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Hacen investigadores una radiografía de problemas ecológicos del puerto

Foro Diálogos por una Democracia Participativa

 

Abastecimiento de agua, contaminación de la bahía y ausencia de planificación para un desarrollo sustentable, los principales. El acto fue organizado por la diputada Rosario Herrera

 

Raquel Santiago Maganda

En el foro Diálogos por una Democracia Participativa, los cuatro investigadores asistentes hicieron una radiografía de los principales problemas ecológicos de la ciudad de Acapulco, como son el abastecimiento de agua, las aguas contaminadas de la bahía, y la falta de planificación con miras al desarrollo sustentable.

En el hotel Las Hamacas, en el acto organizado por la diputada federal Rosario Herrera Ascencio, integrante de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, participaron investigadores y académicos que tuvieron como tema central de sus ponencias la ecología en Acapulco.

La diputada informó que el objetivo principal del foro es recabar las sugerencias para que sean consideradas en la política nacional, estatal y municipal para salvaguardar el medio ambiente.

En su exposición, el investigador Taurino Hernández Moreno planteó a los asistentes el problema del abastecimiento de agua a la ciudad, aseguró que esto aún no se agrava pero que las fuentes de dotación se han tenido que expandir a la región de La Montaña, para garantizar el suministro.

El también coordinador de un programa de desarrollo financiado en Guerrero, por la Organización de Naciones Unidas, informó que la mancha urbana ha crecido, de tal manera que los bosques de coníferas también han sido sustituidos por pastizales, y recordó del vínculo bosques-agua.

Hernández Moreno sugirió que Acapulco debería pagar a las comunidades de la región alta del estado por el suministro del agua, además de que los indígenas son quienes salvaguardan los bosques de la deforestación.

Reiteró que en la ciudad existe “un enorme desperdicio de agua” por las industrias y el uso doméstico, ante un eminente “deterioro de las fuentes de abastecimiento”.

Mencionó que resulta más barato para los gobiernos, trabajar en la previsión que en la reparación de los daños ecológicos, pero que el desarrollo sustentable es sólo “un eslogan político”.

Al respecto, el biólogo Amado Ríos Valdez evidenció un ejemplo de la falta de desarrollo sustentable en el caso de las áreas verdes de Acapulco. Precisó que el año pasado se invirtieron 200 mil pesos en la instalación de plantas en los camellones de la ciudad, pero que ahora sólo sobreviven el equivalente a 60 mil pesos de las palmeras adquiridas. Explicó que las palmeras transplantadas no podrán desarrollarse porque sus raíces y tronco miden más de un metro de ancho, y no tienen capacidad de desarrollo en los camellones.

Ríos Valdez aseguró que con los desechos orgánicos, el gobierno municipal debería elaborar composta y junto con un invernadero con plantas nativas, representaría un ahorro de recursos que ahora “son tirados a la basura”.

El investigador Alejandro Oscós Alvarado criticó que los gobiernos fueron rebasados por el problema del medio ambiente. También alertó de la reducción de los recursos naturales, la contaminación de la bahía de Santa Lucía y el peligro de extinción de algunas especies nativas, como el venado cola blanca y el zorrillo enano, que habitan en la selva baja caducifolia.

Comentó que los asentamientos irregulares afectan al medio ambiente, el cual es visto como una mercancía sin considerar la sustentabilidad, la falta de operatividad de las plantas tratadoras de aguas negras.

Alejandro Oscós citó el caso de la cañada de Las Brisas, ubicada a un costado de ese desarrollo turístico, que está bloqueada y se proyecta la construcción del Desarrollo Punta Bruja, otro sitio turístico que vendría a deforestar la escasa selva que existe en el puerto.

Para el presidente del Colegio de Químicos del Estado de Guerrero, Ángel López Valencia, es ineficiente el sistema de los monitoreos para la calidad del agua de las playas.

Aseguró que existen altos índices de contaminación, pero que los gobiernos han ocultado la información, y precisó que la Comisión Nacional del Agua “no ha cumplido con eficacia su trabajo”, porque de 1978 al 2002, las aguas continúan con un alto índice de bacterias coliformes que son dañinas para los bañistas.

El académico sugirió que se debe constituir un centro de monitoreo constante, para asegurar la reducción de los índices de contaminación de las aguas que económicamente sostienen al estado.

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