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Cuauhtémoc Sandoval Ramírez

Oaxaca: Murat no merece ganar

En el estado de Oaxaca se celebrará una elección fundamental este domingo primero de agosto, ya que por primera vez se trata de comicios muy competidos donde se disputará la gubernatura y la integración de la                                           Camara de Diputados. Inmediatamente después, el primer domingo de octubre se celebrarán elecciones municipales en ese estado suriano que tiene el mayor numero de ayuntamientos, más de 570, lo cual provoca una gran dispersion administrativa y de recursos humanos y materiales.

En estas elecciones se pretende la reeleccion del actual gobernador Jose Murat (ya que casi nadie conoce al verdadero candidato priísta), con todo el peso del gobierno del estado. Por otro lado, compite una amplia coalicion antiautoritaria Todos somos Oaxaca, que se ha estructurado en torno al PAN, PRD y Convergencia y que postula al ex alcalde de Oaxaca, Gabino Cue Monteagudo.

El gobernador Murat es un singular y picaresco personaje del viejo sistema politico priísta. Empezó su carrera política con Luis Echeverria Alvarez, de quien obtuvo su primera diputacion federal gracias a la reforma electoral que permitio la elección de diputados a los 21 años. Desde entonces, navegando con bandera progresista e incluso de izquierda, ha sido varias veces diputado, senador y finalmente gobernador de Oaxaca.

Un hecho pinta a Murat de cuerpo entero. El 18 de marzo de este año, una noticia nos despertó e incluso dio la vuelta al mundo: Murat había sido objeto de un atentado. Muchos repudiamos el hecho, ya que la violencia como método de hacer política debe ser desterrado de nuestro país. Las primeras contradicciones aparecieron de inmediato divulgadas por los acuciosos medios de comunicación. Las fotos y primeras imágenes de la camioneta balaceada no coincidían con las que divulgó la Procuraduría estatal.

Me ahorro la descripción del hecho, ya que la Procuraduría General de la República demostro que en realidad no tenía características políticas y de que las pruebas estaban alteradas, y que más bien tuvo que ver con el estilo personal de gobernar de Jose Murat.

La PGR deslizó la idea de que en realidad fue un lío de faldas, de parranda, que fue divulgado como un atentado, y que en un primer momento se le trató de achacar a la coalicion opositora. El columnista Miguel Angel Granados Chapa escribía de Murat: “Es un gobernador, por decir lo menos, descontrolado”.

Conozco a Murat desde hace casi treinta años y de lejos he podido observar su atrabancada y ascendente carrera política. Debo confesar que en algun momento pensé que podría hacer un buen gobierno, que mucha falta le hace a Oaxaca. Sin embargo, el autoritarismo y el despotismo fue una característica de estos casi seis años, lo cual le ha generado que tirios y troyanos hoy estemos apoyando la candidatura de Gabino Cue Monteagudo. En lo personal he tenido que participar en actos de campaña junto con panistas como Felipe Calderón Hinojosa y con el canciller Luis Ernesto Derbez.

A fines de 1980, el PCM que acababa de conseguir su registro electoral, me comisionó para tejer una alianza con la entonces radical izquierdista Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI) en las elecciones de noviembre de ese año. Me trasladé a Juchitán y despues de farragosas reuniones logramos integrar una planilla que ganó las elecciones el 20 de noviembre de 1980, con un fraude de por medio. Por esta razón, se realizaron elecciones extraordinarias y en marzo de 1981 ganamos la alcaldía de Juchitán con Polo de Gyves a la cabeza. La COCEI hoy esta dividida y le urge una buena renovación de su estructura con métodos democráticos.

En 1992 el entonces presidente nacional del PRD, Porfirio Muñoz Ledo me comisionó para coordinar la campaña de nuestro candidato a gobernador de Oaxaca, Raúl Castellanos, contra el candidato del PRI, Diódoro Carrasco Altamirano, dirigido por el entonces presidente estatal del PRI, José Murat. A su manera, los últimos ex gobernadores oaxaqueños como Heladio Ramírez, Pedro Vázquez Colmenares y sobre todo Jesús Martínez Álvarez, así como Diódoro se han sumado al bando anti Murat.

De tal modo que conozco y le he seguido los pasos a los personajes que hoy están en la disputa política que tiene lugar este próximo domingo en Oaxaca. De un lado está todo el peso político y económico del gobernador Murat y por el otro está una amplia coalición de fuerzas que se ha ido estructurando en el camino, no sin problemas por la concurrencia de distintos actores políticos enfrentados en la arena nacional.

No todo ha sido negativo en la gestión de Murat. Su interés por los migrantes oaxaqueños a quienes ha visitado en Estados Unidos, contrasta con la nula actividad del gobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, quien olímpicamente ignora al 25 por ciento de los guerrerenses que hoy viven en país del norte. De manera irónica, alguna vez escribí que me alegraría despertarme con la noticia “René Juarez en California, o en Texas o en Chicago”, como sí lo hace en espacios pagados el gobernador Murat.

También hay que abonarle la idea de la fundación de la Universidad del Mar que visité recientemente en Huatulco, dirigida por el maestro Modesto Seara Vázquez, destacado intelectual español que llegó a México en los años negros del franquismo.

Sin embargo, lo que choca y cae muy mal son los carteles espectaculares musolinescos de gran guía y conductor que hay en todo Oaxaca que destacan los logros, reales o inventados, de la administración del gobernador Murat, a pesar de que muchos de los programas están bajo supervisión federal por el desvío de recursos. Yo no sé si es contrapropaganda o propaganda a favor del candidato priísta Ulises Ruiz. Tal parece que el que realmente sigue en campaña es José Murat.

Un triunfo de Gabino Cue en Oaxaca será un signo positivo en esta etapa incierta de la transición democrática mexicana. Hasta ahora tanto el derrotado partido de Estado que gobernó durante 71 años y el nuevo partido gobernante no alcanzan a definir nuevos rumbos para el país. Tendré la oportunidad de asistir como observador electoral, este fin de semana en los distritos electorales 8 y 9 que comprenden parte de la costa oaxaqueña, hecho que me permitirá en un artículo futuro, compartir esta experiencia.

Miscelánea: serenidad y paciencia, son elementos que se requieren para no repetir el áspero diálogo radial entre Armando Chavarría y Zeferino Torreblanca.

Si los Cívicos declaran públicamente que aceptarán un resultado adverso en las elecciones del 15 de agosto, tal como lo señalan las encuestas, entonces debemos realizarlas con mucha imaginación y bien hechas, sin priístas y sin hacernos fraude, ya que legitimarán la candidatura de Zeferino.

No debemos caer en los mismos errores que influyeron negativamente en 1999 y que padeció Félix Salgado Macedonio. Ahora Félix ha jugado un papel constructivo en esta difícil etapa. Todos los consejeros estatales debemos asistir este sábado 31 de julio al Consejo Estatal del PRD en Chilpancingo, donde debe expresarse la nueva mayoría que se ha conformado en Guerrero.

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