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Fortalecen lazos musicales participantes en el Festival Internacional de Guitarra

 

Finaliza el viernes en Taxco el encuentro internacional entre ejecutores de ese instrumento

Claudio Viveros Hernández Taxco de Alarcón

Una semana guitarrística finalizó aquí con la presencia de instrumentistas nacionales y extranjeros que le dieron vida y presencia a Taxco a través del Séptimo Concurso y Festival Internacional de Guitarra 2004 efectuado del 11 al 16 de julio en homenaje al maestro argentino Juan Falú.

La jornada concluyó con la entrega de los premios a los ganadores del concurso y un concierto por la noche en la parroquia Santa Prisca, antecedido por una fiesta de bohemia, trova y sentimiento en el corazón de la ciudad a cargo del grupo Yahal Hab de Yucatán que derrochó alegría y sensaciones de viejos y jóvenes.

Festiva, suave, melancólica, intensa, fue la jornada artística lograda con el apoyo de diversas instituciones, empresas de la iniciativa privada y medios de comunicación incorporados al desarrollo cultural a iniciativa de la impulsora de este evento y directora del Centro Cultural Taxco, Rosario Cambray García, quien a dúo con el guitarrista Juan Carlos Laguna, atrajeron la atención de artistas junto al público en esta ciudad y otros municipios con el apoyo de los ayuntamientos, casi en todos los puntos cardinales de Guerrero.

El sábado por la madrugada partió toda la caravana de guitarristas invitados hacia sus lugares de origen, lo mismo que muchos de los concursantes al lado de acompañantes y sus familias luego de haber vivido los conciertos. El concurso fue bastante competido en un ambiente armónico, además de las clases magistrales impartidas entre la arquitectura y los paisajes que ofrece Taxco a los visitantes.

En opinión del maestro Antonio Rodríguez de Cuba, quien también fungió como jurado calificador, el festival fue maravilloso, sobre todo por el nivel de relaciones que se logró entre los maestros participantes, concursantes, alumnos y organizadores.

“Tuvo la propiedad de lograr la unidad entre todos, me voy contento y con ganas de regresar. Me encanta dar clases, es una experiencia de retroalimentación, uno va conociendo la música que tocan los muchachos, no sólo a través del repertorio, sino sus sueños, ambiciones, las cosas que tienen que superar. Para mí, el sonido de cada uno de ellos me dice más que un currículum vitae. Yo soy un poco místico, para mí el sonido del hombre no es más que la vibración de su alma expresada a través del instrumento, me fascina, ha sido una experiencia deliciosa.

En cuanto a las clases, como las que impartió ante una veintena de jóvenes en la Casa Borda, tal como les dijo una y otra vez, la selección de las piezas de repertorio, si está mal puesto hace daño, que si está bien puesto puede provocar un desarrollo intelectual, emocional y físico mecánico del intérprete, sobre todo en edades de formación.

“Yo como maestro pienso mucho en el repertorio de mis alumnos porque es como la medicina, va a darle lo que necesita el muchacho, afianzar sus virtudes o eliminar sus carencias y defectos. Es como la medicina: Si tú recetas un medicamento inadecuado donde no va, matas al tipo. Así sucede con el repertorio. El repertorio tiene que propiciar varias cosas: Las lagunas que existan, eliminarlas, afianzar las virtudes y condicionar un crecimiento espiritual, no hay otra forma.

“Te puedo decir -comentó a El Sur- que los organizadores del Concurso y Festival Internacional de Guitarra de Taxco tienen un serio problema, tienen una bomba de tiempo: Demasiada gente tocando mucha guitarra, tienen muchachos que cuando esos niños despeguen la guitarra en México va a ser un boom social, van a exportar guitarristas. El Concurso en Taxco tiene un nivel europeo, no sólo por la cantidad sino por la calidad de lo presentado, hay alumnos fabulosos, tocan, sienten y tienen un mundo interior tan peculiar”. Satisfecho de su estadía en Taxco agradeció de los organizadores quienes con su contribución y aporte hicieron posible un evento de estas características.

Para el maestro y guitarrista Luis Zumbado, director del Festival Internacional de Guitarra de Costa Rica, le dio mucha alegría ver como el festival crece, no solamente por el cambio de nacional a internacional, sino por la participación de los concursantes, que fue de muy alto nivel, por lo que una vez más se comprueba tanto talento y tradición musical.

“Me ha sorprendido el espíritu de superación, de competitividad sana de los jóvenes que vinieron de todo el país. Así mismo, la organización demuestra un alto nivel profesional y la alegría de este pueblo de recibir en una semana tanta música de guitarra. Para nosotros, en Costa Rica, será un honor recibir al ganador del primer lugar como uno de los premios ofrecidos, el público costarricense agradecerá su participación en nuestro Festival Internacional de Guitarra en septiembre próximo”, apuntó.

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