Protestan opositores a la marina Majahua en Casa Guerrero; piden que se cancele la obra

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Restauranteros y prestadores de servicios de Puerto Marqués, que se oponen a la construcción del muelle en la playa Majahua, protestaron ayer afuera de Casa Guerrero, en donde exigieron la intervención del gobierno estatal para que se suspenda esa obra que fue autorizada por el gobierno federal.
Los inconformes –unos 10 aproximadamente– desplegaron afuera de la puerta 3 de Casa Guerrero una manta en la que se leía: “Los restauranteros del 3er Bloque de Puerto Marqués exigimos justicia a nuestro problema al señor presidente Felipe Calderón y al gobernador Ángel Aguirre Rivero”.
En declaraciones a los reporteros, los inconformes desconocieron como sus representantes a los hermanos Román Guzmán.
Dijeron que prestadores de servicios, encabezados por Eduardo Román Guzmán, ya se encontraban en Casa Guerrero donde se reunirían con el gobernador, pero advirtieron que desconocerían los acuerdos porque ellos no eran sus representantes y que incluso saben que fueron “maiceados” por Grupo Mexicano de Desarrollo (GMD).
“Por ahí se habla de un corporativo que se dice presidente de todos los restauranteros, pero es chisme, nosotros no tenemos representantes”, aseguró Alberto Palma, uno de los restauranteros.
Denunció que por esa obra se han quedado sin playa y que sus locales están a punto de caerse, “por eso queremos que se resuelva nuestro problema. Le pedimos al gobernador que vea realmente quiénes son las personas afectadas y que vaya allá, a Puerto Marqués, a verificar que nuestros restaurantes se nos están cayendo a pedazos”.
Indicó que en estas condiciones están 26 restaurantes ubicados en esa zona y de ello responsabilizó al GMD y al gobierno federal “porque fue el que autorizó el permiso para que se realizara esta obra”.
Explicó que los trabajos actualmente consisten en un relleno de la playa que abarca ocho hectáreas de mar para construir allí una marina privada.
El restaurantero informó que según versiones extraoficiales se pretenden construir allí 140 cajones de yates privados.
Alberto Palma agregó que por eso piden que el gobernador intervenga para que el gobierno federal suspenda la obra “y que nos regresen la playa porque ya nada tenemos”.
Por su parte, el prestador de servicios, Victorio García Beltrán, declaró que desde hace dos años que comenzaron los trabajos ya no les llega el turismo porque la empresa está rellenando la playa, lo que provoca que los visitantes busquen otros lugares para divertirse y eso ha afectado sus ingresos.
Luego de media hora de que se manifestaron en la puerta 3 de Casa Guerrero, los inconformes fueron ingresados a la residencia oficial por la puerta 2.
En su reunión con el gobernador, según dijeron al salir, éste se comprometió a gestionar una reunión con las autoridades federales en la que estarán los afectados, a fin de que reciban una explicación de la obra y de ser necesario el gobierno estatal les expresará su opinión al respecto.