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Ir solo o en alianza con un frente opositor, disyuntiva del PAN en estas elecciones

Aurelio Peláez

El Partido Acción Nacional se enfrenta ante la disyuntiva de contender con candidato propio al gobierno del estado o aliarse en un frente opositor, que encabezaría el PRD. Este año, la experiencia de la alianza PRD-PAN se ha dado en Coahuila, donde el perredismo se sumó a la candidatura del diputado federal Javier Corral –donde perdieron– y en Oaxaca, donde ambos partidos respaldan la candidatura de Gabino Cué, quien tiene origen priísta.

No obstante, la alianza se frustró en otros estados como Durango, donde ganó el PRI; en Zacatecas, donde el PAN estuvo a punto de integrar un frente antiperredista con el PRI, en elecciones que ganó la perredista Amalia García, y en Veracruz, donde el PRD se sumó al candidato de Convergencia, Dante Delgado, en un proceso en el cual se da por hecho que ganará el priísta Fidel Herrera.

A su convención del próximo 22 de agosto el PAN irá con sólo un precandidato registrado, el ex delegado estatal Francisco Rodríguez Otero, empresario de reciente afiliación al partido y quien hace cinco años aún hacía vida política en el PRI.

La comisión electoral de la delegación estatal, que preside el jaliciense Cornelio García, negó el registro como aspirantes a la diputada local Porfiria Sandoval, cercana al ex coordinador de la fracción de diputados locales Max Tejeda, y al ex presidente del partido, Enrique Caballero Peraza, sancionado hace seis años por irregularidades en el manejo de las cuentas financieras del partido.

Enrique Caballero, quien fue presidente estatal del PAN entre 1992 y 1998, señaló hace unos días, en conferencia de prensa, que el PAN estaba ante el dilema de ir con candidato propio a la elección de gobernador, para conocer el voto real del PAN y preservarlo, o contender en una alianza opositora con el PRD, que implicaría poder ganar una elección, pero con el riesgo de perder la identidad y el voto panista.

Otra de las rechazadas en el registro, la diputada local Porfiria Sandoval, implicaba la posibilidad de una campaña anti-perredista, pues es conocida la cercanía de la legisladora con el gobernador René Juárez.

Rodríguez Otero, quien fue promovido a la dirigencia estatal por Max Tejeda, parece haberse distanciado de su mentor político en el PAN, y su candidatura tendría la posibilidad de hacer una campaña distanciada de la política de golpeo al PRD.

Es más, el propio Rodríguez Otero, fue promotor hasta hace unos meses, como presidente de la delegación estatal, de la posibilidad de una alianza con el PRD, siempre y cuando el candidato fuera el empresario y diputado federal Zeferino Torreblanca Galindo.

Al no haber acuerdo en el PRD en mayo sobre su candidato, cuando el PRI ha había decidido que el suyo fuera el senador Héctor Astudillo Flores, el PAN decidió emitir su convocatoria para tener candidato propio.

Este jueves, cerrado el registro para precandidatos y quedando sólo Rodríguez Otero, quien tendría que ser ratificado en la convención estatal del próximo 22 de agosto, el PAN se alista para contender con candidato propio, aunque el mismo Rodríguez Otero ha insinuado que podría respaldar a Zeferino Torreblanca, en una alianza opositora.

El PAN, un sube y baja

El tope máximo de la votación que ha obtenido el PAN en Guerrero es 14.4 por ciento en la elección presidencial del 2000 (175 mil votos), con Vicente Fox como candidato. Eso en lo estatal, aunque en ciudades como Acapulco, Taxco y Zihuatanejo su votación fue arriba del 25 por ciento.

Esto representó un salto cuantitativo respecto a la elección de gobernador de febrero de 1999, en donde llevando como candidato al ahora diputado federal Ángel Pasta Muñúzuri el PAN obtuvo 14 mil votos, lo que representaba poco menos del 3 por ciento de la votación.

En octubre de 1999, el PAN hizo alianza con el PRD en la elección de presidente municipal de Acapulco, en donde el candidato era el empresario Zeferino Torreblanca Galindo. Fue una alianza de facto, a destiempo, que le impidió a ese partido concretar un acuerdo formal de coalición con el PRD, y pese a que se ganó la Presidencia Municipal de Acapulco, el panismo apenas pudo obtener un diputado local, que fue precisamente el ex candidato a gobernador Ángel Pasta.

La alianza de facto no fue bien vista por el   Comité Ejecutivo Nacional, porque hubo una votación imprecisa para el partido, y porque se acercaba la contienda presidencial. Esa percepción quedó para la elección de presidentes municipales en el 2002, cuando el PAN decidió ir solo, y obtuvo el 9.27 por ciento de la votación, con 83 mil votos, y ganó cinco presidencias municipales, aunque no en las principales ciudades.

En la elección de octubre del 2002, el PAN obtuvo cuatro diputaciones locales, tres más que en la anterior legislatura. Fue entonces la tercera fuerza política en el Congreso local, aunque no alcanzó a ser una fuerza opositora, por su alianza al PRI a lo largo de este año y ocho meses.

De esta manera, la percepción que queda entre los ciudadanos guerrerenses, es que en Guerrero la alternativa para el gobierno del estado quedaría entre dos partidos, PRI y PRD. Además, en el escenario político hay la aparición de un nuevo partido, Convergencia, el cual a pesar de que obtuvo el 3 por ciento de la votación en la pasada elección de diputados y alcaldes del 2002, tiene una fuerza creciente, al grado que desplazó al PAN como tercera fuerza política en Acapulco, y fue segunda fuerza en la elección de diputados federales en el distrito 10 de Acapulco en el 2003.

En la elección de diputados federales de julio del 2003, el PAN tuvo una nueva recaída. No sólo no ganó una sola de las diez diputaciones –nunca la ha obtenido–, sino que además se dejó emparejar por Convergencia.

En esta elección federal en Guerrero, el PAN obtuvo 37 mil 300 votos, lo que representó el 5.9 por ciento de la votación total emitida en la entidad, ante el 4.4 del partido Convergencia, el cual estaría en posibilidad de capitalizar su crecimiento en una alianza con el PRD, en caso de que Zeferino Torreblanca sea el candidato al gobierno del estado. Los 27 mil 900 votos que obtuvo este partido pueden ser un factor decisivo en la alianza, si se recuerda que en la elección de gobernador de febrero de 1999 el PRI ganó al PRD apenas por 19 mil votos (423 mil del candidato priísta René Juárez Cisneros, ante 406 mil del perredista Félix Salgado Macedonio).

Así, el PAN está ante un dilema. Las elecciones presidenciales se definirán en dos años, la candidatura a gobernador suya y del PRD en menos de un mes. Ir solo o en alianza es la disyuntiva, sobre todo en un escenario nacional donde cada vez se polarizan más las posiciones PAN-PRD-PRI. Aunque en los estados manejan su vida propia.

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