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Toma el FUNPEG la caseta Palo Blanco; hacen colecta en apoyo a las familias de desaparecidos

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Integrantes del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG), tomaron la caseta de Palo Blanco por seis horas, para solicitar una cooperación de 50 pesos a los conductores en apoyo a las familias de los desaparecidos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa; los conductores lejos de asustarse se mostraron solidarios al colaborar incluso con más dinero del que se les pedía.
Al medio día de ayer un grupo de 45 normalistas, que representan a siete escuelas del estado aglutinadas en el FUNPEG, llegaron y tomaron el control de la caseta de Palo Blanco de manera pacífica y sin resistencia de los trabajadores que operan las ocho casetas.
“¡Muchachos!, sigan así, no tengan miedo, continúen con la lucha hasta que se haga justicia”, gritó una señora originaria del Distrito Federal mientras mostraba su apoyo agitando la mano con el puño arriba.
Bajo los incesantes rayos del sol, con la cara cubierta con playeras, pañuelos y mascadas, los estudiantes de las normales explicaban a los conductores el porqué de su acción, quienes en su mayoría mostraban su solidaridad ofreciendo más dinero para la causa.
La acción organizada por los estudiantes –mujeres y hombres– fue para apoyar económicamente a las familias de los normalistas de Ayotzinapa heridos y desaparecidos en los hechos violentos en Iguala.
Durante la acción no se agredió a ningún automovilista y se permitió el paso a todos los vehículos, incluidas patrullas oficiales de las policías estatal y federal.
Al lugar llegó un grupo de mujeres que viven en la comunidad de Palo Blanco, quienes atentas y presurosas se instalaron en una de las casetas de cobro, donde colocaron una mesa con dos vitroleros de agua de Jamaica, que regalaban a los jóvenes estudiantes.
La mayoría de los conductores que pasaban por las ocho casetas de cobro que operan en el lugar, les preguntaban a los jóvenes si todo estaba bien, y que avances había.
“¿Necesitan algo más?, ¿Cómo están?, ¿Todo bien?, esperemos que encuentren a sus compañeros”, comentaba otro conductor.
Una de las estudiantes normalistas, de 19 años, comentó que a partir de lo sucedido el 26 y 27 de septiembre, cuando tres normalistas fueron asesinados, uno de ellos fue desollado y 43 estudiantes están desaparecidos, la población se sensibilizó.
“Antes, la gente era muy grosera, por más que le explicábamos se la pasaban peleando con nosotros, y luego nos exigían hasta un ticket”, agregó.
A la 1:30 de la tarde, al lugar llegó una patrulla de la Policía Federal que prendió las luces de su torreta y se estacionó en el carril norte-sur de la Autopista del Sol, sin que se bajara de la patrulla el agente; ahí permaneció durante media hora sin intervenir.
Los estudiantes que viajaban en un autobús terminaron su acción para apoyar a las familias de normalistas de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa a las 6 de la tarde, y se retiraron rumbo a su campamento instalado en la Secretaría de Educación de Guerrero.

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