Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Víctor Cardona Galindo

PÁGINAS DE ATOYAC

*Ayotzinapa, una historia de lucha (Tercera parte)

Hasta encontrarlos. “Porque vivos se los llevaron y vivos los queremos”.

En la segunda mitad del año 1969, se desarrollaba en el país un movimiento estudiantil en defensa de las normales rurales porque en el siguiente ciclo escolar el gobierno federal se había propuesto desaparecer 14 de ellas. Las escuelas estaban vigiladas y los alumnos eran hostigados permanentemente. El Ejército y la policía tenían órdenes de disolver cualquier reunión que detectaran.
Por eso, los detenidos el 17 de agosto por efectivos del Ejército mexicano en El Ticuí, Octaviano Santiago Dionicio, Israel Rebolledo Flores, J. Jesús Santiago Nogueda, José Luis Gudiño Vázquez, Ramiro Onofre Gudiño y Antonio Rodríguez Díaz fueron trasladados, fichados e interrogados en la XXVII Zona Militar, con sede en Acapulco.
Para el 18 de agosto, continuaban registrándose movimientos estudiantiles en diversas normales del país, protestando por la decisión de la SEP de clausurar 14 normales rurales. Ese día se celebró en la ciudad de Oaxaca, en el edificio central de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca, con una asistencia de aproximadamente 300 estudiantes, un evento para conmemorar el primer aniversario del día en que “el estudiantado oaxaqueño se sumó al movimiento estudiantil de la ciudad de México”, con la presencia, entre otros, de la Escuela Normal Rural de Reyes Mantecón y la Escuela Normal Rural para señoritas de Tamazulapan, decía un informe de la policía política.
En la ciudad de Chihuahua, Chihuahua, a partir de la 1 de la tarde se instalaron frente al Palacio de gobierno aproximado 100 estudiantes de las Normales Rurales de Salaíces y Saucillo; realizan “un mitin informativo a la ciudadanía”, considerando el cierre de las normales como una medida drástica del gobierno federal “para terminar con el último reducto de educación popular” “… el Gobierno teme a los estudiantes normalistas porque son gente que siempre estará a favor de la justicia”, informaba un agente de la Dirección Federal de Seguridad (DFS).
También en la ciudad de Mérida, Yucatán, los estudiantes de la Escuela Normal Rural de San Diego Tekax repartieron un volante en su defensa, anunciando que realizarían el 21 de agosto una marcha de Tekax a Mérida. “En Tixtla, Guerrero, la Normal Rural de Ayotzinapa continúa en reparación de sus instalaciones. La policía vigila en las inmediaciones del plantel”, informaba la DFS el 18 de agosto de 1969.
De estos informes encontrados en el Archivo General de la Nación (AGN) se desprende que “estudiantes detenidos el día anterior en El Ticuí, Atoyac de Álvarez, son ‘interrogados’ por el Agente del Ministerio Público Federal, dentro de las instalaciones de la XXVII Zona Militar con sede en el Puerto de Acapulco”.
Los informes policíacos hablaban del resultado de los interrogatorios. “Octaviano Santiago Dionicio es originario de Atoyac, tiene 18 años de edad, estudiante de la Normal Rural J. Guadalupe Aguilera de Canatlán, Durango. Llegó a Atoyac en julio de 1969, inmediatamente se puso en contacto con estudiantes normalistas que residen en Atoyac y El Ticuí, entre ellos, Juan Abarca Mateos, Eduardo Bello López, Guillermo Bello López, Israel Rebolledo Flores y José Luis Hernández, con quienes se organiza en esa región para tratar de resolver el problema de la Normal Rural de Ayotzinapa. Junto con otros estudiantes, elaboró un volante en el que se ataca a las autoridades federales por ordenar la supresión de las Normales… La Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) facilitó el material para la elaboración del volante”.
“Israel Rebolledo Flores es hijo de campesinos, tiene 18 años de edad, estudiante de segundo año en la Secundaria federal de Atoyac, peón en el canal de irrigación en Atoyac, ex miembro del Club Juvenil Atoyaquense integrado por elementos de izquierda que radican en Atoyac. Asiste a varias juntas donde se tratan problemas relacionados con las normales rurales a invitación del profesor César Núñez Ramos”.
