazando a los organizadores del evento, siendo así como se enquistó en esa instancia.

En el caso de Armando Chavarría en el año de 1997 la Corriente Cívica del PRD, en reunión celebrada en las instalaciones de la Preparatoria 33 de la UAG, tomamos el acuerdo de que nuestra propuesta para diputado federal plurinominal en la V circunscripción era David Molina Francisco, sin embargo, cuando se integró la lista oficial de aspirantes a diputados, el grupo que usufructúa esa corriente nos impuso a la mala a Armando Chavarría, quien nunca tuvo ningún vínculo con el partido, ni aún en los momentos mas álgidos de la brutal represión que sufriera este partido durante el gobierno de José Francisco Ruiz Massieu, llegando a ser candidato externo con la complacencia de los dueños de esa corriente.

A partir de ahí Chavarría obtuvo la Presidencia de la Comisión de Educación del Congreso de la Unión, y valiéndose de sus gestiones construyó “lealtades” apoyando a varios candidatos a presidentes municipales y diputados locales en la elección de 1999, de modo que en el año 2000, sin consultar ni a los integrantes de la Corriente, nuevamente Chavarría se impone por la vía de los hechos como aspirante a la senaduría, montándose en apoyos financieros y en especie de su compadre el gobernador priísta Angel Aguirre Rivero, quien en ese entonces le otorgó dos camionetas nuevas para esa contienda, aparte de lo que recibió en especie, como láminas de cartón, aparatos de sonido, material escolar, cemento, etc., y así ganarle a Pablo Sandoval Ramírez la fórmula que con seguridad ingresaría al Senado.

Finalmente en la última elección de Presidente y Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, Estatal y Municipal, Consejeros Nacionales y Estatales, Delegados al Congreso Nacional y Estatal, Delegados a la Convención Nacional Electoral y Estatal, Armando Chavarría y su grupo diseñaron una estrategia para apoderarse de la estructura burocrática del PRD, a fin de ponerla al servicio de sus ambiciones por la gubernatura (estrategia a la cual no escapó la UAG), en la que valiéndose de sus incondicionales, las planillas contendientes aparecieron bajo el número 4, número con el cual apareció la que encabezó Rosario Robles, aprovechándose de la popularidad y expectativa que despertó su candidatura y consecuentemente, fue la que refrendó su triunfo en dicha elección arrastrando a las que impulsara Chavarría y por tanto, viendo coronadas sus ambiciones personales.

Fue en esta última elección en la que David Jiménez se convierte en el operador central del proyecto personal de Chavarría, aprovechándose para tejer su arribo al Congreso local a partir de manipular las listas distritales de sus compañeros de corriente aspirantes al Consejo Estatal, enlistando en primer lugar a sus incondicionales y desplazando a viejos militantes de ésta.

En estos momentos de definición, manifestamos que los perredistas y la sociedad en general tenemos memoria y sabemos a qué intereses han servido y representan ambos y a qué obedece su conducta. Por lo anterior, resulta inaceptable que nuevamente pretendan imponerse sobre la opinión mayoritaria de los guerrerenses en favor de Zeferino Torreblanca quien indudablemente será el gobernador de este estado.

 Atentamente
Valentino Durán Chávez y Arturo Luna Álvarez
Integrantes del Colectivo Democracia y Patria ¡Ya!