Allanan militares la casa en Petatlán de la madre del dirigente perredista asesinado hace tres años

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El miércoles pasado, un día antes de que se cumplieran tres años del asesinato del dirigente perredista del municipio de Petatlán, Álvaro Rosas Martínez, efectivos militares allanaron violentamente la casa de su madre, María Blas Martínez González, en donde revolvieron todo en busca de armas, y al no encontrar nada, amenazaron a la mujer para que no denunciara.
Perfecto Rosas Martínez, hermano de Álvaro, demandó a las autoridades estatales y federales y a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum), que se investigue la acción militar.
Vía telefónica, el perredista informó que el 23 de mayo, entre 11 y 12 del día, soldados llegaron en dos camiones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a la comunidad de La Barranca del Bálsamo, municipio de Petatlán y que de inmediato se dirigieron a la casa de su madre, María Blas.
Informó que su madre se paró en la puerta para impedirles el paso, al tiempo que les preguntaba si llevaban alguna orden y les pedía una explicación, pero los soldados la empujaron y entraron por la fuerza.
Agregó que por lo que escuchó su madre, los soldados buscaban armas pero que revolvieron y tiraron todo en el interior de la casa, sin que encontraran nada.
El perredista agregó que le informó su madre que al retirarse, el que parecía el jefe de los soldados, la amenazó para que no denunciara el allanamiento.
El dirigente perredista demandó al gobernador Ángel Aguirre Rivero, a las autoridades militares, así como al presidente de la Codehum, Juan Alarcón Hernández, que se realice una investigación de esta actitud que, dijo, es violatoria a los derechos humanos, puesto que no mostraron ninguna orden de cateo, ni había motivos para su ingreso violento a la casa de su madre.
“Es necesario que las autoridades den una explicación de estos actos”, insistió Perfecto Rosas.
Explicó que le parece  extraño que el allanamiento de la casa de su madre haya ocurrido un día antes del día en que se cumplen tres años del asesinato de su hermano, el dirigente perredista Álvaro Rosas, crimen que, denunció sigue en la impunidad puesto que no ha sido aclarado, mucho menos los responsables materiales e intelectuales han sido detenidos.