“J. Jesús Santiago Nogueda tiene 18 años de edad, estudiante de segundo año de la Secundaria Federal de Atoyac. En casa de José Luis Gudiño Vázquez se da cuenta que se elaboraban volantes en favor del movimiento Normalista. Conoce que Dionicio Silva Radilla, (Decidor Silva Valle) El Negri, e Hilda Flores Reinada (Solís) participaron en la redacción de los volantes, así como que maestros de Chilpancingo realizan juntas de orientación con estudiantes en el domicilio de El Negri y en la (casa) de Juan García Fierro. El jefe o director del actual movimiento en Atoyac es el profesor Ramiro Morales Pérez, quien estudia en la Normal Superior de Capacitación en Chilpancingo y pertenece al Movimiento Revolucionario del Magisterio”.
“José Luis Gudiño Vázquez es hijo de campesinos, de 16 años de edad, estudiante de segundo año en la secundaria de Ayotzinapa. Señala que los gastos para la elaboración de los volantes se hicieron por cooperación entre jóvenes normalistas. El mimeógrafo que utilizaron les fue entregado por Ramiro Onofre el mes pasado. Ramiro y Octaviano se encargaron de elaborar el esténcil, además de ser los principales dirigentes del movimiento en Atoyac”.
“Ramiro Onofre Gudiño tiene 18 años de edad, hijo de campesinos, egresado de la Escuela de Ayotzinapa. Señala que el mimeógrafo, donde elaboraron los volantes, le fue entregado personalmente por Adolfo Lozano, Secretario General de la FECSM a mediados de junio. El dinero para la elaboración de volantes la obtenía por cooperación entre los normalistas radicados en la región. Los textos los redactaban junto con Octaviano Santiago, José Luis Gudiño y otros más. Escogieron El Ticuí para celebrar su asamblea porque en Atoyac existe mucha represión por parte de las autoridades. En una reciente reunión, a la que asistieron, entre otros, María de Jesús López y Josefina Hernández, de Palmira, Morelos; Enedina de la Cruz Martínez, de Atequiza, Jalisco; y Antonio Rodríguez Díaz, de El Ticuí, se acordó formar brigadas de orientación para visitar campesinos e informarles de su movimiento, así como proveerse de fondos para lo mismo y hacer pegas de volantes y elaborar pintas”.
“Antonio Rodríguez Díaz, originario de El Ticuí, hijo de campesinos, de 17 años de edad, termina sus estudios en la Secundaria Federal Antonio Delgado de Chilpancingo, Guerrero. Señala que Onofre Gudiño y José Luis Hernández Barrientos, de la Normal Rural de Ayotzinapa, le solicitaron su domicilio para celebrar una junta el 17 de agosto, día en el que los detuvieron los soldados. El evento se realizó con la asistencia de 10 jóvenes de diferentes normales con el objetivo de ‘darles instrucciones sobre las tareas inmediatas a realizar en favor de la Normal Rural de Ayotzinapa’. Se percató que en otras reuniones participaron Santiago Dionicio, José Luis Gudiño, Ramiro Onofre, Miguel Ludwig Téllez, y El Negris. Estudiantes de la Normal Rural de Palmira, Morelos, que residen en El Ticuí, han sostenido varias juntas en el domicilio de Delia Gudiño de Jesús, a la que asistieron padres de familia, los que han aportado una cuota mínima de $10.00 para ayudar al movimiento. Antonio participa en una brigada que efectuó pegas de propaganda. Ha orientado a los campesinos de El Ticuí, principalmente a los peones de su padre, explicándoles el problema de las Normales, criticando al gobierno federal y no ha tenido éxito en la recolección de dinero para el movimiento”.
Después de los interrogatorios en los que les dejaron claro que era delito elaborar volantes y reunirse para organizarse en contra del gobierno, los militares los pusieron en libertad y así pudieron regresar a sus casas.
Es que para ese tiempo Lucio Cabañas ya estaba en la sierra y Genaro Vázquez había escapado de la cárcel de Iguala. Por eso para el Secretario de la Defensa Nacional (SEDENA) general Marcelino García Barragán “los grupos que operan en Atoyac y Coyuca de Catalán pueden tipificarse como guerrillas rurales por su ideología radical, armamento que poseen, adiestramiento y el adoctrinamiento que en la conciencia de los campesinos tratan de imbuir, sobre ideas de extrema izquierda, contacto para tal fin con el apoyo incondicional de numerosos profesores egresados de las escuelas normales rurales, especialmente de Ayotzinapa”.
