Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

CARTAS (Responde Salvador Aguilar a Gregorio Urieta )

Señor director:

Quiero aportar estas reflexiones a los lectores de El Sur, respecto a la respuesta de Gregorio Urieta. Espero que haya espacio para ellas.

Un periodista que en esta coyuntura no tenga preferencias por uno de los candidatos del PRD, es una rareza que debería ser exhibida. La contienda se ha polarizado tanto que no hay nadie interesado en la realidad política guerrerense que no esté de uno y otro lado. Y eso no tiene nada de malo. Gregorio Urieta niega tener preferencias, pero las manifiesta al defender a Zeferino de manera tan apasionada.

Jamás he hecho una difamación a Zeferino Torreblanca. ¿Acaso es difamación decir que es un rico empresario, que su gobierno careció de una política social de largo plazo, que tuvo una relación estrecha con Acosta Chaparro (ya lo reconoció), que apoya el voto al IVA en alimentos y libros, que dice que no hará alianzas con nadie después del 15?

No aspiro a un periodismo ascéptico, deseo uno objetivo, donde el cerebro se sobreponga al hígado. En dos renglones Goyo me propina cinco adjetivos: mentiroso, descalificador, vil y difamador. Y más adelante me dice mercenario, interesado en defender una chamba. Son muchos adjetivos para no tener simpatías. Ni siquiera los encargados de comunicación social del acapulqueño han sido tan exuberantes.

Hay periodistas que se involucran en la contienda y cuando hay reclamos de los afectados apelan a la libertad de información. En una sociedad democrática no hay intocables, tampoco los periodistas que se equivocan. Los asesores de comunicación social suelen aconsejar a los políticos que aunque tengan razón no reclamen a los medios para no indisponerse con ellos. Yo soy un simple ciudadano interesado en analizar la política; no tengo porqué dejar de expresar mis críticas a quien, desde mi punto de vista, no hace bien su trabajo. Hay políticos que tienen la piel muy delgada, pero también hay periodistas que                                                     no quieren que los toquen ni con el pétalo de una crítica.

Reitero aquí mi convicción de que El Sur es el mejor periódico de Guerrero, pero esto no lo exime de errores y tampoco tenemos porqué callarnos las críticas. El Sur nació como una empresa social, cualquiera que sea su situación jurídica. Creo que nadie tiene derecho a derrochar su prestigio. El problema de fondo no es reportar cuatro mil, donde realmente son dos; eso es secundario y subjetivo mientras no exista un contador de multitudes; a lo que todo medio de comunicación está obligado, sea de izquierda o de derecha, es a mantenerse a distancia de las facciones políticas.

Al final, gane quien gane en esta disputa, los políticos tendrán que ponerse de acuerdo, porque esa es la naturaleza de la política. Pero cualquier medio de comunicación que haya tomado parte en ella, pagará un alto precio en credibilidad, sea quien sea el triunfador y recuperarla será un trabajo de años.

 

Atentamente

Jorge Salvador Aguilar

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