Irregulares, los cambios en la concesión de la API, asegura ambientalista

Karla Galarce Sosa

Integrantes del Jardín Botánico Acapulco entregaron ayer, en la delegación de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), un documento de inconformidad por la respuesta de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de esa dependencia federal, que les sugirió contratar un despacho jurídico para dar seguimiento al recurso de revisión que solicitaron para evitar que la Administración Portuaria Integral (API) construya un estacionamiento sobre el área del Jardín del Puerto, a un costado del Malecón.
La codirectora del Jardín Botánico, Kay Mendieta Marsalis, dijo que el mismo escrito sería entregado en las oficinas centrales de la dependencia en la ciudad de México.
Indicó que en las modificaciones de la concesión otorgada a la API “es donde están las opacidades porque el Jardín del Puerto es un bien público y de repente lo convirtieron en locales comerciales, pero luego lo quieren como estacionamiento”.
Explicó que un grupo de ciudadanos pidió la revisión de la exención del MIA que la Semarnat supuestamente aprobó, por lo que la API pretende continuar los trabajos, recurso que la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) les otorga.
Dijo que “lo triste del asunto es que la Dirección General de Riesgo e Impacto Ambiental, en uno de los incisos nos sugieren que contratemos un despacho jurídico para que atienda todas estas solicitudes y rechazos”.
Agregó que en su escrito les respondió que si todos los ciudadanos tuvieran que contratar a un despacho de abogados para una protesta o cualquier rechazo, el país no avanzaría y no habría grupos de ciudadanos ni ambientalistas. “He estado en Semarnat y en Profepa; tengo todas las cartas con acuse de recibo porque todo se ha tratado primero a través del diálogo (…) Tengo las cartas y firmas de ciudadanos, de gente de la sociedad civil y cómo se le va a pedir eso a la ciudadanía. Se nos hace muy extraño que la Dirección General de Riesgo e Impacto Ambiental manifieste que no requiere una MIA”.
“Se ve que era un estacionamiento y la API dice, con una foto que data de los 50, que Acapulco tenía vocación como puerto de carga. Ellos en la entrevistas, cuando nos reunimos, nos dijeron que 450 coches no son suficientes, sino que se necesitan mil 500 coches para exportar. Hemos enviado cartas a los regidores y recibimos copia del Cabildo, en el que manifiesta el rechazo categórico de la construcción, pero eso está en entredicho porque lo que nos mandan decir de la Dirección General Impacto y de Riesgo Ambiental, es que por ser una zona concesionada no se requieren de permisos municipales y en otro anexo de la misma ley de Impacto y Riesgo Ambiental indica que el proyecto se debió someter a una consulta pública, cosa que no se hizo”, declaró Mendieta Marsalis.