Y es que sí, los estudiante de Ayotzinapa estaban apoyando al movimiento guerrillero, Wilfrido Fierro registra que el 18 de mayo de 1970, “En la madrugada de hoy, fueron detenidos los jóvenes estudiantes Octaviano Santiago Dionisio, Josafat Hernández Ríos, José Isabel Radilla Solís, Valentín Nava Loeza y Julio Castro Vázquez quienes estudian en Chilpancingo y Ayotzinapa Gro. La detención fue en esta ciudad de Atoyac, al ser sorprendidos pegando panfletos y pintando fachadas, incitando a la rebelión y a la violencia armada, por instrucción de los profesores Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas, quienes operan como guerrilleros en la sierra de éste municipio”.
Los estudiantes de Ayotzinapa siempre han sido solidarios con todos los movimientos sociales, principalmente con la Universidad Autónoma de Guerrero. Durante 1973, la UAG enfrentó la reacción interna y externa. Los porros tomaron la rectoría y el edificio docente fue resguardado por los seguidores del Rector Rosalío Wences Reza. Ya para el 21 de noviembre de ese año había en Chilpancingo, representantes de todas las escuelas de la Universidad en el estado y de estudiantes de Ayotzinapa a favor del Rector. Después de marchar a las 20:10 horas, se constituyeron en asamblea permanente. Y ante ésta fuerza ese día en el patio central del edificio docente el Rector rindió su segundo informe.
Como Ayotzinapa, en el país existieron 36 planteles que se crearon hasta 1934 para alfabetizar y educar al campesinado mexicano. Las normales rurales tuvieron continuidad y un fuerte impulso durante el sexenio del presidente Lázaro Cárdenas del Río, cuando recibieron la encomienda de eliminar el analfabetismo y de llevar la educación desde la costa hasta la sierra.
De los 36 planteles creados, actualmente sólo prevalecen 17, puesto que el gobierno se ha encargado de cerrarlas argumentando que ya no son necesarias en los nuevos tiempos. Los estudiantes han resistido esa política exterminadora del gobierno desde 1934, cuando en Álvaro Obregón, Tabasco, se llevó a cabo en julio y agosto el I Congreso de Estudiantes Socialistas de México, y fundaron la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), organismo estudiantil, que es el más antiguo de México, que ha sido el eje articulador del movimiento normalista. Y sus dirigentes han sido verdaderamente heroicos, porque sin la existencia de ese movimientos estudiantil, las normales ya hubieran desaparecido todas.
Los normalistas de Ayotzinapa han sido gente de lucha, en 1940 tuvieron que armarse y prepararse para defender la Normal a sangre y fuego cuando un seguidor de Juan Andrew Almazán intentaba asaltarla y matar a los maestros para acabar con ese reducto comunista. Se decía en ese tiempo que Almazán, quien perdió las elecciones ante Manuel Ávila Camacho, se levantaría en armas, y se hablaba también de un fuerte desembarco de armas en Zihuatanejo. En diversas partes de la sierra había gavillas dispuestas a tomar las armas en contra del gobierno.
Un político tixtleco de nombre Román Campos Viveros levantó un grupo de hombres armados y, encabezando una gavilla, se proponía tomar la ciudad de Tixtla, pero primero iría a Ayotzinapa para colgar a los profesores comunistas de la Normal. Por eso los normalistas se armaron y, haciendo guardias nocturnas por días, esperaron con los rifles en la mano, pero el ataque nunca se concretó porque el movimiento rebelde, al no encontrar eco entre los campesinos, se disolvió en Apango.
Fue en 1940 cuando los estudiantes normalistas rurales organizaron su primera huelga nacional exigiendo más presupuesto a la pensión alimenticia en los internados, en ese movimiento tuvieron logros. Pero en aquél tiempo, como ahora los allegados al poder decían “¿Cómo se atreven esos insolentes a plantear huelgas al gobierno que los está manteniendo? ¡Son unos malagradecidos! ¿Cómo que exigen zapatos? ¿Acaso no hay maestros de huaraches?”
Al año siguiente se inició la primera campaña gubernamental en contra de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, la inauguró el gobernador interino de Carlos Carranco Cardoso, el primer mandatario del PRI (el anterior era del PRM) y descendiente de aquel Matías Carranco que entregó a Morelos.
Carranco se planteó destruir a los comunistas, y el principal foco de ellos estaba en Ayotzinapa.

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