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El gobierno no puede imponer cambios en la Policía Comunitaria: relator de la ONU

Participa en la Conferencia Mundial de Educadores para la Paz

Es necesario que se negocie entre ambas partes cualquier reforma, pues esa agrupación es un esfuerzo de los pobladores, dice Rodolfo Stavenhagen

 

Adalberto Valle Sánchez

El relator especial de la ONU para Pueblos Indígenas, Rodolfo Stavenhagen, alertó que el gobierno de Guerrero no puede imponer una decisión sobre las comunidades para cambiar la figura de la Policía Comunitaria, por lo que pidió se abra un espacio de negociación entre los involucrados.

En declaraciones luego de participar en la inauguración de la Conferencia Mundial de la Asociación Internacional de Educadores para la Paz, Stavenhagen dijo que la Policía Comunitaria es un esfuerzo de los pobladores que debe ser respetado.

“Que las comunidades digan cómo quieren manejar ese asunto. Cambiar la figura va en contra de la idea misma de la creación de la policía, que es un esfuerzo colectivo de las comunidades por la seguridad interna. Si se pasan a otro sistema de seguridad se desvirtúa el motivo para el cual fue creada. Hay que verlo con cuidado y buscar una solución adecuada a las necesidades de las propias comunidades”, señaló.

Por otro lado, al preguntarle sobre el señalamiento que hicieron el comandante anterior de la Novena Región Militar, Mario López Gutiérrez, y el delegado de la PGR en Guerrero, José Alberto Rodríguez Calderón, respecto a que los indígenas colaboraban con los narcotraficantes e incluso trabajaban para ellos, Stavenhagen respondió: “No sé en que estén basadas esas acusaciones. Si son ciertas, hay procedimientos que debe seguir la justicia, y si no es cierto es muy peligroso acusar a toda una comunidad de cometer delitos”.

–Los indígenas han pedido reiteradamente que los soldados salgan de las comunidades.

–Sí, ellos consideran que la presencia permanente de soldados les crea inseguridad. Hay casos de denuncias, de hechos imputados a los soldados. Es una demanda legítima que debe ser atendida.

–¿Por qué no incluyó en su reporte anterior ante la ONU, los casos donde se involucraban a militares con las violaciones a mujeres indígenas en Guerrero?

–Cuando lo redacté recogí muchísima información proveniente de Guerrero y otras partes del país, proporcionada por asociaciones y organizaciones de defensa de los derechos humanos. Les pedí que sus denuncias las documentaran lo más posible con hechos reales. Para un relator no basta una denuncia, se debe tener evidencia real. Entonces se mencionaron casos que estaban bien documentados. Tal vez alguna que otra denuncia quedó fuera porque no había información suficiente en ese momento, porque además ante la ONU yo doy un resumen muy apretado de 22 páginas.

–Pero, ¿podría retomar alguno de los casos que en su momento no fueron bien documentados?

–Sí, hay muchos, no los tengo a la mano, pero tengo mucha información y estoy trabajando en una segunda versión de ese informe, más amplia, con toda la información, y estamos en contacto con las organizaciones para obtener más datos que puedan ser utilizados.

–¿Hay respeto de los derechos humanos en Guerrero?

–Creo que hay un esfuerzo considerable que se hace para mejorar esta situación, sobre todo en las comunidades indígenas, pero también hay denuncias de casos lamentables de violaciones a los derechos, por lo que las autoridades tienen la obligación de seguir con mucho cuidado cualquier denuncia o reclamo.

–¿En qué sentido van esas denuncias?

–No puedo decirlo porque no he seguido con atención el caso específico de Guerrero.

–¿Las autoridades han ayudado al respeto de los derechos humanos?

–La creación y el respeto de la Comisión Estatal es un paso adelante muy importante. El compromiso del gobernador (René Juárez) me parece muy positivo. Eso no siempre se traduce de inmediato en efectos positivos, es un estado complejo, hay municipios aislados, hay cacicazgos, intereses económicos y políticos locales que no responden tan abiertamente a las decisiones o exhortos de los defensores.

El relator de la ONU destacó el trabajo de organismos como Tlachinollan, “que lleva años en esa tarea, pero que también ha sufrido hostigamiento, amenazas, persecuciones de quienes no les gusta” el trabajo a favor de los derechos de las personas.

–¿En qué se debe trabajar en Guerrero?

–Fundamentalmente en la situación de los pueblos indígenas, la zona de La Montaña donde están los más pobres, los marginados, hay violencia latente.

–¿Qué informe tiene del caso del municipio de Xochistlahuaca, donde hay un conflicto entre la autoridad oficial y las autoridades tradicionales?

–Me ha llegado alguna información pero me gustaría conocer más. No puedo opinar porque no tengo toda la información.

En México hay autoridades que se oponen a los usos y costumbres

En su ponencia, llamada La crisis actual de los derechos humanos, con la que se abrió el acto que durará cinco días en Acapulco, Rodolfo Stavenhagen destacó que en México hay autoridades que se oponen a los usos y costumbres de los indígenas, sin embargo, aceptó que al interior de los pueblos se violan derechos individuales, sobre todo con las mujeres.

“Las políticas de ayuda social a favor de los indígenas han disminuido en México, por lo que se vuelven derechos inalcanzables para muchos. Pero también es cierto que el estado ha violado los derechos de los pueblos”, apuntó.

Por otro lado, negó que en México las comisiones y organismos de derechos humanos defiendan a los delincuentes.

Añadió que en América Latina hay un panorama menos favorable que hace algunos años, y lamentó que las estructuras para la aplicación de los derechos de las personas sean atacadas por su desempeño.

Por último, dio a conocer que de acuerdo con un reciente reporte de la ONU, hay 46 países en los que actualmente existe población más pobre que en 1990, mientras que en 25 naciones la gente sufre de más hambre que hace una década.

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