CARTAS ( Critica declaraciones del alcalde López Rosas)

Señor director:

Quisiera me permitiera comentar brevemente las declaraciones de Alberto López Rosas sobre las encuestas, porque los acapulqueños no estamos tontos, como él cree, ni nos chupamos el dedo.

Él fue designado candidato mediante una encuesta porque él alegaba que ese era el mejor método. Todos los contendientes aceptaron y él hasta trabajó para que se adelantara porque ya lo andaban alcanzando.

Competir a la mala contra Zeferino y exigirle que vaya a una elección sólo lo define como un ingrato y sucio competidor al servicio de causas extrañas. Y le hago una pregunta: ¿a quién beneficia el fraude en las urnas que derribe a Zeferino? Se la respondo: ¡pues al PRI!

Atentamente

Miguel Azanza

Recuerda la agresión de Los Yopes a perredistas en 1999

Señor director:

Es cierto que algunos poseemos una pésima memoria, también es cierto que cuando nos conviene preferimos no recordar, pero lo más deplorable es callar aun cuando nadie nos lo pida.

Corría el año de 1999, Zeferino estaba a punto de culminar su tercera campaña por la presidencia municipal de Acapulco, el PRD se acercaba cada vez más al triunfo y los perredistas trabajábamos a marchas forzadas en los últimos detalles de la elección que finalmente ganaríamos.

Una semana antes de la elección, Susana de la Paz perseguía mapaches por el rumbo de Puerto Marqués, a nuestra responsable le habían avisado que los priístas estaban entregando despensas en el Crucero de Cayaco. Rápida, nuestra brigada interceptó una camioneta verde de tres toneladas y media con despensas que llevaban impreso el logotipo del PRI llamando a votar por su candidato. Hasta ese momento los delincuentes electorales discutían acaloradamente con los perredistas y con ciudadanos que pasaban por la calle, nuestros compañeros resolvieron finalmente trasladar a los priístas a la agencia del ministerio público del Coloso, pero… se presentaron las huestes de José Guadalupe Perea. Los Yopes descendieron de dos camiones urbanos armados con chacos, toletes, cadenas y piedras, vestían pantalón negro, playera naranja y mascadas del mismo color. Era un grupo de choque preparado para golpear, organizado y financiado por el señor Perea.

Pablo Sandoval, luchador de toda la vida, preparaba la defensa arengando a nuestros compañeros, pero ellos eran más y estaban armados. En esa agresión resultaron lesionados nuestros compañeros Fernando Terrazas, Ulises Guzmán y Armando Sandoval entre otros, también destruyeron la camioneta de nuestro partido, la policía municipal se retiró para permitir la agresión y la agente del ministerio público se negó a levantar el acta a pesar de todas las evidencias.

Pero si la infamia no fuera suficiente, hoy la presidenta y el secretario general de nuestro partido en el municipio se aprestan a abrirle las puertas a los delincuentes electorales que golpearon a nuestros compañeros.

Todo sea por el triunfo dicen, y el cínico pragmatismo de algunos nos avergüenza a todos los perredistas.

Ganar por ganar, no importando el cómo ni el con quién se ha venido convirtiendo en la lógica de toda elección… hasta que el destino nos alcance.

Nuestra anónima y muchas veces heroica militancia ha luchado por un partido distinto, un partido digno, con honor, con memoria, a ellos nuestro respeto; a los burócratas del partido, la deshonra toda.

 Atentamente
Martín Hernández González